Tú eres la razón. (#FixYou2)

Capítulo 3: Lo que siento por él.

Todos me dan un ligero aplauso, mientras yo me dirijo a la entrada del departamento para dejar la puerta mal cerrada y apagar la luz.

Esperamos todos pacientemente por algunos minutos, hasta que escuchamos el elevador llegar y luego unos pasos que se dirigen al departamento.

Efectivamente es Andrew y de inmediato comienza a llamarme cuando se da cuenta de que la puerta no esta cerrada.

-¡Sorpresa!-de inmediato gritamos todos mientras enciendo la luz para que todos podamos observar la sorprendida expresión Andrew.

-¡Feliz Cumpleaños amor!-exclamó emocionada mientras me cuelgo de su cuello para abrazarlo. De inmediato me sostiene para que no caigamos y sus manos van hacia mi espalda, que esta desnuda debido al escote de mi vestido. Espero sentir algo, porque aunque no quiera, recuerdo aquella vez que por primera vez me puse un vestido como este y fuimos a la discoteca... Cada toque de Cristián en mi espalda se sentía como electricidad pura que viajaba por todo mi cuerpo y lo recuerdo perfectamente a pesar de la borrachera que me puse... Pero con Andrew sólo es un toque normal...

-¿Tú organizarse todo esto?-me pregunta Andrew, interrumpiendo mis recuerdos, mientras me separa ligeramente de él.

-Sí, ¿te gusta?-le pregunto fingiendo que no estaba pensando en Cristián.

-Me encanta -me responde luciendo increíblemente feliz mientras escucho la voz de su mamá acercándose a mis espaldas, por lo que me separó de él y dejó que los demás lo feliciten también.

Mientras observó como todos lo felicitan, siento una mano darle una apretón a la mía, de inmediato me giró a ver al dueño de esa mano y me doy cuenta de que es Sierra; que sin decir una palabra me está dando el apoyo que necesito. Me conoce mejor que nadie y se que mi mirada quizás me está delatando, por lo que me giró para calmarme un poco; pero al girarme me encuentro entre los brazos de Eric que me da un abrazo fugaz antes de acercarse a Andrew para felicitarlo y distraerlo.

-Hablaremos de esto luego-me susurra Sierra al oído, antes de darme un beso en la sien de mi cabeza y alejarse también.

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-Gracias por haber hecho esto para mi hijo-me dice Marissa, como ahora ha insistido que la llamé, cuando esta por marcharse. Son los únicos invitados que quedan por lo que Sierra y Eric ya estan comenzando a limpiar.

-No debe agradecerme nada, sólo hago esto para que Andrew este feliz -le respondo y la abrazo para luego acompañarlos a la puerta.

-Fue una buena fiesta-digo a nadie en especial,mientras yo también comienzo a limpiar. Después de todo, los recuerdos no me impidieron disfrutarla; porque los obligue a quedarse guardados en fondo de mi cabeza. Todos comimos, bailamos y disfrutamos de la compañía, tanto así que son las cuatro de la mañana y apenas termino todo.

-Deberíamos dejar todo como esta y recogerlo mañana-nos dice Andrew regresando de haber acompañado a su mamá y a su novio al auto.

-Ya casi terminamos-le responde Sierra.-Sólo recogeremos la basura y ya limpiaremos mañana.

-¿Te dije alguna vez en la noche lo sexy que luces hoy?-pregunta Andrew acercándose a mi y poniendo sus manos en mi cintura.

-No, no lo habías hecho-le respondo y trató de relajarme ante su toque.

-Pues lo haces y mucho-me susurra al oído y luego comienza a besar mi cuello.

-Deberías ir a recoger por allá-le digo alejandome de él, intentando no ser grosera.

-Esta bien-me dice resignado luego de soltar un largo suspiro. Entonces lo miró alejarse y al girarme para continuar, me doy cuenta de que Sierra a presenciado todo; su mirada es indescriptible mientras me observa por un largo momento, luego niega con su cabeza y prosigue a limpiar.

-¿Por qué siento que siempre que ya hemos avanzado un paso, inmediatamente retrocedemos otros dos?-me pregunta Andrew cuando entramos a mi habitación. Hemos terminado de recoger toda la basura y hemos decidido por fin irnos a dormir.

