33- Ganado.

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BRAD.

-Te apuesto a que se casan al final.

-Basta, arruinas la película.

-A que se besan.

A continuación lo que había dicho se realizó. Nos encontrábamos en mi habitación viendo una película elegida por Hale, que obviamente era una romántica y de drama.

-Ja, te lo dije.

-Calla.

-Creo que ya vi esta peli.- seguí ignarandola- Él le va a comprar un gatito, porque a ella le encantan, al contrario de ti.

-¡Brad!- protestó.

-¿Qué quieres apostar a que se casan al final?

-Nada.

La observe sonriendo, mientras ella comía un puñado de palomitas.

-¿Acaso tienes miedo?

-Claro que no, sólo quiero disfrutar la peli.

-Miedosa.

Me miro con los ojos entrecerrado.

-Vale, apostemos.- Dijo convencida.- No se casarán, ella le odia.

-Tú me odiaban antes.

-Yo nunca te odie, tonto.- contestó, beso mis labios y seguimos mirando la televisión.

A medida que el tiempo pasaba, los protagonistas se iban uniendo cada vez mas, tenían muchos encuentros románticos y toda la cosa. Le había regalado un gatito, como yo había dicho, después él se confesó y ella también lo hizo. Se besaron y lo hicieron varias veces, o eso imagino, estas películas sólo muestran el principio y el final cuando están desnudos. Tiempo después estaban cenando en un restaurante, cuando de pronto él saca una cajita de su bolsillo y en cuanto se arrodilló, Mariposa toma el control remoto y apaga el aparato.

Comencé a reír.

-No se vale, ya la habías visto.

-Una apuesta es una apuesta, debes cumplir con lo que te pida.

-Es que... ¡Ya la habías visto, tramposo!

-Tu dijiste que si, aún sabiendolo, ¿quién es la tramposa ahora?- cuestione sonriendo.

Mordió su labio inferior, pensando que decir, me causaba mucha gracia el haberle ganado, me miro con mala cara y also los brazos en forma de rendición.

-¡Bien!- me dijo- ¿Que debo hacer?

-Cuando lo veas lo sabrás.

La tomé de la mano, caminamos hasta llegar al garage de mi casa, nos subimos a mi moto y arrancamos.

. . .

SAMANTHA.

-Brad, ¿a dónde vamos?

-Ya lo verás.

-¿Esa es tu apuesta? Ver algo.

Se quedó callado, y aceleró un poco más, no me disgustaba andar en moto con él, lo que me intrigaba era el no saber donde íbamos. Había perdido la apuesta, cosa que había sido estúpido porque Brad ya la habia visto, pero yo no quería ser menos y le aposté. Obteniendo como resultado,una derrota algo injusta. A medida que nos alejabamos de su casa la intriga aumentaba cada vez mas. Llegamos al centro de la ciudad, pasamos unas cuántas cuadras hasta llegar a un barrio algo oculto de Londres. Continuamos andando unas calles más, hasta que nos detuvimos delante de una casa tienda pequeña. Estaba construido de ladrillos a la vista, un tanto despedazados, la puerta de la casa era completamente negra y con sólo una luz que nos ayudaba a ver.

Se llama Amor |1/2|Where stories live. Discover now