Among two demons {Black Hat X Dr.Flug X White Hat}

Razones

Pov's Flug:

Humo...lo único que veo es humo, mi campo de visión seguramente no pasa de los 20cm, una espesa nube me tenia completamente rodeado. Activé todos mis sentidos, mi respiración se dificultaba por los vapores en el ambiente, haciendo pesada. Estaba preparado para atacar aunque mis manos temblaran.

-Estas asustado?.- esa voz. Era aquel sujeto de hace rato -Estás nervioso?.- se escuchaba muy cerca pero no lograba ver nada. Coloqué mi mano dentro de mi bataen busca de la pistola...no estaba -Buscas algo?.- su fría voz parecía provenir de detrás de mi, mi cuerpo sintió recorrer un escalofrío por toda mi espina dorsal -Tu vida es mediocre.- escuché pasos acercarse -Pero mucho mas mediocre es tu pasado.- sentí como un tibio aliento se posaba en mi cuello y un susurro habló en mi oido -Veamos tu propio infierno...-.

-NO!.- todo se volvió negro, me encontraba en un espacio infinito de total penumbra. Examiné con la mirada todo y nada, no lograba ver nada.

-No llores...- una delicada voz hacia eco en aquel ambiente tétrico. Traté de encontrar aquella persona que hablaba con esa dulce voz que se me hacia familiar.

-Sabes que te quiero con todo mi corazón...- una luz radiante logré divisar al final de lo que parecía ser un pasillo -Mi vida...sal de ahí...- su voz fina y gentil se notaba que estaba cargada de amor. Conforme me acercaba a la luz, mas escuchaba con claridad -Todo estará bien... Siempre estaré contigo, mi vida...- no, no podía ser ella. Cuando llegué logre ver de quien trataba.

-Mamá...-pronuncié en un suspiro, delante de mi ella estaba arrodillada frente a una puerta blanca, tenia un vestido celeste con un delantal rojo vino, sus ojos verdes se veían cristalinos y los pliegues de sus rubios cabellos cubrían la mitad de su rostro cabizbajo.

-Mi niño...no tengas miedo, sal de ahí, por favor...- se escuchaba quebradiza y al borde del llanto. De pronto, la puerta se abrió, dejando ver a un niño de no mas de 8 años... era yo.

-*Snif* Mamá...- su rostro estaba golpeado y tenia visibles moretones en sus brazos. Salió del encierro del cuarto, al verlo, mi pecho sintió una fuerza aplastante.

-Mi niño...- ella abrazó al pequeño, arropándolo entre sus brazos -Todo va a estar bien.- le acariciaba el cabello -Conmigo siempre estarás bien...-.

-Mamá yo- intenté hablar pero todo se volvió de color oscuro.

-Que lindo~.- él de nuevo, sin acto de presencia, solo su gruesa voz -Ahora veamos...el motivo de tus insomnios.- en un segundo, estaba en un cuarto, con solo la luz de la luna traspasando la ventana, como única fuente de luz.

Parado en frente de una gran cama, que sobre ésta estaba yo y...mi madre, pero no durmiendo plácidamente, si no, abrazados en un acto de protección mutua por el miedo que sentían. Fuera del cuarto se escuchaban murmollos y risas arrogantes, estaban buscando algo... Nos estaban buscando.

La luz de la luna desapareció, gritos agudos resonaban y llantos de auxilio se dejaban escuchar, nada se lograba ver y de golpe...los gritos callaron y un estruendo tomó su lugar.

-No...por favor, no!...- mi rostro se comenzó a mojar, mis lágrimas comenzaron a caer, mis piernas con dificultad lograban mantenerse en pie. La luz volvió, pero lo que dejaba ver era una escena que nunca deseé volver a ver. Su cuerpo, tan delicado y golpeado, su pelo, tan suave y manchado, sus ojos, sin brillo ni rastros de su alma... Ahí estaba ella, en el suelo, rodeada de un gran manto rojo que se exparcia por todo el lugar.