-Andrew, sólo estoy cansada de acuerdo-le respondo, sabiendo exactamente a que se refiere.-No quiero discutir ahora. Te hice esta fiesta como una disculpa por lo de la semana pasada, pensé que nos haría bien.

- Y lo hizo -me dice mientas se acerca y me abraza.-Pero me enloquece el hecho que de en un momento eres la mujer más tierna y cariñosa del mundo y al otro te vuelves la mujer más fría.

-Lo siento, en verdad lo siento; no tenía de que estaba siendo tan dura contigo.

-Prometiste darme la oportunidad Helena, pero no siento que en verdad estés dando mucho de tu parte-me dice aun sin soltarme.

-Lo estoy intentando, en verdad que lo estoy haciendo-le digo regresandole el abrazo; porque en verdad siento que lo intento. -No era consiente de que no lo sentías así.

-Pues lo hago, me duele mucho tu indiferencia.

-Voy a tratar más fuerte, te lo prometo-le digo abrazandolo más fuerte.-Voy a llegar a amarte como tú lo haces... Pero por ahora, ¿podemos sólo dormir?

Sin decir una palabra más, se aleja de mi y retira las sábanas de mi cama para que podamos acomodarnos. Ni siquiera me molestó en cambiarme el vestido, sólo me recuesto junto a él y dejó que me sostenga hasta que escucho que su respiración se calma y cae dormido. Entonces me giró y me quedo observandolo por lo que parecen horas y comienzo a recordar cada instante que hemos tenido juntos desde que lo conocí:

-La primera vez que bailamos juntos y como me ayudó a calmarme.

-La segunda vez que bailamos ese mismo día y la increíble forma en que ambos parecíamos fluir juntos.

-La tercera vez que lo vi y me volvió a hacer sentir poderosa en la pista.

-Cuando me recibió en Nueva York.

-Cuando me mostró la escuela.

-Las infinitas tardes que paso conmigo practicando para ayudarme a ser mejor.

-Las noches en vela viendo series para subirme el ánimo.

-Su infinita paciencia, hasta que acepté salir en una cita con él.

-La primera vez que me besó.

-Nuestra primera pelea.

-Lo orgulloso que lucía la primera vez que sali a un escenario de verdad.

Y cada momento al azar que hemos pasado juntos... No lo niego, lo quiero... Y mucho... Pero no lo amó... Al menos no aún.

Decido levantarme porque no hay manera de que pueda conciliar el sueño; así que me desmaquillo, tomó una ducha y salgo al balcón de mi habitación con un café en mis manos.

Un café negro y amargo, que no debería haberme preparado así, pero vamos; que al parecer soy muy masoquista...

"Así le gustaba el café a él"-me dice la voz que más odio de mi interior.

-Esto es horrible-me digo a mis misma mientras dejó el café a un lado para poder abrasar mis rodilla y observar mi reloj.-Son las cinco de la mañana y yo estoy aquí, sin haber dormido nada y pensando en quien no debo de pensar... ¿Por qué Dios mío? ¿Por qué esta de nuevo en mis pensamientos? ¿Por qué no deja atormentarme? Ya sufrí lo suficiente, lo juro.

Con esto en mente, me levantó y me recargo en el barandal del balcón a observar la cuidad, esto siempre me relaja y cuando estoy estresada o muy cansada aquí es a donde vengo.

Recuerdo que cuando Sierra y yo llegamos, buscamos desesperadamente un departamento que tuviera un balcón. Sierra sabía lo importante que era esto para mi, así que tuvimos que sacrificar un poco más de nuestros ahorros para poder conseguirlo.

Y ahora aquí estamos, no puedo creer que ya hayan pasado dos años de eso... Dos años... Dos años de dolor y sufrimiento, pero sobretodo de crecimiento. No puedo negar que me he convertido en la mujer que siempre quise ser... Con mucho trabajo logre convertirme en una de las mejores bailarinas, una muy buena actriz y ahora quizás en una cantante... Pareciera que todo es un sueño... Y es por eso en ocasiones vuelvo a ser esa Helena del pasado; la que espera que en cualquier momento algo vaya salir mal.

Después de todo siempre que era feliz, algo arruinaba todo... Espero que esta vez no sea igual.