CAP. 27

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Comenzó a acercarse más y más, Dios jamás había podido resistirme a esa profunda mirada.

—Claro que no caí bajo...— susurré —Y lo sabes— si no era así, por que se estaba literalmente muriéndose de celos. Me corrí hacia un lado para escaparme de su aprisionamiento, pero fue inútil.

—No me digas que ese imbécil te soporta tus caprichos— levantó su ceja.

—No solo los soporta...— ahora yo acorté la distancia entre nosotros, -Rayos que ganas de besar esos labios rojos- pensé perdida en ellos —Los cumple. — está bien tal vez no era del todo cierto, o no era para nada cierto, pero Johann no tiene por qué saberlo. Ya que no le diría 'En realidad estoy sola, porque Pimentel ni la hora me quiere dar'

Tiré fuerte de mi brazo logrando que me soltara y así regresar al salón de clases sin ni siquiera detenerme por el libro que había olvidado.

— ¿Pu-Puedo entrar?— tartamudee

—Llega tarde una vez más Srita. Henderson— me informó

—Lo siento— me disculpé y entré para caminar hacia mi lugar.

Dios mío, mi corazón estaba a punto de descolocarse, ante la velocidad con la que palpitaba, -Vendrás a rogarme que vuelva contigo Johann Vera-.

Narra Joel:

—Hola lindo— susurró al momento de pasar a mi lado, así que supuse que me lo decía a mí. ¿Qué no se cansaba de que la rechazara? Negué con la cabeza y no detuve mi paso al igual que ella.

Caminé hasta mi lugar, dejé caer mi mochila a un lado y me senté para esperar a que el tipo ese que se hace llamar 'maestro' termine su taza de café y le den ganas de entrar a dar clase.

Volteé hacia la derecha, estaba Christopher con su novia o no me interesa que sea, y poco a poco el salón se iba llenando, hoy seguramente (tn) estaría sola. Lo que da como resultado (tn) molestándome a mí.

—Buenos días clase— ¿Qué no se sabía otra frase? Todos comenzaron a sentarse en sus respectivos asientos, excepto ella que aun no regresaba. –¿Quién te pregunto? A nadie le interesa si está o no- mi voz interna me reclamó. Tenía razón. —Hoy veremos el ultimo capitulo de...— ¿más capítulos?

— ¿Pu-Puedo entrar?— tartamudeo ¿nerviosa?

—Llega tarde una vez más Srita. Henderson— le recordó, aun que seguramente lo hacía intencionalmente solo para atraer la atención. Tan típico de ella. Ese vestido rosado un poco arriba de las rodillas no podía quedarse sin lucir. Patético ¿no?

—Lo siento— se disculpó y entró caminando hacia su lugar de siempre.

Tomó su bolso negro y sacó su celular, comenzó a teclear rápidamente, seguramente un mensaje. Lo dejó sobre el banco y miraba hacia Christopher quien volteó hacia abajo y sacó su celular, leyó y rio. Regresé mi mirada a (tn) quien ahora estaba concentrada en su libreta dibujando. Mordía su labio inferior mientras que la pluma en su mano no se detenía, acomodaba su cabello de vez en cuando y levantaba su mirada hacia el maestro, quien no paraba de hablar.

Un golpe en mi espalda me hizo reaccionar, me había quedado clavado viéndola.

—No me digas que eres otro de los que andan tras ese vestido rosa...

—Quieres callarte Max— le dije de mala gana

—Pues tan siquiera disimula— hablábamos en susurros —O Vera vendrá a reclamar lo suyo— por una extraña razón sentí que la sangre me hervía. Giré hacia él.

—En primera ella no me interesa, si me interesara no me importara 'disimular' y el imbécil de Vera puede venir a reclamar lo que quiera, tenlo por seguro que no se la acaba— no podía hablar más sinceramente.

— ¿Algo que quiera compartir con el resto de la clase Sr. Pimentel?— todos voltearon a verme.

—En realidad no— contesté serio acomodándome nuevamente

—Pues parece que tiene muchas ganas de charlar— ¿Charlar? —Hágame favor de cambiarse a ese lugar— señaló el asiento disponible delante de nada más y nada menos que (tn).

Con pesadez me puse de pie, ¿Que no podía haber elegido otro de los cinco asientos vacíos esparcidos en toda el aula?

Pasé delante del maestro, no sin perder la oportunidad de asesinarlo con la mirada, noté como se encorvaba un poco. –Que estúpido- reí en mi interior.

Pero que difícil era descifrar su mirada, -¿Qué demonios piensa?- me era imposible interpretarlo, su cabeza recargada sobre su brazo derecho. Sus ojos fijamente conectados con los míos. Era la única que no bajaba la mirada al sentir la mía. Incluso Ari, con años de conocerme se enojaba cuando la miraba así. '¡Basta! Me dan ganas de salir corriendo' decía con desespero, era una gran arma. Pero a ella parecía divertirle.

Miraba con atención todos mis movimientos, dejé caer mi mochila nuevamente y me senté en mi nuevo lugar. Primer error: Recargarme.

—Bienvenido chico malo— dijo con una leve risita y tomó el cabello de mi nuca, procurando acariciar mi piel.

Crucé mis brazos y me hice hacia adelante recargándome en el banco, para evitar que (tn) tuviera contacto alguno conmigo. Estaba a punto de quedarme dormido cuando una pequeña bola de papel cayó en la esquina de mi banco.

Lo tomé y lo abrí 'Dicen que le darás una golpiza al profesor Hoffman' la letra rosada me indicaba de quien provenía. Segundo error: Responderle 'En realidad se la merece pero no lo haré' sin ni siquiera disimular lo lancé hacia atrás.

Tercer error: Reírme. 'Si, también dicen que le tienes miedo' ¿Tenerle miedo? Lentes gigantes, pantalones cafés, sweater anaranjado, corbata de moño. Un nerd completo.

—Basta, ustedes dos ¡Fuera!— demonios.

~•Pensando solo en mi•~ Joel Pimentel (CNCO)Where stories live. Discover now