Veinte

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Solo a los presos más tranquilos y cualificados les interesó seguir estudiando y Harry no era uno de esos, por lo que Louis se quedó un poco decepcionado cuando el director de la cárcel le entregó la lista de sus alumnos y no vio su nombre en ella.

A pesar de ello, el ojiazul no perdió las esperanzas y el primer contacto con sus alumnos, los cuales eran hombres de edades distintas y con diversas condenas, fue muy satisfactorio.

Algunos de esos hombres estaban allí por delitos de pederastia, otros estaban por robo a bancos y el resto por distintos delitos financieros pero todos ellos se estaban rehabilitado, tenían buena conducta y les gustaba estudiar en vez de vaguear en el patio o en sus celdas.

Además, en medio de todos ellos estaba un recién llegado, un frágil chico de diecinueve años, al cual habían encerrado por tráfico de drogas y que conmovió a Louis desde un primer momento.

Cuando Harry escuchó que ya había llegado el nuevo profesor, este estaba tirado en su litera y normalmente eso lo habría traído sin cuidado pero cuando escuchó pronunciar su nombre a uno de los presos del pasillo, salió de su celda como un rayo, cogiendo al preso del cuello.

...-¡Repite eso maldito saco de mierda!-gritó el rizado atemorizandolo.

-¿Qué qui-quieres que re-repita Ha-Harry?.

-¡Eso!, ¡el maldito nombre del nuevo maestro!- espetó furioso.

-E-El pro-profesor que lle-llegó hoy se lla-llama Lou-Louis To-Tomlinson.

Rápidamente, el ojiverde soltó al hombre y este escapó acariciandose su adolorido cuello.

-Louis Tomlinson, ¿Acaso será tú?-preguntó Harry desconcertado- ...¿Cómo es que has terminado en esta pocilga?, ¡Maldita sea!, ¡tú no deberías estar aquí!.

El ojiverde regresó a su celda comenzando a dar vueltas de aquí para allá muy nervioso, incluso golpeó varias veces la pared con los nudillos y finalmente salió corriendo hacía donde estaba el aula de estudio.

En el interior, Louis explicaba algo en la pizarra cuando se escuchó un fuerte ruido en la puerta y ésta se abrió de golpe.

-¿Louis?

El ojiazul sintió como su cuerpo se estremeció al instante, tras escuchar esa ronca voz tras suyo, entonces se giró encontrándose con un atractivo hombre de ojos verdes y largo cabello ondulado

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El ojiazul sintió como su cuerpo se estremeció al instante, tras escuchar esa ronca voz tras suyo, entonces se giró encontrándose con un atractivo hombre de ojos verdes y largo cabello ondulado.

-¿Ha-Harry?.

El rizado boquiabierto dio un paso, Louis había cambiado mucho en todo el tiempo que había pasado pero este era incluso más hermoso que la última vez que lo vio

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El rizado boquiabierto dio un paso, Louis había cambiado mucho en todo el tiempo que había pasado pero este era incluso más hermoso que la última vez que lo vio.

-¿Qué estás haciendo aquí, Styles?, deja de molestar-dijo una voz tras este-... No se te ha perdido nada en este lugar, vuelve ahora mismo a tu celda o vete al patio.

Louis se acercó y miró al agente.

-Tranquilo, no pasa nada...aceptaré gustoso más alumnos en mi clase.

-Pero el director no ha dado su permiso, maestro...este preso no puede estar aquí - volvió a hablar el guardia tirando del ojiverde hacia fuera.

El ojiazul suspiró resignado y tras cerrar la puerta, siguió dando clase sin quitarse al rizado de la cabeza, mientras Harry fue llevado a su celda.

-Si quieres estudiar Styles...debes avisar al director... no puedes hacer lo que te de la gana... estás avisado...La proxima vez irás a la celda de castigo.

-Estúpido gilipollas-susurró molesto el rizado tumbándose de nuevo en su litera.

Tras soltar un profundo suspiro, metió la mano bajo su almohada y sacó una vieja foto de Louis, la cual observó detenidamente.

Esa era la única foto había podido conservar pues a las demás les había perdido la pista con el tiempo, ya que unas se las habían robado, otras se las habían roto y el resto se las habían quitado los guardias del Correccional

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Esa era la única foto había podido conservar pues a las demás les había perdido la pista con el tiempo, ya que unas se las habían robado, otras se las habían roto y el resto se las habían quitado los guardias del Correccional.

Harry volvió a suspirar con tristeza, recordaba lo hermoso que estaba Louis y la preciosa sonrisa que este siempre había tenido y aunque le molestaba enormemente que él estuviese allí, se alegraba mucho de que este estuviese bien y que hubiese cumplido su sueño de ser docente.

El que terminase allí, en un lugar tal peligroso como aquel, rodeado de asesinos y delincuentes rabiosos de sexo, lo hacía enloquecer aún más, entonces sintió como su corazón comenzó a latir con fuerza nuevamente.

En un momento dado, el ojiverde recordó las palabras del oficial de prisión y llegó a una sola conclusión.

-Por lo visto mi precioso tutor... tendré que volver a fingir que quiero estudiar para poder tenerte cerca nuevamente.

14. El tutor - (Larry Stylinson)-Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora