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10- Su bebé es...

-Lee, hermosa quédate quieta –escucho decir a Alexander que se encuentra sentado a un lado de mi pero no puedo hacer caso a su pedido.

Seguí moviéndome en mi asiento hasta que un señor con bata blanca se acerco diciendo mi apellido, rápidamente con Alex nos pusimos de pie y lo seguimos hasta el consultorio.

-Bien, hoy haremos el chequeo diario y según me dijo la secretaria quieres saber el sexo del bebé

-Así es –asiento atropelladamente, siento la mano de Alex tomar la mía y acariciarla.

-Bueno, le voy a pedir señorita Palvin que se recueste en la camilla, levante la remera hasta donde empiezan sus bustos y se baje solo apenas el pantalón –dice

Hice lo que me pidió con ayudar de Alexander quien no se separo ni un segundo de mí, una vez lista para que el doctor haga su trabajo el chico al lado mío agarro mi mano apretándola un poco.

A los pocos segundos el doctor coloca un gel sobre mi estomago y pasa por arriba el aparato deslizándolo por todo mi estomago haciendo caras las cuales preferí no ver llevando mis ojos a Alex que no dejaba de mirar los movimientos del doctor y la pantalla.

-Veamos...-comienza diciendo mirando la pantalla- muévete un poquitito bebé así puedo verte

Me reí por impulso, este doctor ya me había caído bien.

-Perfecto –dice nuevamente- su bebé es un hermoso varón

Lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, Alex se agacho dándome repetidos besos pronunciando te amo antes de cada uno y pude apreciar un par de lagrimas saliendo de sus bellos ojos.

Luego de nuestro momento emotivo el médico retiro el gel, Alex prendió el botón de mi pantalón mientras yo me bajaba la remera. Minutos después estábamos saliendo por la puerta del hospital con cita dentro de un mes nuevamente para chequeo.

-¿Dónde estamos yendo? –pregunto curiosamente mirando las calles de LA.

-Mi madre dijo que al salir del hospital nos esperaba a comer –dice llevando su mano izquierda a la mía.

Asiento regalándole una sonrisa y vuelvo mi mirada a la ventana. Seis minutos después Alex estaciono frente a la casa de su progenitora quien ya se encontraba esperándonos en la puerta.

-¡Por fin llegan! No daba más de la emoción –dice ella regalándonos un abrazo a ambos.

-Lo siento, el trafico nos retraso un poco –se disculpa Alex llevándome de la mano dentro de la casa.

-Bueno siéntense, ahora les sirvo la comida

Nos sentamos esperando que María vuelva con el almuerzo, estaba hambrienta, todo esto del hospital y la espera para saber de mi bebé me dio muchísima hambre.

-Acepte venir porque mi madre prácticamente me amenazó, pero hoy te quiero toda para mí –susurra Alexander en mi oído.

-Que malo eres con tu madre –río dejando un beso en su mejilla justo antes de ver a María con los platos.

-¿Y bien? ¿Dejaran de hacerse los misteriosos y le dirán a la abuela si su nieto será un hermoso nene o una hermosa nena?

Ya habíamos terminado de comer, íbamos por el postre y no habíamos mencionado absolutamente nada sobre el sexo de nuestro hijo, entendía la desesperación de María.

-Lo siento María, lo olvidamos por completo –me disculpo- será un varoncito

-Oh dios –murmura y mira a Alex- tendrás un varoncito