18. Finalmente aqui

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(...)

-Pastillas para el dolor

-Sabes que no tomo nada de eso –resoplo tirándome delicadamente en el sillón de la sala.

-Algo de comida para esta noche –sigue enumerando Sophia.

-Creo que Jacob dejo algo en la nevera

-Bien casi acabamos, el celular en mano

-Siempre en mi bolsillo

Llevaba una hora, o quizás más, hablándome de las cosas que debía y no hacer como si tuviera cinco años. Sería solo una noche por dios.

-El bate de béisbol de Jacob y/o gas pimienta –dice haciéndome arrugar mis cejas.- y eso es todo, ¿tienes alguno en mano?

-¿Debería?

Coloca sus brazos en jarra y me mira indignada. -¡Por supuesto! Ese maldito se merece más que un buen golpe o un poco de ardor en los ojos

Y si, esa es la razón por la cual me dejarían sola esta noche. El vendría a hablar conmigo, y ellos quisieron darme un poco de privacidad aunque les dije que no era necesario, insistieron.

-Sophia por favor, debo de actuar como una persona madura. Solo espero que las cosas terminen bien –y enserio lo deseaba.

-Bien, solo si necesitas algo o ves que las cosas giran para un lado que no te gusta, me marcas ¿Si?

-Si mamá –río haciendo que coloque sus labios en puchero.- Ya vete

...

Tenía dos horas esperando, debería de haber llegado hace media hora pero resulta que gracias a la televisión y las noticias me enteré que había estado en casa de Alexandra. Admito que aun duele, como dije no creo que deje de hacerlo, pero si puedo intentarlo. Sé que puedo y lo haré, en unos meses más estará completamente olvidado, más allá que deba verlo, debo aprender a convivir con él. Unos golpes en la puerta me interrumpen de mi nueva novela que empecé hace apenas unos días y ya estaba por la segunda temporada, "Gossip Girl".

Mi corazón latía frenéticamente, estaba demasiado nerviosa. Por fin lo vería luego del viaje, tenía miedo que me afectara de la manera que sentía que lo haría. Debía ser fuerte, por mí y por mi bebé. Abro la puerta encontrándome con esos ojos que me enamoraron la primera vez, iba desarreglado, una simple remera y un jean. Un outfit bastante cómodo, ideal para viajar en avión.

-Hola Alex –soy la primera en saludar, debo parecer fuerte, como si nada de esto me afectara para nada.

-Lee –pronuncia mirándome de los pies a la cabeza, deteniéndose en mí estomago hinchado. –Por dios

Sonrío por inercia, mi hijo cada vez está más grande, no veo la hora que nazca y poder cargarlo, y llenarlo de besos.

-¿Quieres pasar? –pregunta estúpida ya que obviamente pasaría, pero solo quería romper el maldito silencio.

Asiente pasándome, camina directo al sillón y toma asiento cerrando los ojos una vez que su trasero toca el colchón. Parecía cansado, muy cansado.

-Te traeré algo de comer, no te ves bien –arrugo mi frente mientras camino a la cocina sin siquiera esperar su respuesta.

Preparo unos sándwiches de milanesa dejándolos en una bandeja junto al jugo y agua para mí, camino hacia la sala dejando la comida arriba de la mesa frente al sillón. Todo esto es incómodo, y me duele que lo sea

-¿No quieres acostarte un rato? Te ves terrible –menciono un poco preocupada, podía incluso ver sus ojeras desde aquí.

-Vaya, gracias –sonríe burlonamente, tratando ocultar su malestar.-Estoy bien Lea, solo que aún no me recupero del viaje y la diferencia de horario

-Bien –asiento manteniendo mi mirada en él, se veía terrible pero además mis ojos se habían quedado fijos en los suyos. Odio cuando eso pasa, parezco una loca.

Parpadeo varias veces sacando mi enfoque de sus ojos y me siento frente a él, ya había comenzado a comer de su sándwich. Esto era muy incómodo, no me sentía a gusto y eso me hacía querer llorar.

Todo fue muy impulsivo, me levante de repente y le dije que estaría en mi habitación, sin esperar su respuesta prácticamente corrí hacia allá. Me puse a tender la cama, más bien a estirarla, luego prendí la televisión mientras doblaba la ropa de mi bebé que Sophia junto a Jacob me habían traído esta mañana. Mis ojos se mojaban cada vez que veía ropa o cosas de bebés, todo era muy emotivo, pensar que en nada tendría a mi bebé para abrazarlo, mimarlo, besarlo.

Sentí pasos aproximarse poniéndome nerviosa, había terminado de comer lo que conllevaba a la esperada charla. Justo antes que él hiciera su aparición imágenes de Alexandra junto a él aparecieron en la pantalla, en ninguna aparecían besándose para mi suerte pero si de la mano. Tal como cuando salíamos y él tomaba mi mano para hacerme sentir que estaba conmigo, para hacerme sentir protegida. Enojada conmigo misma deje lo que estaba haciendo, luego tendría tiempo de doblar todo, apague la televisión y al girar para ir al comedor me lo encontré con su mirada en la pantalla ahora negra. Me aclare la voz esperando que eso lo despertara de su trance, lo cual funcionó, estaba a punto de hablar cuando sentí que no quería escucharlo, no quería empezar la charla porque eso conllevaba a nuestro fin, aunque nuestro fin quedo escrito cuando empezó a sentir cosas por otra mujer.

-¿Qué opinas? –hablé más rápido antes de que su boca emita un sonido. –Sophia y Jacob lo compraron esta mañana.

-Wow, cada vez esto es más real –sonríe mirando la ropa, camino hacia ella y tomo unos pantalones.- Por dios, mira que pequeños son

Suelto una carcajada, todo era muy pequeño que daba gracia. No veía la hora de verlo con todo esto puesto.

-Luego debo ir por algunas cosas más, faltan dos meses para que el bebé nazca y casi no tengo nada –suspiré recogiendo toda la ropa mini esparcida por mi cama.

-No te preocupes por los muebles, ya me encargue de ello, solo falta que entres a la página, los veas y me des el okey

-Oh, bueno eso es increíble. –dije sintiendo un peso menos. –Y no te preocupes estoy segura que me encantaran

Lo vi asentir y mirar cada rincón de la habitación. Parece que no era la única queriendo posponer esto, pero ya era suficiente, cada minuto que pasaba me sentía terriblemente mal y no era bueno para el bebé.

-Creo que ya es hora –murmuro mirando a sus ojos.

Pareció confundido al principio pero luego entendió, murmuro un "si" y camino hacia la puerta esperando que pase primero. Nos sentamos en el sillón, frente a frente, en total silencio hasta que el decidió romper el hielo.

-Lo siento

Y era la primera vez que lo escuchaba disculparse en persona, era aún más doloroso que por llamada, lo hacía real.

Negué reteniendo el nudo en mi garganta. –No es necesario esto, simplemente nos saltemos esta parte

-Claro que no, necesito explicarte todo

-Está bien –apenas pude contestar.

A pesar de no querer saber nada, me conformaba con terminar bien las cosas, por Milo. Pero una parte de mi necesitaba escucharlo todo de sus labios, era la única forma de acabar con todo esto de una vez por todas.


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Nota de Escritora: Finalmente luego de una larga espera, lo siento mucho.

Estoy escribiendo una nueva novela, que espero sea un libro en un futuro. Estoy muy, demasiado emocionada, espero les guste cuando lo publique (aun falta mucho, no lo esperen xd)

Facebook (para l@s que quieran leer las partes censuradas) Iamdanixo

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