-Repite eso- Jesús y Daniel(Gemelier) PARTE DOS.

Accidente.

FLASHBACK.

Miro a mi alrededor. Llevo dos días en Sevilla, concretamente en este pueblo, y no lo conozco ni de lejos. Pero gracias a las indicaciones de los gemelos llego a la plaza en la que me han dicho que iban a esperarme porque estaban en casa de su tía y les quedaba más cerca. Me siento en uno de los banquitos, mirando mi inseparable reloj. Aún quedan cinco minutos para la hora acordada. Estoy entretenida mirando mi móvil cuando me empapan de agua fría de los pies a la cabeza. Noto el agua helada correr por mi espalda, calando mi camsieta blanca, mis shorts amarillos y mis bailarinas blancas. Ha sido muchísimo. Incluso tengo que escurrirme el pelo. Seguro que hasta se me ha corrido el poco maquillaje que llevaba. 

Me levanto, histérica. Dispuesto a cantarle los cuarenta a quién sea que haya...

-Ay, Dios. Perdona, perdona, perdona. -Me dice una chica, llevándose una mano a la boca, sorprendida- Lo siento. 

La miro de arriba abajo. Es igual de alta que yo y debe de tener más o menos mi edad. Tenemos el pelo prácticamente del mismo tono. Tiene los ojos castaños y los labios muy rojos. Y está muy morena, a pesar de que el verano aún está comenzando. Lleva unos shorts blancos y una camiseta corta de color azul celeste. Completan el sencillo conjunto unas vans negras. Me está mirando súper avergonzada. 

-Es que estaba haciendo el tonto con mi hermana pequeña, es que mis padres están trabajando y tengo que cuidarla y tiene siete años y me estaba mojando y... En fin. Lo siento muchísimo. 

Me cuesta admitirlo, pero me ha caido bien. Suelto una carcajada, repeinandome un poco con la mano, y le sonrío.

-¿Te ríes por no llorar? ¿No? -Me pregunta ella, riendose también. 

Asiento, de buena gana, agitando un poco mi camiseta para que se seque al calor que hace ese día. 

-Da igual, en serio- Suspiro.

La chica suelta una carcajada pero vuelve a mirarme, incomoda.

-Dios, lo siento. Soy tonta.

-Que va, no pasa nada. De verdad- Sonrío, intentando que no se sienta mal- Ah, por cierto, soy Lorena. Llamame Lore. 

-Yo soy Elena- Dice ella, correspondiendome a la sonrisa- Puedes llamarme Ele. ¿Estás de vacaciones?

-La verdad es que si... He llegado hace nada.

-Se te nota un montón. Tienes un acento muy gracioso. -Me responde. 

-No se parece nada al Sevillano. ¿No? -Río.

-¡Anda! ¿Pero os conoceis? -Escucho decir a alguien a mi derecha. 

Es Jesús.  Ele lo saluda con un abrazo, ante mi sorpresa. Y le sonríe. 

-Digamos que hemos tenido un accidente- Explica la chica.

-Ya veo ya- Comenta Jesús, dandome un beso en la mejilla y observandome de arriba abajo- Pues me alegro que conozcas entonces a una de nuestras mejores amigas. Ya no os presento. - Añade, guiñandole un ojo a Ele- ¿No vas a ir a cambiarte?

-Sí, pero en un momento. Hace calor, así que no pasa nada.

-Pero.... Un segundo- Interrumpe Ele- ¿De qué os conocéis?

-¿Sabes la casa blanca que había a la venta al fondo de mi calle? -Pregunta Jesús antes de que Ele asienta- Pues ahora es de sus padres. 

-Sí- Continuo, retomando la conversación de antes- Estaré todo el mes de julio. 

-¿Te has tirado a la fuente o algo? -Pregunta otra voz a mi derecha, sumándose al diálogo. 

Y solo con ver la cara que pone Elena soy capaz de caer en la cuentad de que está enamorada de Dani.