Prefacio - Herencia sangrienta

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HERENCIA SANGRIENTA


El tratado de Verdúm dejó al Sacro Imperio dividido en tres partes y debilitó sus defensas. Entonces las invasiones por parte de musulmanes, vikingos y magiares no se hicieron esperar y en poco tiempo, el imperio perdió más de la mitad de sus territorios.

En la península Ibérica, el imperio musulmán de Abasi no pudo avanzar, luego de chocar contra la poderosa armada española apostada en los Pirineos, pero otras regiones, como Sicilia y Andalucía no tuvieron la misma suerte.

Moravia, por su parte, logró conseguir su independencia gracias una alianza entre su rey Rotislav con Carloman de Baviera, hijo de Luis el germano (emperador del Sacro Imperio de Este). Derrotado, Luis el Germano se replegó a su frontera y posteriormente mandó apresar a su propio hijo por traidor. Lo enjuició y lo perdonó, obteniendo de su parte un nuevo juramento de lealtad. Pero el daño ya estaba hecho, la gran Moravia era independiente y su alianza con Bizancio concretó por fin su control de casi toda la Europa del Este.

Para los reinos de isla Britanica la situación no era mejor. Los daneses tomaron los reinos del este y norte, y el reino central de Mercia se alió con ellos para invadir Gales. Solo el reino de Wessex quedo libre para hacerle frente a los invasores vikingos y su joven rey Alfredo resistió los primeros embates de la armada del caudillo Gutrum.

El mundo cristiano se estaba desmoronando y hasta el imperio bizantino perdía su relevancia en los mapas ante el avance del imperio cada vez más poderoso de Abasi. Fueron tiempos muy oscuros, y la guerra que le declaró el cristianismo al resto de las religiones y a la sabiduría, parecía estarse revirtiendo.


"No hay criaturas más salvajes y sanguinarias que los cristianos de los últimos años. Las campañas de cristianización son una farsa para extender fronteras y la mayoría de los clérigos son hombres sin temor de Dios. Lo peor es que ni siguiera dejan a los pueblos adquirir conocimientos, cobran altos impuestos y asesinan cruelmente al que se niegue a pagarlos, utilizando solo una frase. Deus lo vult ¡De Dios la voluntad! De ese modo han cometido terribles pecados contra paganos y contra otros cristianos y se han dedicado a poner de rodillas al mundo.".

Mislav Svarog

El Imperio Sagrado II: Los hijos del oscurantismoWhere stories live. Discover now