×2×

35.9K 4.6K 4.5K
                                    

Yugyeom cerró la puerta tras de sí. No volteó a ver a Jungkook ni una sola vez, a pesar de que su corazón se quedó junto a él. Pero no podía evitar sentir aquel dolor desgarrador del rechazo, de la vergüenza y la decepción.

Si, tenia quince años.

Si, aún no se presentaba biológicamente aunque sentía perfectamente a su alfa.

Si, era un niñato caprichoso.

Pero, todavía con su corta edad ¿No merecía ser tratado con consideración?
Ya había intentado de todo para demostrar que podía ser alguien merecedor de emparejarse, pero al parecer no era suficiente. Él mismo nunca era suficiente.

¡Dios! Sólo por su edad se supone que él no sabia lo que sentía.
"Tu no sabes lo que es el amor"
"Eres muy pequeño para enamorarte" "Estas confundido"

No, maldita sea. Él sabia muy bien lo que era el amor. Era eso que estallaba en su pecho cuando sentía el calor de Jungkook cerca de él, o el dolor que burbujeaba en la boca de su estómago al tenerlo lejos... Como ahora.

Tiró de su mochila en algún lugar de la sala y dejó caer pesadamente su cuerpo sobre el sofá. Mirar el insípido techo blanco parecía absolutamente entretenido ésta tarde, en lugar de estar pensando en su fracaso amoroso con su pareja.

¿Aun debería considerarlo su pareja? Porque ellos nunca lo había puesto en palabras, pero se sentía tan correcto cuando lo asumía que jamas había dudado de eso. Era cien por ciento consciente de que era una relación atípica, pero todo con Jungkook se sentía adecuado.

¡Rayos! Park Jungkook era todo lo que había conocido con respecto al amor. Fue el primero en entrar en su corazón y ciertamente se imaginaba con su omega hasta el final.

Algunas veces miraba a sus compañeros de clases cortejando a lindas chicas o hermosos chicos, podia notar los detalles, las miradas, algunas sonrisas furtivas y definitivamente veía los sonrojos en sus mofletes. La mayoría de ellos no habían dado su primer beso o siquiera avanzado tanto con sus potenciales parejas. ¿Lo mirarían raro de saber que él y Kookie hacían eso desde hace mucho?

No entendia mucho de aquello, no sabía como es que iba esa cosa de la conquista. Él desde siempre había sabido que Kook era su compañero y en sus mentes lo habían asumido así. Sin vueltas, sin regalos a hurtadillas y definitivamente sin tartamudeos al hablar.

¿Era eso en lo que estaba fallando? Porque no había que ser Einstein para darse cuenta de que ellos estaban mal. Muy mal. ¿Esperaba Jungkook que se comportara como esos alfas muy machos al rededor de un pequeño y tierno omega? Porque de ser así, podía hacerlo. Él podría tomar algunos apuntes de cómo hacer feliz a un omega.

No quería decepcionar a su pareja, quería hacerlo bien para mantenerlo contento

. Recuerda cómo su padre siempre dice: "Manten a tu omega feliz y todo en tu vida estará bien". Bien, eso es entonces lo que debía hacer.

Su padre, SeokJin, siempre se veía feliz al rededor de Namjoon. Incluso cuando fingía esos escandalosos enojos solo para conseguir un poco de atención extra de parte del alfa.

Tendría que tomar nota.

Namjoon jamás perdía la paciencia con él y siempre parecía dispuesto a correr al rededor de toda la ciudad para mantener una sonrisa en su rostro. No es como si su padre omega fuera un estúpido consentido, Jin tenia razones para estar agotado. Mantener cuerdo a un adolescente en el apogeo de su crisis emocional y correr detrás de una pequeña de siete años adicta al ballet y los juegos de té seguramente era atenuante.

¡No soy un bebé! × YugKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora