ALIVE | Fan-fic de Louis Tomlinson

Capítulo 35. Pase lo que pase. FINAL DE TEMPORADA

Miércoles 8 de enero del 2014

[Punto de Vista Julia]

No tardé demasiado en comprender que sus ojos no me iban a dar tregua. Cada vez que levantaba la cabeza allí estaba, observándome. Evitaba por todos los medios posibles mantener un contacto visual con él, a pesar de lo mucho que me había gustado siempre no despegarme ni un instante de su mirada.

Esa noche era diferente. Esa noche nada estaba bien entre nosotros.

Me moví inquieta, ajena a la conversación que el resto estaba manteniendo a mi alrededor. De manera inesperada, una mano se apoyó en mi hombro haciendo que pegara un pequeño brinco.

- ¿Qué te pasa? -Susurró Judi.

- Nada -carraspeé. Tenía la boca realmente seca-. ¿Ha venido...?

- No -contestó, sin darme tiempo a finalizar la pregunta-. Espero que lo haga, sino no tendré más remedio que tirarme por la terraza de la habitación de Liam.

La mostré una media sonrisa por el humor que portaban sus palabras; o al menos, por el humor que yo creía que portaban. Realmente esperaba que esa declaración de intenciones no fuera en serio.

- Tranquila, vendrá. Ya lo verás -inspiré aire, relajé la postura de mi cuerpo, completamente tensa, y decidí que lo mejor era alejarme de allí y tratar de tranquilizarme-. Voy a por algo de beber, ¿quieres algo?

Negó con la cabeza, sin ánimo. Acaricié su cabeza, intentando transmitirle algo de paz. Sabía que estaba en una situación complicada y que sólo había una persona en este mundo que pudiera sacarla de ella, pero haría todo lo que estuviera en mis manos por conseguir que, al menos, se sintiera arropada. Di media vuelta, casi sintiendo en mi garganta la Coca-Cola que iba a tomarme. No había avanzado ni un paso cuando una mano atrapó mi brazo izquierdo, haciendo que detuviera mis intenciones.

- ¿Vas a por algo de beber?

Sin la distancia que nos había separado hasta entonces, pude contemplar con más claridad la tristeza que contenía la mirada de Louis. Se me encogió el corazón y me mordí el labio, omitiendo las ganas que tenía de abrazarle.

- Sí -respondí, con timidez.

- Voy contigo.

Asentí y dirigí mis pasos hacia donde tenía previsto. Colocó una mano en mi espalda desde el segundo cero en que comenzamos a andar, como si con su contacto fuera a lograr que no se interpusieran entre nosotros. Como si no quisiera que ninguno se perdiera. No la retiró de mí en ningún momento, ni siquiera cuando nuestro camino finalizó y llegamos a la extensa mesa donde Liam había colocado con cierto orden las bebidas.

Una vez quietos, su toque se transformó en una caricia. Movió sus dedos sobre mi piel y agaché la cabeza, tragando saliva. Era demasiado para mí. ¿Cómo podía hacerme sentir tanto con un gesto tan simple? Agité mi cuerpo, reactivándome, y me incliné para alcanzar mi ansiada bebida.