Guerra I

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Reyna POV

-retirada, todos a Nueva Roma-grite mientras mataba a un esclavo-Kyle has sonar el cuerno.
Kyle tomó el cuerno y lo hizo sonar por todo el valle. Las filas romanas se cerraron y empezaron a retroceder en bloque, algunos grupos estaban rezagados pero hicieron la formación de tortuga y comenzaron a retroceder. Nos superaban en número y estos días de pleno combate nos estaban agotando, nunca imaginamos un ataque tan masivo, los fortines que nos habían dado mucho tiempo ahora solo habían servido unos días. El único que no había caído era en donde estaba Frank y los griegos, los cuales no habían cedido, pero estaban rodeados y sin posibilidad de recibir provisiones.
Kyle era el único al cual Frank le había encomendado la tarea de volver para dar las noticias y prepararnos mejor.
Los gritos de dolor de ambos bandos predominaban en el aire, el choque de espadas, escudos, hachas y lanzas generaban un bullicio atronador. La lluvia hacia más pesado caminar sobre lodo, lo que antes era tierra firme, los vientos ondeaban la bandera de ambos bandos. Gracias a los dioses no se había perdido ningún águila, pero si muchos semidioses que habían caído en batalla.
Kyle se acercó a mí y dijo:
-Reyna los refuerzos cuando llegaran?
-se supone que deberían estar aquí, no sé dónde están-dije-debemos mover a las tropas dentro de Nueva Roma, los edificios nos ayudaran a hacer un embudo y sera mas fácil contenerlos.

Los semidioses empezaron a ingresar por la entrada, los heridos iban primeros, las cohortes una y dos se habían quedado defendiendo mas adelante hasta que entraran la mayoría de los semidioses.

-Reyna los arqueros están en posición, hay que dar la orden de retirada-dijo Dakota, estaba con los ojos hinchados y tenia moretones en varias partes de la cara, se notaba que estaba agotado como todos los demás.
En ese momento un carnyx sonó a lo lejos y las tropas del rey esclavo se retiraron, en su totalidad. Todos se dirigían a la fortaleza de Frank, se encontraba a unos kilómetros de Nueva Roma, lo cual significaba que los soldados que volvieran iban a llegar muy cansados después de la batalla.
-ordena que todos entren, y dile a Quiron que terminen de armar las trampas-dije mirando a Kyle-tenemos un par de horas más.
-y que haremos con Frank y Clarisse?-preguntó Dakota
-hay que rezar a los dioses de que los protejan, van a afrontar una noche muy dura.

Frank POV

El asedio que estábamos sufriendo, nunca lo viví, ni siquiera el asedio que hicimos romanos a griegos se comparaba a la magnitud de este, la lluvia nos impedía una clara visibilidad, la falta de provisiones nos había obligado a comenzar a reducir las porciones para cada uno, y hazme caso que cuando eres un semidiós y consumes tanta energía, quieres llegar y comer un elefante. Llevábamos días así, las primeras horas del ataque había sido igual a cualquier otro, pero cuando sonó el carnyx el ejército se separó, uno partió hacia Nueva Roma y el otro nos sitió, rodearon todas las rutas posibles de suministros y de posibles refuerzos. Antes de lograr cerrar el círculo Kyle logró escapar y dar la alerta en Nueva Roma, solo esperaba que Reyna y los demás siguiéran luchando.
La alerta de la fortaleza se disparo nuevamente, lo cual significaba otro ataque, me transforme en águila y fui a posarme en la muralla principal. Miles de antorchas se aproximaban desde Nueva Roma y otras miles se aproximaban desde el bosque, la lluvia no daba tregua y a las tropas enemigas se les dificultaba un avance rápido hacia la fortaleza. Aunque eran ampliamente superiores, apenas empezó la guerra, está fortaleza tenía cerca de 300 soldados, ahora con las bajas ese número había reducido drásticamente, teníamos cerca de 200 semidioses.

-Frank estará bien Nueva Roma?-preguntó Barry, hijo Venus-o por qué vienen antorchas de esa dirección?
-seguramente si Barry, no se escuchan felices los esclavos, vendrían celebrando o hubiesen hecho algo para burlarse-respondí, debía tener el control de mis hombres y enfocar su mente en la batalla que se aproximaba.
El carnyx volvió a asomar y los enemigos comenzaron a gritar, golpear sus escudos y arrojar cosas hacia la fortaleza sin mucho éxito.
Un hombre salió entre el ejército seguido de tres más, según mis conocimiento y lo que había podido averiguar eran Espartaco, el líder, Gannicus y Castus, capitanes de los Celtas y por último se encontraba Crixus, jefe de los galos.
-hoy venceremos el yugo romano y nos bañaremos en su sangre y la de sus aliados-gritó Crixus a toda voz.
El ejército coreo el nombre de Crixus, y la cara de Espartaco se contrajo en una mueca de desagrado, esa cara se repitió en Gannicus y Castus. Algo encajo en mi mente, los esclavos no tenían líder definido, por lo tanto los jefes se peleaban entre ellos por el poder, una ventaja a la hora de atacar que había que aprovechar.
-por última vez, le damos la posibilidad de rendirse y ser nuestros esclavos-gritó Espartaco-o sufrirán mil veces nuestra venganza.
La voz de Clarisse corto el aire.
-ven a buscar tu venganza hijo de perra-después de esto surgieron una bocanada de insultos contra los esclavos y sus hábitos que hicieron poner a más de uno colorado.

La VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora