(Temporada 2) Capítulo 17.

6.5K 265 7
                                    

DEL TERCER VERANO EN SEVILLA(V)

16 DE JULIO

Tengo que esperar un montón hasta que llega Jesús, aunque no es la primera vez. Me pesa la cabeza. Estaba viendo algunos vídeos en youtube, tumbada, así que tengo que levantarme y abrir la ventana y lavame la cara, para despejarme un poco. Son las once y veinte. ¿Pero este chico dónde se ha metido? Vuelvo a tumbarme en la cama, desilusionada. ¿Y el tiempo no pasa o qué? Miro el reloj como unas diez veces antes de que se abra la puerta.

-Cariño...- Susurra él. 

Estoy medio dormida, pero le sonrío, incorporandome. Son las doce menos diez. 

-Hola... -Respondo, estirandome y dandole un abrazo. 

-¿Estabas dormida?

-No, no- Contesto en seguida. Y bostezo, haciendonos reír a los dos.

-¿Quieres quedarte? -Pregunta él, en voz bajita. 

-No- Protesto,- Que quiero mi regalo. 

-Lo llevo encima- Ríe él, apartandome el pelo de la cara- En serio, puedo quedarme contigo.

-No me lo repitas- Digo mientras me levanto. Me estiro un poco la camiseta y le sonrío- Vamos a la terraza, anda. 

Y estamos allí en menos de cinco minutos. Me he ido despejando. Además, quiero ver una estrella fugaz. Tengo algo que pedirle. Me gustan mucho las estrellas. Me siento mejor mirandolas cuando estoy triste. Y a 600 kilómetros de aquí no se ven tan bien. 

-¿Qué haces? -Me pregunta Jesús, siguiendo la dirección de mi mirada, hacia arriba.

-Buscar una estrella fugaz- Explico, con obviedad.

-¿Me dejas mientras tu colgante?

Ahí si que aparto la vista del cielo para mirarlo y niego con la cabeza, protegiendo el pequeño corazón de plata con la mano derecha, instintivamente. Con el tiempo, se ha ido convirtiendo en uno de mis objetos más preciados. ¡Que lo tengo desde hace más de año y medio! Y siempre tengo especial cuidado al bañarme en la piscina, siempre lo guardo bien y nunca lo he perdido de vista y... Bueno, y que me lo regaló él. 

-Lorena... -Pide él, mientras yo me aparto un paso, con una carcajada.

-No, que siempre dices que no te gusta y que ya es de hace demasiado tiempo- Exclamo yo a la defensiva- Estoy viendo que le das el cambiazo. 

-¡Que buena idea! -Bromea él- No se me había ocurrido. Pero no, he tenido oportunidades de sobra y no lo he hecho. Trae, anda. 

Su mano busca el broche antes de que me de tiempo a resistirme, y al final cedo, con una mueca. 

-Te juro que como me lo cambies no nos vamos de aquí- Amenazo yo con una carcajada. Vuelvo a levantar la mirada, buscando la estrella. 

¡Y la veo! ¡Acaba de pasar! Tengo el tiempo justo de formularle el deseo. Y sonrío.

-¡Se lo he pedido! -Celebro, bajando la vista. 

En ese instante vuelvo a sentir el colgante en mi cuello. Aunque ahora pesa un poquito más. Jesús me hace girar y me sonríe. Levanta su nuevo regalo, sosteniendolo entre nosotros, y me guiña un ojo.

- Lo he mejorado. ¿No?

Y le doy un beso en seguida, sin contestarle. Y siento como su inicial en pequeñito, grabada en plata, choca con el corazón, y como los dos se quedan colgando de mi cuello. Juntos. Donde me voy a asegurar de que estén mucho tiempo. 

-Repite eso- Jesús y Daniel(Gemelier) PARTE DOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora