En otra dimensión.

Alocadamente divertido...

  Que larga noche... Creo que solo eh dormido unas 2 o 3 horas, pero bueno. Ya son las 5 am, debo irme a estudiar. Desayune rápidamente, y salí al ocaso de la luna llena, la cual parecía un gigantesco queso... ¡Tengo hambre! Bueno, vamos a entrar a mi mundo, así llego mas rápido... 

- Hola, buenos días -Grito Ana- 

- Hola... -Respondimos todos-

- Creo que hoy no habrá casi clases... 

- ¿Por qué lo dices? -Exclamo Jessi- 

- Pues, el libro de entrada esta vació. Solo vino el profesor de Física...

- ¿Eso significa que duraremos aquí hasta las 12 cuando empiece su hora no? -Dije-

- Pues si... 

  Ya cuando todos sabíamos que teníamos el día libre, empezaron a crearse los grupos de siempre, los "populares" se iban a los últimos asientos, los "nerds" iban a parar en los primeros, pero como yo y mi grupo eramos la combinación de ambos, quedábamos en medio. 

- Que aburrimiento... -Dijo Arturo-

- Juguemos a eso que inventaste... -Exclamo Ana mientras tocaba mi brazo- 

- Como quieran... -Dije sin mayor interés, pues ese juego me había dado un gran miedo, o gusto... No lo sé...  

  Ahora los grupos se habían desvanecido y solo había un gran circulo de adolescentes sedientos de adrenalina y diversión. O así les describo yo. 

 "Vamos, no seas cobarde" era lo que mas se escuchaba, chico... Chica... Chico... Chica, uno tras otro que se ponían enfrente de mi para poder "irse" por algunos segundos, que dentro de cada uno eran minutos, horas y alguno que otro que decía días... 

- Que miedo, ¿y hay reacciones a largo plazo? -Pregunto Elisabeth muy alterada y asustada-

- Sí, puedes quedar loca. Tal vez mueras... -Dije con sarcasmo- 

- ¡Ay, que miedo!

- Sé, relájate y respira rápido... 

- Bueno. 

  1,2,3,4,5,6,7,8,9,10... Eran los segundos que contaban todos en voz alta.

- ¡Arriba! 

- No me agarres una chichi... -Exclamo mientras reía y guardaba el aire nuevamente en sus pulmones-

  Mi gran cuerpo, y la buena fuerza que tengo me ayudaban a poder empujar el centro del pecho, contrayendo la traquea para que el oxigeno no subiera al cerebro. 

- Sé fue... 

  Esa, esa palabra era la que confirmaba que la persona se había desmayado completamente, y la que afirmaba el que su sueño empezaría.

- Volvió. 

  Esa, era la otra palabra que confirmaba el que la persona había regresado de su estado de sueño. 

- ¿Que viste? 

  Y esa pregunta, era la que mas se hacia a la persona que acababa de regresar. ¿Que sentiste? era otra, las 2 se unían y la persona respondía con dificultad...

- Pues... ¡Mierda!, ¿donde estoy? ¿Que estábamos haciendo?

- Estamos en el salón, y estabas dormida... 

- Uh, si ya recuerdo... Me duele la cabeza y el pecho...

- Sí, siempre pasa. Ya se te quitara... Ahora, ¿que viste?

- Pues, estaba en mi casa... Y cocinaba algo... Luego vi a mi padre... 

- ¿Tu padre? -Pregunto Moises, el cual era su hermano adoptivo-

- Sí, vi a papá... -Dijo Elisabeth con los ojos lagrimosos- 

- ¿Como es eso posible?, tu padre murió hace años... -Exclamo Moises con un tono algo enojado- 

- Lo sé, pero igual... Sentí que estaba con el... Me sentía feliz... 

  Ahora, un gran silencio reinaba el salón, pues todos los demás sueños eran "normales", algunos soñaban que caminaban por bosques, otros por calles. Algunos describían que nadaban. Y otros solo volaban. Pero este, este era algo tétrico...   

- Vamos, inténtalo tu... -Me dijo Marco mientras me acercaba a la pared- 

- No, estas loco... 

- Un poco sí. Eh visto como lo haces, vamos... 

- ¡No!

- ¿Tienes miedo de tu propio juego? -Dijo mientras subía una de sus asquerosas y gigantescas cejas- 

- Pues... 

- Inténtalo... 

  Una dulce voz, delicada... Como una flor... Pues era ella... 

- Inténtalo amor, no tengas miedo... Debes hacer lo que le haces a los demás...

  ¿¡Mi novia!?, ¿Mi novia quería que jugara a esto que podía matar a alguien? Esperen, ya que lo digo... Pienso en que hubiera pasado si alguno de todos estos zopencos no hubiera despertado... 

- Bueno, hazlo. -Dije repentinamente- 

- Ese es un verdadero hombre... 

  ¿¡Pero que!? Y ahora que me pasa, ¿por que dije que si? 

  Creo que es el poder del amor... ¿No?