Capítulo 31. Oportunidades

4.7K 273 62
                                    

Domingo 5 de enero de 2014

[Punto de Vista Judi]

Repasé con el dedo índice las marcas grabadas bajo mis hinchados ojos. Mi gesto encerraba una profunda tristeza y sabía que no iba a ser capaz de disimularlo ni aunque lo intentara así que, simplemente, no lo intenté. Me retiré del espejo para que no siguiera devolviéndome mi pobre reflejo y caminé hasta la cama, donde me senté. Había dormido unas tres horas, puede que incluso menos, y estaba cansada, sobre todo psicológicamente hablando.

Durante esa noche había llegado a comprender que siempre había sabido que eso acabaría así. Siempre había sabido que terminaría enamorándome de él y siempre había sabido que él no sólo no compartiría mis sentimientos, sino que los rechazaría de la peor de las maneras: alejándome de él.

La peor, sí. Visto desde fuera podría parecer no sólo la mejor sino la única posibilidad de poner un punto y final definitivo, de establecer un fin que me permitiera alejarme de él. Del todo y de una vez por todas. Visto desde mi perspectiva, su ausencia lo único que causaba en mí era aún más daño.

Jugueteé con el móvil en mis manos, indecisa. No soportaba eso. No soportaba la idea de no volverle a sentirle mío nunca. Incluso aunque ese sentimiento no fuera real, incluso aunque nunca hubiera sido mío, siempre lo había sentido así.

Desbloqueé la pantalla y marqué su número, casi de manera inconsciente. Esperé unos segundos antes de darle al botón de llamada. Finalmente, agaché la cabeza y borré lo escrito. Estaba tan asustada que ni siquiera sabía qué hacer.

Si sabía qué no podía hacer. No podía perderle. No podía hacer eso, por muy dañino que fuera seguir teniéndole sin tenerle realmente. Por muy doloroso que fuera el hecho de que él nunca iba a poder ofrecerme más de lo que me había dado hasta ahora. No podía perderle. Lo único que podía, y debía, hacer era acostumbrarme de nuevo a lo que habíamos tenido en ese último año y medio, aceptar que no podía pasar a ser nada más y convivir con ello como había hecho hasta ahora. Pero con él a mí lado. Siempre con él a mi lado.

- No puedo perderle... -Susurré, con la voz temblorosa, hablando a las paredes.

Tecleé su número nuevamente y esta vez no me lo pensé dos veces, impidiendo de esa manera que las dudas consiguieran echarme atrás. Tenía que dar con él y remediar todo lo que había provocado unas horas antes.

Un tono. Dos tonos. Tres tonos. Cuatro tonos. El sonido del contestador llegó hasta mi oído y colgué. Esperé un par de minutos y repetí el proceso hasta que cuatro tonos llegaron a mí. Cinco minutos después, realicé la misma operación, sin obtener respuesta alguna.

Suspiré, tiré el móvil sobre la cama y decidí darme una ducha, para relajarme, aunque fuera medianamente, y para darle tiempo a que se decidiera a hablar conmigo.

Pero media hora más tarde seguía sin descolgarme el teléfono y comprendí que estaba siguiendo su plan. Me había dicho que no volveríamos a vernos, me había dicho que no quería hacerme daño, y lo que estaba haciendo ahora era apartarme de él, evitar todo tipo de contacto entre nosotros.

Cerré los ojos y me dejé caer sobre el colchón, con el pelo completamente mojado extendiéndose a los lados de mis hombros. Ni siquiera había llamado a Emily para contarle qué había pasado entre nosotros. Tampoco había contestado a los insistentes mensajes de Julia. No me veía con fuerzas para ello y tampoco sabía qué decirles. ¿Que me había dejado por mi culpa, por sentir más de lo que debería sentir?

No podía rendirme. No, tenía que seguir.

Marqué su número, otra vez, con la esperanza propia de alguien que ha perdido lo que más quiere.

ALIVE | Fan-fic de Louis TomlinsonWhere stories live. Discover now