Among two demons {Black Hat X Dr.Flug X White Hat}

Que no sea Verdad.

-Demencia!-. Grito Slug en forma de orden.

Demencia quien estaba trepada a las afueras del segundo piso, cuando Flug caía a su altura y quedar frente de ella, saltó y lo sostuvo entre sus brazos, para girar y caer al suelo.

-Flug?.- recostó al su creador en el cesped -Flug!.- lo zamarreó un poco.

-Demencia, muevete!.- se acercó a trote el de bata negra junto con ambos mamíferos y la pelo celeste.

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-Por favor, déjame que lo cure, Slug.- con su voz suave y suplicante, pedía entrar White.

-Alejense!.- exigió enfadado Slug.

-Ya quitate!.- Black intentó apartar al científico pero éste se lo impidió.

-Largo de aquí!.- volvió a exigir el joven pero esta vez sacó de su bata una pistola desintegradora y apuntando a los causantes del actual estado del chico de bata blanca, los amenazó.

Cuando Demencia descendió abruptamente al suelo, sin querer, la cabeza de Flug golpeó con fuerza la superficie, causando una pequeña pero profunda herida en la parte posterior de su cráneo. Lo llevaron de inmediato a su cuarto, su herida en estos momentos estaba ciendo atendida por Clemencia y 5.0.5 mientras que Demencia y 6.0.6 resguardaban la entrada de dicho lugar para evitar la entrada de los mayores y Slug solo se encargaba de procurar a toda costa que tanto White como Black, no se acercaran a su amigo.

-Espero que ahora estén felices por la idiotés que causaron!. -giró en dirección a la puerta -No quiero que vuelvan a parar aquí, sin que Flug lo permita, porque por la estupidez que dijeron, le deben una muy buena explicación!.- finalizó antes de entrar y ya no tener rastro visual de el científico malhumorado. Y como siempre, Black no pudo callarse sus comentarios fuera de lugar.

-Eres un imbécil.- musitó Black.

-Que inmaduro eres.- siguió White con fastidio.

Ambos se dedicaron una ultima mirada desafiante y se fueron por caminos separados a sus respectivas labores y/o asuntos.

Pero en las afueras de la gran y elegante mansión, en la profundidad del bosque floral, inundado de sombras y penumbras. Sobre la copa de un alto y sobresaliente pino, habia una sombra, una sombra con una silueta algo particular que formaba en su irreconocible rostro una mueca sonriente, que resplandecía la blancura de sus dientes que parecian cuchillas.

Aquel espectro observaba con lujo y detalle la construcción conocida como la fortaleza del héroe mas grande de todo el mundo. Con sus ojos clavados en el el científico herido.

-Sigues vivo...- a pesar de estar a varios kilómetros, su visión era igual a la de un alcon, era como estar a tan solo unos centímetros de poder tocarlo, que involuntariamente alzó su mano al frente para emitir la acción pero al pecatarse que era inútil la bajó.

De toda su espalda comenzaron a emergir extremidades de araña, cubiertas por una espeza y visiblemente pegostiosa baba negra. A cuenta gotas, sobre el césped cubierto del rocio veranero, de a poco caía de las alturas ese líquido, hasta hacerse un charco medianamente grande. De lo mas alto, el sujeto cayó de pié sobre el oscuro charco, que al sentir el tacto de las suelas de los zapatos del ente sin identificar, hilos e hilos se elevaron en el aire, rodeando y encarcelando el cuerpo alto y bien vestido del espía anónimo, pegandose a sus prendas y todo su ser, cubriéndolo en su totalidad, que lo único sin cubrir eran sus ojos, que tenían un único color blanco y parecía que radiaran luz. Y de un solo pestañeo, la sombra se movió lo mas rápido, esquivando los arboles que se le atravesaban con mucha agilidad y con dirección a la mansión White Hat.