ALIVE | Fan-fic de Louis Tomlinson

Capítulo 13. No lo hagas

Miércoles 27 de noviembre de 2013

[Punto de Vista Julia]

Sam entró sonriente al salón y se sentó a mi lado. Recuperé una postura normal, bajando las piernas al suelo, y rozó mis pantalones vaqueros con su mano, mirándome fijamente.

- ¿Qué tal estás? -Conservaba la sonrisa en su rostro y me esforcé por devolvérsela.

Una vez más, tuve que tragarme la cantidad de emociones que recorrían todo mi cuerpo.

- Bien -curvé mis labios y observé cómo Louis se sentaba a su lado-. ¿Y tú?

- Cansado, esto del periodismo no está bien pagado, te lo digo yo -se deslizó en el sofá y juntó sus manos sobre su estómago-. ¿Cómo va el partido?

Miré la televisión por primera vez en toda la noche. Ni siquiera me había enterado de que el Real Madrid ya iba ganando. ¿En qué momento habían marcado gol? Enarqué una ceja.

Cuando estaba con Louis, desaparecía lo demás. Ya había aprendido eso.

Lo miré prácticamente de reojo, sin querer que ninguno de los dos se diera cuenta de ello. Sus ojos azules prestaban atención a la pantalla y tenía la boca ligeramente abierta. Su precioso pelo le caía por la frente y sus manos estaban entrelazadas sobre sus rodillas, inclinándose ligeramente hacia delante.

Jamás en toda mi vida había visto a nadie tan guapísimo.

Después reparé en Sam; aunque en él no me detuve ni la mitad de tiempo. Lo justo para comprobar que seguía mirando el partido sin enterarse de nada; sin ni siquiera imaginar todo lo que estaba pasando por mi cabeza.

Era curioso. En esos momentos Sam estaba, literalmente, separándonos a Louis y a mí. Sentado entre ambos, no dejaba oportunidad para que pudiéramos mirarnos el uno al otro; aunque algo me decía que esa noche no obtendría más miradas por parte de Louis.

Eso sí, estaba muy equivocado si pensaba que iba a rendirme.

Me gustaba demasiado como para darme por vencida.

[Punto de Vista Judi]

Llegó pasadas las doce de la noche, como acostumbraba a hacer. Abrí la puerta curvando los labios y no tardó ni un segundo en devolverme el gesto. Retrocedí un par de pasos hacia atrás, los mismos que él avanzó. Colocó una de sus manos en la puerta y cerró con delicadeza, sin decir una palabra. En muchas ocasiones, no necesitábamos decir nada.

Acabó con la distancia que nos separaba y acarició una de mis mejillas con sus suaves dedos, sin retirar su mirada de la mía.

- Tenía ganas de verte... -Susurró.

- Y yo a ti, Zayn.

Se inclinó con lentitud y posó sus labios sobre los míos, con suavidad, con ternura, como acostumbraba a hacer. Eran pocos los momentos en que lo hacía de otra manera; aunque también los agradecía. Me gustaba el Zayn que me besaba con urgencia. Pero, aún más, me gustaba el Zayn que me besaba haciéndome ver que, a pesar de todo, yo significaba algo para él.

Después de un año y medio viéndonos, había aprendido a no dudar de ello.

En un rápido movimiento, se agachó hasta la altura de mis rodillas, envolviendo mis piernas con sus brazos y levantándome del suelo. Me acurrucó contra él, acunándome. Nuestras frentes chocaron y pasé mis manos por su rostro instantes antes de que comenzara a andar hacia mi habitación.

La primera vez que hablé a Julia de ello, me instó a que le pidiera a Zayn lo que era más justo para todos. Es decir, que terminara su relación con la innombrable.