Good girls are Bad Girls.

Capítulo 13.

Llegamos bastante temprano al hotel, y el horror, al ver que en la habitación sólo había una cama, se apoderó de mi. La monté en la recepción del hotel, en la cuál, sólo se disculparon, diciendo que no había más habitaciones libres. Definitivamente había sido una mala idea. 

Hacía mal tiempo, pero decidí irme a dar un paseo por las afueras del hotel. Era una especie de casa grande, con una explanada de césped enorme, era realmente hermoso. Luke, debió pensar que era una buena idea seguirme, porque ahora estaba a mi lado, y no dejaba de hacerme preguntas que no estaba escuchando, ya que llevaba mis auriculares puestos. Finalmente, como era de esperar, me sacudió un hombro, para que le prestara atención. Me quité los cascos y le miré.

- Te estaba diciendo que si quieres, duermo en el suelo, no quiero que te sientas incómoda.- Dijo con el ceño fruncido.

- No hace falta, dormiré yo en el suelo, soy la invitada.

- Por eso mismo, no dejaré que duermas en el suelo.- Replicó.

- Um... Está bien, ya discutiremos eso después ¿Puedes enseñarme esto? Quiero empezar a ver cosas ya.

- Claro.

Me enseñó todos los al rededores del hotel, definitivamente, era mejor de lo que jamás había imaginado. La naturaleza rebosaba por los cuatro costados a cada lugar que ibas, y te invadía una sensación de libertad increíble, te entran ganas de gritar al  viento que eres feliz y que el mundo entero debería ser así. Se nos hizo de noche en seguida.

Una vez en el hotel, Luke y yo comenzamos a discutir nuevamente de quién dormiría en el suelo.

- Definitivamente, dormiré yo.- Dijo él, tirando una almohada al suelo y cogiendo unas mantas.

- No es justo. Yo vine aquí gratis. Si hay alguien que debería dormir en el suelo sería yo.- Ataqué.

- Buenas noches Tess, dijo apagando la luz y tumbándose en el suelo.

- ¡Hemmings! ¡Te estoy hablando!

- Quiero dormir, Prior, cállate.- Me regañó.

Me tumbé en la cama malhumorada, intenté conciliar el sueño, pero hacía demasiado frío en la habitación, pude oír al australiano revolviéndose, probablemente estaría muriéndose helado.

- ¿Luke?- Pregunté. 

- ¿Umm?

- Quizás... Tú querrías... um... ya sabes... dormir conmigo... hace demasiado frío para dejarte dormir ahí.- No me podía creer lo que acababa de decir.

- ¿Segura?

- Sí.- Mentí.

Él se levantó y se metió a la cama, tratando de alejarse lo máximo posible de mi, para no incomodarme, supuse, pero, yo tenía demasiado frío, así que me acerqué a él y me acurruqué contra su pecho, él me abrazó, para mantener calor en su cuerpo, y poco a poco, conseguimos dormir así, en esa extraña posición, tratando de no helarnos.

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A la mañana siguiente, cuando desperté, seguía con los brazos de Luke rodeando mi cintura, la diferencia es que el sol estaba entrando por la ventana y comenzaba a tener calor, traté de moverme, pero aólo conseguí que me apretara más contra él, así que me rendí y me quedé ahí, acurrucada a su lado, hasta que decidió despertarse.

- ¿Qué calor hace ahora no?- Dijo nada más despertarse.

- Buenos días a ti también.- Gruñí.

- Vaaaaya, parece que alguien no tiene buen despertar.- Dijo mientras se levantaba de la cama.

- Eso no es verdad.- Volví a gruñir.

Lo cierto es que tengo MUY mal despertar, hasta que no desayuno, no vuelvo a ser yo.

- Lo que tú digas.- Dijo riéndose. 

Cogió algo de ropa y se metió al baño.

- ¡Eso no es justo! Yo también quiero ducharme.- Le grité.

Obviamente, me ignoró.