Capítulo 29. ¿Y si...?

4.7K 278 52
                                    

Viernes 3 de enero de 2014

[Punto de Vista Julia]

Esa mañana, mi primera post-vacaciones, me pesaban los ojos más que nunca. Había dormido poco y mal, con pesadillas rondando constantemente mis sueños. Me había despertado completamente desarropada, con el edredón tirado incluso en el suelo.

Durante toda la mañana me dediqué a rellenar informes de manera mecánica y con los ojos semi-cerrados, deseando que llegaran las seis de la tarde y pudiera llegar a mi casa y tirarme en el sofá como si no hubiera un mañana. Cuando me quedaba poco más de media hora para salir a comer, mi primo Steve, el jefazo, entró por la puerta de forma completamente inesperada. Sonreí con estusiasmo y corrí hasta él, dejándome arropar por sus fuertes brazos. Trabajaba en su empresa y, sin embargo, llevaba más de dos meses sin verle.

- Te invito a comer, preciosa.

Sonreí con más fuerza. Por fin una alegría.

[Punto de Vista Sam]

Tomé rumbo hacia casa de Julia quizá con demasiadas ganas de volver a verla. No podía ser de otra manera, en realidad, porque... ¿Cuánto había pasado desde la última vez? Más de dos semanas. Nunca habíamos estado tanto tiempo sin vernos desde que la había conocido y me resultaba extraño como poco. También desagradable.

Me abrió con media sonrisa, sosteniendo un cuenco de patatas fritas, probablemente recién hechas, en su mano derecha.

- Justo a tiempo.

Le devolví la sonrisa y pasé un brazo por su cuello, atrayéndola hacia mí. Su pelo tenía un olor característico tan fácil de reconocer, tan... Ella. Correspondió mi abrazo y acto seguido se dispuso a cerrar la puerta. Como me tenía acostumbrado, ya tenía todo colocado en la mesa baja que se encontraba en medio de los sofás. Se sentó en el de siempre y lo hice a su lado, dirigiéndola una tímida mirada que pronto se convirtió en un gesto directo.

- ¿Por qué tienes tantas ojeras? -Pregunté, sin poderlo evitar.

Me miró confusa en un principio y después negó con la cabeza.

- No he dormido bien, esto de tener que volver a tan agradable trabajo... -Se pasó sus manos por el rostro mientras trataba de ocultar un suspiro.

- Joder, Julia, deberías dejarlo, en serio. Tiene que haber una manera de que salgas de ese infierno.

- En realidad, la hay -comentó como si nada. Se llevó una patata frita a la boca y después sus ojos se volvieron hacia mí. Pedí explicaciones con la mirada y afirmó con la cabeza-. Mi primo Steve ha venido a verme hoy, para ver qué tal me iba. Le he contado un poco a grandes rasgos lo bien -hizo un gesto con sus dedos, entrecomillando la última palabra- que me tratan en la empresa y me ha propuesto cambiar de lugar.

- ¿¡Qué!? -Pregunté, alarmado.

¿Cambiar de lugar? ¿Irse? ¿A dónde?

Observé cierta duda en su mirada antes de que agachara la cabeza. ¿Qué estaría pensando?

- McCan tiene muchas sedes por el mundo. En Birmingham, por ejemplo, hay una. Me ha ofrecido un traslado allí. Incluso puedo irme a París, si quiero. Mantendría mi puesto actual en la empresa, lo único que tendría que hacer sería cambiar de sede, nada más.

Palidecí. Estaba seguro de que había palidecido. ¿Birmingham? ¿PARÍS? ¿MUCHAS SEDES POR EL MUNDO? ¿A dónde querían mandarla aparte de lejos de mí? Inspiré con fuerza tratando de que no se diera cuenta de ese gesto por mi parte y evité sonar intranquilo.

- ¿Y qué vas a hacer?

- ¿Que voy a hacer? -Preguntó, riendo.

- Sí... ¿Te vas a ir?

ALIVE | Fan-fic de Louis TomlinsonWhere stories live. Discover now