13- ¿Mi culpa?

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SAMANTHA.

Era domingo.

Es aquel día en que no haces nada, y si haces algo, es levantarte al baño y luego volver a la cama. O bueno, por lo menos así eran mis domingos.

En casa estábamos todos, eran las 10:15am y yo aún seguía en la cama.

Estaba algo acotada por la caminata de ayer con Jeremi, y había pensado mucho sobre el favor que le tenía que hacer a Brad. Es decir, él me observo bastante raro en la plaza cuando chocamos nuestras miradas, ¿y luego que? Me dice que le haga el primer favor ayudándolo con un poema. Se suponía, o al menos yo suponía, que aquellos "favores" serían ir más allá, ya saben hacer estupideces que sólo a Brad se le ocurrieran.

Pero no, por ahora quería que lo ayudara para la clase de literatura.

Temía que eso sea sólo un peligro comienzo y que poco a poco vaya aumentando a más dificultad los pedidos.

De repente suena el móvil del susodicho, me levanté y visualice que era un mensaje.

Lo tomé entre mis manos, me dirigí en el táctil hasta la zona de textos y abrí el mensaje.

Brad: Sé que tenía que ir a tu casa a las 17:30pm pero no puedo, surgió algo. 10:18

Samantha: Vale. 10:20

Brad: Nos podemos juntar mañana en la bibloteca, si puedes... 10:22

Samantha: ¿Que bicho te ha picado a ti? ¡¿Donde está Brad el idiota malhumorado?! 10:22


Brad: Muy graciosa, muero de la risa. 10:23

Samantha: ¡Has sido sarcástico!
¿Pero quien eres? 10:26

Brad: Vale ya, me irritas.
¿Vas a poder? 10:28

Samantha: ¿Tengo opción? 10:28

Brad: Creo que no :). 10:29

Samantha: Entonces ya sabes la
respuesta >~<. 10:29

Brad: Te espero mañana a las 18:30pm en la bibloteca. 10:30

¿Estará tramando algo?

.  .  .

A la mañana siguiente me desperté y fui al encuentro con Brad, había llegado un rato antes y entonces me quedé en el estacionamiento esperando, poco después logro escuchar un motor rugir. Lo observo en silencio; traía gafas negras, su chaqueta de cuero, una remera de camuflaje verde, jeans negros y zapatilla color carne.

Paro la moto y se bajó de ella.

-Creí por un momento que no ibas a venir.- hablo observandome.

-No tenía opción, supongo.

-¡Pero que lista eres!- se emocionó.

Se llama Amor |1/2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora