Capítulo 42: La tormenta ya se detendrá

389 42 27
                                    

Narra Izaya:

Al llegar a mi departamento bajé a Kuro-chan y un leve sentimiento de nostalgia me invadió. Hace mucho que no volví a aquel enorme lugar donde siempre estaba solo.

Bajé a Kuro-chan y junto a la cocina puse sus platitos de comida y de agua, y en otro cuarto su arenero. Sus juguetes quedaron dispersos por dónde calleran o él los llevará, al igual que sus camitas.

Mis hermanas ya se habían ido a donde ellas vivían después de que les pedí si podían dejarme solo.

No quería que nadie me viera más miserable de lo que de por sí ya soy.

El televisor frente a los sillones seguía prendido, aunque ni le había prestado atención a lo que sonaba. Creo que era algo de música o vídeos que habían puesto mis hermanas.

Ya estaba totalmente solo.

Nadie me vería.

Y simplemente estallé. Comencé a gritar y el llanto rompió en mi rostro. Lloré y lloré. Grité y grité. Y comencé a tirar todo lo que se encontraba a mi alrededor. Destruí montañas de papeles, carpetas y folders que se encontraban en mi escritorio sin revisar qué aún servía y me perjudicaría perder. Incluso rompí una o dos sillas.

Y me sentía aún peor de tan sólo recordar lo que hace un rato había sucedido.

-Es por tu bien muchacho, si te permitimos seguir viniendo sólo terminarás peor -dijo una mujer de cabello negro con su bata de médico impidiéndome el paso cuando recién había llegado.

-¿Eh? -me le quedé viendo incrédulo-. ¿A qué se refiere?

Dió un suspiro la mujer y con su mano sobó su sien.

-Mira muchacho, tu novio sigue en coma y posiblemente no despierte durante algún tiempo; pueden ser sólo unos días más que siga así, semanas, meses o hasta años, nadie sabe. Y tú sólo te estás destrozando más y más al venir aquí y verlo. Mírate -me señaló de arriba a abajo con su mano-, estás mucho más delgado que cuando viniste por primera vez a éste hospital. Si sigues viniendo jamás saldrás de ésta profunda depresión que padeces y harás que tu propio organismo acabe con tu vida.

-Pero. . . -no sabía qué decir, pero quería negar de algún modo lo que ella decía aunque supiera que era verdad.

-Pero nada. Debe de ser realmente difícil tener a un ser querido y amado en coma. Realmente lo lamento. Pero no por eso tienes que dejarte morir - colocó una mano sobre mi hombro como si eso me brindara consuelo-. Hay centros donde se reúnen a compartir su dolor diversas personas que sufren lo mismo y un terapeuta los ayuda a superarlo y poder confrontarlo. Tal vez te ayude ir allí, si es que quieres, y así podrás seguir con tu vida. De seguro antes tenías un empleo, ¿no? Pero ahora nunca sales de aquí. Ve y vuelve a trabajar para distraerte en algo, vuelve a tu vida y cuando logres confrontarlo sin volver a desmoronarte ven a visitar a tu novio. Y si llega a despertar antes te informaremos para que igual vengas a verlo -me tomó de los hombros y me hizo girar dirigiéndome a la salida.

Como si ella supiera cómo me sentía. . .

-Por favor. Volveré a mi vida y todo eso, pero déjeme ver a Shizu-chan otra vez, se lo ruego e giré y le imploré.

Pero aquella mujer con un simple "sáquenlo" hizo que los policías me empujaran hasta la salida sin dejarme moverme.

Luego esos policías se pusieron frente a mí para bloquearme el paso y me dijeron que me largara.

Celos [DRRR!!] ~ ShizayaWhere stories live. Discover now