EPÍLOGO

26.5K 1.4K 262
                                    

7 años después...

SAMANTHA.

Seguramente, si me hubieran dicho unos cuantos años antes que terminaría casada con Brad James, lo tomaría como un mal chiste.

Pero aquí estábamos, sentados en una mesa con mantel color blanco y una fina vajilla que acabábamos de usar. Con personas cercanas a nuestro alrededor, comiendo el banquete que los cocineros nos habían preparado.

Aquella noche, en el baile escolar, cuando Brad me propuso matrimonio le había dicho que no. Éramos demasiados jóvenes para tener ataduras y nos quedaban muchos años más para disfrutar de nuevas aventuras, juntos los dos.

Pero al pasar cinco años, más tarde, donde ya nos habíamos ido a vivir juntos y ambos habíamos acabado la universidad, él me lo volvió a proponer. Y creo que sobran palabras para saber mi respuesta.

Por ende, en estos instantes nos encontramos en un salón, decorado a nuestro justo, para festejar el camiento. Mi mejor amiga, Jane, mi suegra, Kim y mi madre me habían ayudado a elegir mi vestido de novia; mientras Alexa y Susan colaboraron para pagar aquel vestido. La tatuadora y yo, nos habíamos vuelto muy amigas; luego de casi quedar una noche entera atoradas en un elevador. 

Ese día había sido muy épico, y extraño a la vez, para ambas.

Brooke y Jeremi, seguían juntos. Ambos habían pasado las vacaciones de verano e invierno, viajando por diferentes lugares, conociendo culturas y tradiciones distintas. Por otro lado, a nuestra amiga Jane le gustaban las chicas, me había quedado sorprendida cuando me lo dijo pero ya me había acostumbrado a ello, desde que se enteró Kim de su orientación sexual; ambas se mantuvieron muy unidas.

Supongo que los polos opuestos si se atraen.

Dylan y Oliv, por más sorprendente que parecieran, seguían de novio, y con un mini Cooper de cinco meses en camino.



El recién casado tomó una copa y con unos golpecitos provenientes de una cuchara, empezó a llamar la atención de los invitados.

Sabía lo que venía, la mirada de Brad me observó transmitiendo lo que iba dirigido a mi. Las mariposas del estómago no se esperaron para empezar a rebolotear.

-Samantha- pronunció mi nombre y el corazón me empezó a latir con más fuerza.-. Antes que nada, quiero agradecerte por todo los momentos increíbles que hemos pasado juntos. Quizá el problema fue el comienzo ¿no?, aún recuerdo la primera vez que nos vimos frente a frente en aquella cafetería, yo diciéndote que te alejaras de mi para evitar enamorarme de ti, a primera vista. Lo confieso, ya te había hechado el ojo.- bromeó haciendo que todos rieran, al igual nosotros dos.-. No se como, pero desde ese día te habías ganado parte de mi corazón. Y te lo agradezco, te agradezco cada segundo que has pasado junto a mi, cada bella sonrisa que me regalabas, cada mirada, cada lágrima que alguna vez deramaste por mi. No se, si te diste cuenta alguna vez el tiempo completo que pasaba en clase viéndote, para ver si sonrias o simplemente me mirabas.

Muchos nos obserbaban con ternura, y durante el tiempo que otros soltaban un "oh" de cada palabra que salía de la boca de mi novio.

-Sólo quiero decirte lo agradecido que estoy, por haber entrado a mi vida y haberme dejado entrar a la tuya. ¿Quien sabe que haremos dentro de cinco años? ¿O en donde estaremos? Pero quiero que sepas que sea lo que sea que ocurra dentro de cinco años, tú eres mi presente, eres mi pasado y, espero, que también seas mi futuro. Es que no veo una vida mejor sin ti, a mi lado. Tu me has enseñado a dar segundas oportunidades, a valorar lo que tenemos y también, que era eso que le llamaban amor. Sé que a estas alturas no hace falta ni decirlo, pero te amo, Mariposa, amo cada parte de ti... desde tus pasos de bailes equivocados hasta en la manera en que te vistes. Te amo.- susurro, mirándome fijamente.

-Te amo.- le dije de la misma manera.

-Por los recién casados.- hablo la voz de Cooper, alzando la copa. 

Todos levantamos nuestras bebidas y bridamos, por nosotros. Brad y yo, cruzamos nuestros brazos y bebimos del champagne. Poco después nos besamos, mientras la fiesta comenzaba a transcurrir.

.  .  .

BRAD.

-Samantha, tomaste demasiado, mira como estas- le regañe.

-Solo bebí la copa de champagne y nad...- la interrumpió, otro vómito hacia el retrete.

-Iremos al médico.

-Estaré bien.

-Amor, no puedes seguir así.

-De verdad, voy a estar bien.

-Llamaré a un doctor.- seguí ignorandola.

-Brad...

-No, tú no puedes estar así, seguro y algo te cayó mal.

-Amor, escuchame...

-Le marcare al médico de confianza de la familia...

-¡Brad!

-... seguro y viene hasta aquí.

Comencé a llamar.

-Brad corta, tengo que decirte algo.

-Ya se, tú miedo a las agujas, tal vez...

-¡Estoy embarazada!

Al oír sus palabras me la quedé mirando fijamente, estático. El doctor atendió, pero no lograba entender lo que decía, simplemente todo se me hacía confuso. Sam tomo el móvil lentamente de mi mano y cortó la llamada.

-¿Qué?- fue lo único que salió de mi boca.

-Que estoy emparazaba, Brad.- repitió más calmada.

Ahora era yo quien tenía ganas de vomitar.

-¿Pero como?

-Bueno... ¿necesitas que te lo explique? Veras un día, tu y yo, lo hicimos y...

-¡¿Estas embarazada?!- solté sorprendido, ella asintió.

Sentía como a mis ojos se le empezaron a acumular lágrimas, de felicidad.

-Lo sabía desde ya una semana, te lo quería decir luego de la boda y...- la tome entre mis brazos y la comencé a besar.

Poco después le mire la pancita y coloqué una mano en ella.

-Los protegere de todo, lo prometo, tenemos una familia ahora.- susurre con voz algo ronca.

Sam sonrió, acariciando mi mejilla.

-Te amo, señor James.

-Te amo, señora James.

Se llama Amor |1/2|Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora