Asentí aunque no me mirara, tomé mi bolso, mi maletín, las llaves de mi auto y mi desayuno junto con el celular, cargada de cosas y salí en camino al auto no sin antes colocar seguro a la puerta. Agradecía vivir en el primer piso de mi edificio, evitando escaleras o elevador en casos como estos.

—Bien, voy para allá.— colgué la llamada y abrí la puerta trasera de mi auto metiendo ahí mis cosas a excepción del móvil y mi sándwich.

Me posicioné en el asiento de piloto, me coloqué el cinturón de seguridad y me puse en marcha a la casa de mi hermano mientras comenzaba a comer mi sándwich.

Él a comparación de mí vivía en una casa grande y hermosa – aunque claro, diseñada por mí como regalo de 30 años – él sí tenía una mascota, un perro peludo muy lindo y un niño hermoso de 4 años.

Realmente adoraba a esa pulga. Era el niño más bonito que mis ojos pudieron ver desde que nació. El niño más consentido que pudiera pisar el país, con la ventaja de que TaeHyung solo trabajaba alrededor de 8 horas y volvía a casa con su hijo. TaeTae dice que SangJun es lo mejor que le pudo pasar en el mundo. Y no lo dudaba.

TaeHyung derrama amor a su hijo.

Paré el auto fuera de la casa de TaeHyung, mordí mi sándwich y soné la bocina dos veces, recargandome por completo en mi asiento para poder masticar mejor mi desayuno en la espera de Tae. Mi celular volvió a sonar, indicando una llamada nueva y solté aire frustrado cuando miré que se trataba de mi jefe.

Tomé mi móvil y contesté lo más rápido posible y me llevé el celular entre el hombro y la oreja, tragando lo más rápido posible. Para este punto, TaeHyung ya estaba recién entrando al auto, colocándose el cinturón de seguridad de igual manera.

—Buenos días, señor Park.— hablé lo más normal recibiendo un beso en la cien por parte de Tae.

Señorita Kim, buenos días.— se escuchó del otro lado del movil.

—¿En qué puedo servirle?— coloqué el auto en marcha y dejé el sándwich sobre mi regazo para manejar con comodidad.

¿Usted pudiera cubrirme el día de hoy, con el caso de los señores Jung? Tuve unos asuntos pendientes y eres la única en la oficina que puede cubrirmelo ahora mismo.

Paré el auto en semáforo en rojo y cerré mis ojos chocando un momento la frente contra el volante.

Tenía que trabajar en otras tres casas para antes de que terminara la semana, y no tenía tiempo para esto, pero si me negaba, de seguro un bajón de mi sueldo iba a estar en mi cheque de cobro.

El señor Park solía pedirme este tipo de favores cuando no quería trabajar mucho, y las primeras veces que me había atrevido – como decía él – a negarme por obvias razones de tener mucho trabajo, solo mi nómina llegaba con una cantidad menos, diciendo que no trabajaba como me lo pedía.

Creo que es lo único que odio de mi trabajo.

Solté aire y volteé de nuevo al frente asintiendo tontamente.

—Yo, ¿a que horas tengo que estar ahí?—

TaeHyung llevó una de sus manos a mi regazo y tomó mi sándwich para darle una mordida, y seguro para terminar con él, y la verdad no importaba del todo, mi apetito había desminuido. Aparte estaba acostumbrada a que robara mi comida como yo lo hacía con él.

• LOBO NEGRO • 》Jeon JungKook y Tú《 *EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now