-Repite eso- Jesús y Daniel(Gemelier) PARTE DOS.

(Temporada 2) Capítulo 22 y final.

8 AÑOS MÁS TARDE.

-¿Tú sabes como te vas a poner de mala como te comas todo ese helado? -Pregunta Jesús, observandome meter la cuchara directamente en el bote. 

Hago un puchero y extiendo la cuchara hacia él. 

-Oh, perdona. ¿Quieres? -Digo, haciendolo romper a reír. 

Él me da un beso y hace una mueca. 

-Demasiado dulce para mi gusto. -Opina, guiñandome un ojo- Y ven a dormir, anda. 

-Es que esta película está genial... -Suspiro dramáticamente- Quedate aquí un ratito, va.

Acaba sentandose a mi lado y yo me apoyo en su hombro. Y no llego a ver el final de la película. 

Abro los ojos en mitad de la oscuridad, ahogando un grito. Asustada. He tenido una pesadilla horrible. Pero me tranquilizo un poco al ver que estoy en cama y sentir los brazos de Jesús rodeandome. Suspiro, de mala gana. 

-¿Lore...? -Pregunta, con voz dormida. 

-He tenido un sueño horrible- Le explico entre susurros. 

Casi puedo ver su expresión sorprendida antes de que encienda la luz de la mesilla. 

-Bueno, pero ya está- Suspira- No era real. Todo está bien. 

Y entonces me apoyo sobre él. Jesús aprieta la mano contra mi frente. 

-¿Te encuentras bien? Creo que tienes fiebre. 

-Sí, estoy bien -Digo, abrazandome a él- Buenas noches. 

Pero a la mañana siguiente me espera una sorpresa. Un rato antes de que suene el despertador tengo que levantarme corriendo y entrar en el baño a vomitar. Jesús abre la puerta cuando estoy lavandome los dientes, para quitarme el mal sabor de boca. 

-Te dije que te iba a sentar mal tanto helado- Bromea él, mirandome. -¿Estás mejor?

Hago una mueca mientras acabo de lavarme los dientes y cierro el grifo. 

-Sí, ya está. De todas formas, hoy no tengo que ir a la redacción, así que no hay problema, me vuelvo a la cama. 

Se me hace raro pensar que hace ya dos años que terminé la carrera y que ahora estoy escribiendo para una revista y esas cosas. Pero no le doy muchas vueltas a como ha pasado el tiempo y me vuelvo a meter en cama. 

-¿Tú a dónde te vas? -Pregunto. 

-A ponerte los cuernos- Suelta, con una carcajada.

Lo fulmino con la mirada, arropandome un poco con las sábanas a pesar de que estamos en julio y hace mucho calor en Sevilla capital, donde estamos ahora. 

-Que no, a grabar con Dani. ¿A dónde quieres que vaya? 

Me paso dormida casi toda la mañana. El móvil suena como a las doce. Es Diana. Sonrío. 

-¡Di! -La saludo, emocionada- ¿Qué tal?

-Hola fea- Me sonríe ella al otro lado de la línea- Muy bien. ¿Y tú? Tienes la voz rara.

-Estoy enferma. -Le explico de mala gana- Me ha sentado mal la cena. ¡Bueno! ¡Pero dimelo! ¡¿Puedes venir mañana?!

-Ay, que sí, pesada. -Me suelta ella- ¿Cómo voy a perderme la primera exposición de Sof? 

-Es que jo, aún flipo que sea en Sevilla- Digo, súper feliz. -¡Además venís todas! 

-Las nueve juntas de nuevo- Bromea Diana.