Álex y Javi.

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1 año y medio después. 

-¿Qué haces? -Me pregunta Jesús, mirando desde detrás de mí la pantalla del ordenador y dandome un beso en la mejilla. 

-Nada- Respondo con pesadez, revolviendome el pelo con la mano- Es imposible. Supuestamente tengo que acabarlo para el viernes, pero no creo que me quede muy bien, no se me ocurre una buena forma de terminar. 

-Seguro que al final te queda bien como siempre- Opina él, mientras yo cierro la pantalla del portátil.

Los dos nos giramos casi al mismo tiempo para quedarnos mirando a Álex y Javi, que están a pocos metros de nosotros, jugando. Aunque yo no conocí a Dani y a Jesús cuando tenían un año y medio, posiblemente tuviesen un aire a estos dos. Son increíblemente idénticos. Los mismos ojos marrones y el mismo pelo del mismo color que el mío y la misma forma de avanzar y de crecer. Idénticos. Excepto por una cosa. 

-¿Lo has visto? -Pregunto, mirando a Jesús, volviendo a la conversación que hemos tenido esa misma mañana. 

-No creo que eso sea muy importante- Suspira Jesús, con una carcajada. 

-¿Qué no? -Pregunto yo, -Mira, otra vez. -Le hago notar, apoyando mi dedo índice en su mejilla suavemente para hacerle mirar de nuevo hacia los pequeños. 

-¿Qué más da que coja las cosas con la izquierda?

-¿No lo entiendes? ¡Les va a pasar como a Dani y a tí! -Aseguro. -Uno zurdo y el otro diestro.

-Mejor. 

-¿Por qué?

-Más fácil distinguirlos. -Responde él, con naturalidad, haciendome reír. 

-Álex va a ser diestro y Javi zurdo.

-Lo estamos diciendo al revés- Me corrige Jesús, echandose a reír- ¿Ves?

-Que no, lo he dicho bien- Me empeño yo. -Álex y Javi. -Repito, señalandolos.

-Ya, yo también pensaba que ese era Álex y ese Javi, pero mira las pulseras. 

Es cierto. La pulsera con la A la lleva el que yo he dicho que es Javi y la pulsera con la J el que yo he asegurado que es Álex. Los miro un instante.

-¿A qué se han cambiado las pulseras? -Adivino yo, acercandome a los dos niños, que juegan entretenidos sentados en el suelo. 

Jesús hace la prueba en seguida.

-¿Álex? -Pregunta. 

Y efectivamente, el que levanta la cabeza es el que lleva la pulsera con la J. 

-Seguro- Río yo-  Vosotros dos os habeis cambiado las pulseras. 

-No- Dice Javi,negando con la cabeza, al ver como miro a su muñeca derecha. 

-Anda que no- Interviene Jesús. 

-Menos mal que los distinguimos sin ellas- Pienso en voz alta, cambiandóselas de nuevo. 

-¿No se lo habrás cambiado tú? -Pregunta Jesús- Porque mira que son díficiles de sacar.

-Ni idea- Admito- Posiblemente sí, porque para que se las hayan quitado ellos, con lo pequeños que son... Aunque teniendo en cuenta que se apellidan Oviedo, yo ya me espero cualquier cosa. 

Aprovechando, le pongo la suya a Javi en la mano derecha y la de Álex en la mano izquierda, dandoles un beso a cada uno y levantandome, mientras ellos se quedan de nuevo jugando allí. 

Busco con la mirada mi chaqueta, porque la blusa azul que llevo es de manga corta y ya estamos a primeros de octubre. Jesús me la tiende un segundo antes de que yo pueda encontrarla. 

Lo miro y sonrío. Hay cosas que nunca cambian. 

-¿Sabes? -Comento- Hoy una chica me ha preguntado en el parque si había tenido que competir con mucha gente para liarme con el padre de los niños, porque eran guapísimos. 

-No quiero saber que le contestaste.

-Con casi un millón de personas, le dije- Explico finalmente, con una carcajada- Tenías que haber visto su cara. 

Dos meses después. 

-¿Sí? -Oigo contestar a Jesús al teléfono fijo, en el pasillo. 

Yo estoy sentada en el sofá, entretenida con Álex y Javi. Estamos arropados con una manta porque diciembre se hace notar ya. Y en abril estos dos cumplirán dos años. Como pasa el tiempo. 

-¿A qué yo soy mayor que él? -Pregunta Javi por enésima vez.

-Que no, que sois los dos iguales- Explico yo, con voz cansada.

-¿Pero uno de los dos tuvo que nacer primero? ¿O no? 

Ahogo una carcajada. ¿Cómo explicarlo? Decido cambiar de tema. Aunque la verdad es que Javi nació exactamente dieciocho minutos antes que Álex. 

-Entonces esta es... -Comienzo a decir, señalandoles la foto. 

-La tía Ele- Completa Javi.

-Y este...

-El tío Dani- Dice Álex. 

-Y esta chica tan guapa...

-¡Mami! -Respoden los dos al unísono, haciendome reír. 

-¡Exacto! -Celebro yo en seguida, dandoles un beso a cada uno. 

Jesús entra en ese momento en el salón, negando con la cabeza y con una sonrisa en la boca.

-¿Qué pasa? -Pregunto, curiosa.

-No lo adivinas en la vida- Ríe él finalmente.  

-¿Qué dices?

-Increíble- Repite Jesús, sin hacerme caso- Increíble. 

-¡Estaría bien que me lo contases antes de que me muera de curiosidad! -Comento irónicamente, haciendo reír también a los dos pequeños de la casa. 

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¡Chicaas!  Vale, varias cositas, lo primero que mil gracias por todos vuestros votos, comentarios y leídos, como siempre, sois enormes. ¡No hay palabras para agradeceroslo todo! 

Otra cosa, HE SUBIDO LA SEGUNDA NOVELA. 

La podéis encontrar por mi perfil o buscandola. Se llama ¿Cómo olvidar que te echo de menos? Gemelier (Jesús y Daniel Oviedo)


Y bueno, ya sabeis que sigo con esta de todas formas, subiendo cosillas como esta jajaja 

¡Espero que os guste muchísimo todo lo que escriboooo! 

-Repite eso- Jesús y Daniel(Gemelier) PARTE DOS.Where stories live. Discover now