La Venganza

Sufrimiento.

Percy POV

Después de atravesar la tormenta y reparar el barco en unas horas decidimos que era tiempo de viajar a Nueva Roma. Las bajas por la tormenta eran mínimas pero dolorosas, dos tripulantes habían caído por la borda.
Leo y sus dos compañeros habían sobrevivido pero habían vuelto con un par de golpes. Piper se había desmayado pero Jens logro encontrarla en los restos de una vela, estaba intacta. Pero eso no quitaba de que estuviese como loco buscando a Piper con la ayuda de Leo.

-Percy...-dijo una voz demasiado familiar. Yo había tratado con todas mis fuerzas esquivar está conversación pero al fin y al cabo se iba a producir.

-Annabeth-dije lo más seco y cortante posible

-se que estás enojado y lo que diga no va a cambiar nada-dijo al borde de llorar, cosa rara en una hija de Atenea-pero yo siempre te ame y fuera de que te tengo aprecio, no puedo vivir con esta mochila que es haberte fallado, a vos y a Piper.

-entonces?-dije mirándola mientras sujetaba el timón. Al seguir por mar era más seguro que yo navegara ya que podía detectar amenazas que por algunas de esas casualidades no eran tomadas por el radar.

-solo quiero disculparme, porque no me aleje a tiempo-dijo ella- y se que después de todo lo que pasamos hay una parte de mi que nunca te va a olvidar... Y apenas toquemos tierra firme voy a desaparecer de tu vista y la de Piper, eso lo juro por el....

-espera-dije yo mientras pensaba en lo sucedido- Annabeth, no te odio, solo necesito tiempo y por más que no desee verlos prefiero que se queden en los campamentos, son semidioses poderosos y los necesito, son el recordatorio de que no todo es lo que aparenta ser. Además son mis amigos, solo espero que no me fallen de nuevo... Porque ahí se las verán directamente conmigo...

-esta bien Percy, pero lo único que pido es que no nos mires mal-dijo ella, volviendo a ser Annabeth de nuevo.

-no hay drama con eso-mire sobre el hombro de Annabeth y Vi a Piper mirando raro hacia donde estábamos nosotros, yo solo le guiñe y le dedique una sonrisa.
Ella comenzó a caminar hacia las escaleras y se me llenó la cabeza d preguntas.
- Annie, que hacían con Alabaster?- dije de forma más seca.

-Ya cuando tengamos un tiempo te contare bien las cosas, ahora debo dormir-decía con la mirada perdida en el horizonte- y antes que me olvide, hacen linda pareja con Piper.

Me quede pensando de donde había sacado eso y solo sonreí con mi mirada sobre el mar.

A veces debía usar más la cabeza, tanto Annabeth como Jason eran semidioses poderosos y no me podía dar el lujo de dejar que caigan en manos enemigas o mueran. Estar en constante guerra me estaba agotando y en el fondo sabía que un semidiós con mi fuerza nunca iba a descansar en paz o por lo menos tener la certeza de que iba a morir en combate.
Siempre me imaginé en un futuro muriendo en una cama, con Annabeth cuidando de mi. Todo se había esfumado y era un vago recuerdo que cada vez desaparecía más en mi mente.
Aunque a veces lo negara, una parte de mí reconocía que era el líder de los campamentos y debía comportarme. Y cómo tal, tanto Jens como Jason eran peligrosos, pero ambos demostraban en combate que podía trabajar con ellos y que en caso de no estar más iba a poder confiar en ellos.
Además de Leo y Nico, ambos estaban destinados a ser semidioses más poderosos. De sobrevivir a esta guerra, los dioses en el fondo deberían saber qué, de qué descuidarnos a nosotros, su reinado caería fácilmente.
En ese momento Leo puso una mano sobre mi hombro, lo cual me devolvió a la tierra.
-Debemos volar para alcanzar Nueva Roma-dijo Leo mientras observaba cómo Jens ordenaba las poleas junto con Jaz.
-es todo suyo comandante supremo-dije en tono jocoso, el solo dio media sonrisa.
-todos prepárense, tomen sus armas en 20 minutos estamos en Nueva Roma-dijo con un grito Jens.
Annabeth me hizo señas y la seguí, en el camino llamo a Jens, a Alabaster, a Piper y obviamente, tanto Jason como Cárter nos siguieron.
Entramos al camarote principal y cerramos la puerta.