Capítulo 32: ¿Aún me amas?

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Narra Izaya:

Los párpados me pesaban. Me sentía cómodo en aquel lugar donde estaba. . . ¿dónde? Abrí los ojos, con algo de dificultad, y todo lo que vi fue sólo negro, sólo oscuridad. No podía distinguir nada, pero aún así era capaz de ver mis propias manos aún sin fuente aparente de luz. Tampoco podía estar seguro de si estaba parado en algo, pero tuve la sensación de que si lo dudaba más terminaría cayendo. Así fue.

Al momento en el que quise ver mis propios pies comencé a descender rápidamente, estaba cayendo, y ahí pude distinguirlo todo. Sentía la fría brisa del viento chocando contra mi espalda mientras mi vista lo único que veía era aquel nocturno cielo que cada vez era más lejano.

Mis recuerdos comenzaron a atacarme llegando una y otra vez. De cuando cuidaba a mis hermanas, cuando conocí a Shinra en la secundaria, cuando entré a la preparatoria de Raira, todas las peleas que tuve contra Shizuo, mis trabajos como informante; pero lo único que se repetía una y otra vez era Shizuo; cuando peleábamos, cuando lo molestaba diciéndole "Shizu-chan", cuando me perseguía destruyendo todo a su paso en la preparatoria y al final terminábamos los dos con problemas con el director por destruirle la escuela, cuando corría por Ikebukuro y él me lanzaba maquinas expendedoras o señales de tráncito, . . . cuando me dijo que me amaba, cuando de una forma muy extraña me declaré sin entender lo que hacía, cuando me hizo prometerle en mi cumpleaños que nos casaríamos (ah. . . cierto. . . aún llevaba en esos momentos aquel anillo que me había puesto). Los momentos en los que me dijo que me amaba, los momentos en el que le decía que lo amaba; los momentos felices, los momentos felices, los momentos felices. . .

Sólo él me había hecho tan feliz.

Valla. . . , incluso al borde de la muerte sólo era capaz de pensar en él.

Sólo esperaba a sentir mis huesos chocar contra el frío pavimento.

Sólo. . .

. . .

.

.

"¿Qué?"

"Ah. . . ¿ya habré muerto?"

Pero sonaba una voz que me llamaba, me llamaba al borde del llanto. . . no. . . ya entre sollozos.

Sueño, tenía muecho sueño.

Toda mi mente se nubló. . .

.

.

Me sentía cómodo, descansando como si todos los pesares fueran simples sueños que desaparecieran al despertar, y que no perduraran en mi memoria como para considerarlos recuerdos. Algo me decía que despertara, que había algo que me esperaba, pero no quería, aquel sentimiento de paz era tan placentero.

Misteriosamente el aroma de Shizuo se encontraba presente. Aquella comodidad que sentía sólo podía compararla a cuando dormía acurrucado entre sus brazos y con su respiración chocar con la mía.

Algo me decía que despertara.

Tenía que despertar.

Me levanté de golpe, con un inmenso dolor en la cabeza y alrededor del cuerpo. Mi vista se encontraba nublada y la cabeza me dolía a horrores.

Creía que ya había muerto, pero seguía vivo.

Aunque aún así nada había sido un sueño.

Pero una voz me hizo reaccionar, justo cuando sostenía mi cabeza entre mis manos debido al dolor que sentía.

Celos [DRRR!!] ~ ShizayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora