7-Volviendo a comenzar

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Llevábamos como media hora así, abrazados sin decir ni una sola palabra. Solo nuestras respiraciones podían oírse y sentirse. Decir que no me moría de miedo seria una completa mentira, vaya que tenía miedo, pero ya no iba a dejar que aquello me alejara de lo que amo, ya no iba a permitir que nada ni nadie me aleje del chico frente a mí, el amor de mi vida, la persona que amé, amo y amaré siempre. Mi primero y último.

Mis ojos seguramente estaban hinchados y rojos de tanto llorar, no pude evitarlo, aun esas ganas estaban presentes pero ya no lloraría, de ahora en mas debíamos disfrutar los momentos juntos y esperar con ansias la llegada de nuestro príncipe o princesa.

-¿Está todo bien? ¿Te sientes bien? –preguntó con rostro preocupado al separarse un poco de mi.

Tras soltar todo el aire contenido asentí y sonreí.- Estoy bien, no te preocupes

-¿Aún tienes ganas de salir?

Luego de todo lo sucedido, había olvidado por completo la salida programada para esta tarde

-Por supuesto –afirmé.

-Bien, entonces deberías ir a cambiarte un poco menos formal –río levemente depositando un casto pero suave beso en mi frente.

-Hay ropa de Jacob en el cuarto de Sophia si gustas cambiarte –ofrecí.

Me levante para dirigirme a mi habitación pero antes me pare para señalarle donde se encontraba el cuarto de mi amiga. Opte por una calza negra y una remera media suelta blanca, desde que mi panza brotó tuve que comenzar a usar remeras y pantalones sueltos, nada apretado. Por último ate mi pelo en un moño como pude y coloque mis zapatillas Nike blancas.

Salí dispuesta a buscar a Alex y decirle que ya estaba lista y ver si el también ya lo estaba, camine hasta la sala de estar y allí parado se encontraba mirando su celular lejano a que estaba frente a él. Carraspee para llamar su atención, levanto su mirada fijando sus ojos en mi atuendo y luego en mi rostro con una hermosa sonrisa en su bello rostro.

-Amo como te queda la ropa suelta –dice a los segundos.

-Es lo único que puedo usar –reí un poco avergonzada.

-Y amo saber él porque

(...)

Al final decidimos ir a comer a un restaurante que encontramos en el centro, pedimos unos tacos y nos sentamos con las miradas de todos en el lugar encima de nosotros. No molestaba al punto de enojarse pero si incomodaba, el tratar de comer adecuadamente sin que ningún tipo de aderezo se quedara en tu boca o que ningún pedazo de pollo o carne callera en la mesa ya que si no mañana esas imágenes estarían por todas las redes sociales.

-Siento que tenga que ser de esta forma –murmuro el dejando caer su rostro en mi cuello ocultándose de las cámaras.

-Está bien –le sonreí a pesar que no pueda verme y acaricie su cabello con mi mano libre- entiendo que no hay nada que puedas hacer, ellos no se irán

-Lo sé –gruñe y puedo sentir su respiración en mi cuello haciendo que se me erice la piel de ese sector.

-Alex todos nos miran y no dejan de tomar fotos –digo nerviosa y siento mis mejillas arder.

-No me importa, quiero que todos sepan que soy tuyo –dice dejando un beso en la zona donde estaba reposando su cuello y alejándose para mirarme a la cara y sonreírme.

Impulsivamente mi cara se va para delante en un movimiento rápido dejando un pequeño y rápido beso en sus labios. Puedo sentir los flashes aumentar pero mi cara se desvió rápidamente a su cuello muerta de la vergüenza, Alexander había quedado con una cara de sorpresa increíble, claro que no se lo veía venir, en lo absoluto.

Changes ©Where stories live. Discover now