Capítulo 2.

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Estábamos todos en silencio. En shock por lo que acabábamos de ver. Cuando de pronto oí desde el suelo:

- Pelirroja, si no hablas de esto, os dejaré en paz a los dos.

- Está bien. Pero no me llames pelirroja.- Dije de nuevo asqueada.

Él hizo un gesto de fastidio. No me quedé a ver cómo se levantaba, cogí la mochila y me fui. Intenté encontrar a Luke para darle las gracias, pero parecía que se había esfumado. Quizá habían ido a recogerle. Daba igual. No me gustaba nada lo que acababa de pasar. Le había pegado una patada en el estómago, me había ayudado a huir y había tumbado al matón del instituto por mi culpa. Y no me gustaba deberle nada a nadie.

Me di por vencida y regresé a casa. No había nadie, como de costumbre. Tiré las cosas en el sofá y pedí unas pizzas. No estaba de humor para cocinar. Después de comer me puse  a hacer los deberes cuándo vi una nota pegada con celo en mi lápiz. No lo había usado en todo el día, sólo en historia. Sólo podía haber sido Luke.

La despegué con cuidado y descubrí que era un número de teléfono. Me apresuré a llamarle. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Piii. Mierda. Pruebo otra vez. Uno. Dos. Tr...

- Hi. It's Luke...

- Hola Luke, soy Tess.- Le interrumpí.

- ¿Tess? No sé quién eres.

- La chica de los lápices.- Dije con confusión. Pensaba que le había dicho mi nombre.

- Ah, así que ese es tu nombre.- Dijo él dubitativo.

- Te llamaba para darte las gracias por lo de Brock y pedirte perdón por haberte metido en ese lío.

- Está bien, no importa. No eres la única que sabe pegar.- Dijo riéndose.- Bueno Tess, te tengo que dejar. Mañana nos vemos.

- Umm... Está bien. Hasta mañana.

Y colgó. No sabía que pensar de ese chico. Primero se había reído de mí, pero en realidad me había dado su número. Después me había defendido. Supongo que podríamos llegar a ser amigos. O algo.

Me puse a hacer el trabajo para distraerme.

Cuando terminé eran las nueve. Aún no había llegado nadie a casa. Me comí una ensalada en mi cuarto y estuve leyendo hasta que me quedé dormida.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

*Pi* *Pi* *Pi*

Me desperté sobresaltada por la alarma. Me levanté corriendo hacia el baño, llegaba tarde, como siempre. Me arreglé rápidamente y salí escopetada hacía el instituto. Una vez allí me di cuenta de que me había puesto un calcetín de cada color. Intenté meterlos por dentro de las converse. Caso perdido. Llevaba shorts así que los calcetines se verían sí o sí. Andaba concentrada en colocar mis calcetines cuándo noté que alguien me daba un azote. Me di la vuelta dispuesta a gritar a alguien cuándo vi a Brock y a sus matones riéndose. Me acerqué a ellos amenazante.

- ¿Quieres que cuente lo que sucedió ayer?- Su cara cambió completamente.

- Pelirroja, si haces eso morirás.

- Tú prometiste dejarnos en paz. Y me acabas de tocar el culo, capullo.- Estaba cabreada. Muy cabreada.

- Es que tienes un muy buen culo.

- Eres un capullo.- Dije. Y acto seguido le metí un puñetazo.

Brock se tambaleó hacía atrás y se llevó una mano a la nariz, que le estaba sangrando.

- Joder Tess, estábamos de coña.- Dijo él ¿asustado?

- ¿Te están molestando otra vez?- Oí preguntar a Luke con su particular acento.

- Tranquilo, no creo que me vuelva a molestar.

Me alejé de ellos y agarré al nuevo del brazo. No iba a dejar que Brock lo pagara con él otra vez.

- ¿¡Qué le pasa a ese capullo conmigo!?- Pregunté gritando, para mi misma.

- ¿Por qué le has vuelto a pegar? No es propio de señoritas ir pegando a la gente por ahí.

- Me ha tocado el culo y después ha intentado vacilarme.- Dije y me alejé a buen ritmo.

Entré directamente en clase. El novato me seguía y cuándo me senté se acercó a mi de nuevo.

- La verdad es que tienes un buen trasero.- Dijo con una sonrisa.

- ¿A ti qué coño te pasa?

- Sólo es una broma, relajate, señorita de los lápices.

- No me llames así.

- ¿Y cómo quieres que te llame?

- O me llamas Tess, o nada.

- Okey, 'Nada.'

Le lancé una mirada asesina y se alejó riéndose. Ese chico empezaba a resultarme molesto. Además no era original. Esa broma seguro que la había sacado de 'Las ventajas de ser un marginado' ('las ventajas de ser invisible' en latinoamérica).

Good girls are Bad Girls.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora