Harry es un chico de dieciseis años que cursa primero de bachillerato pero tiene malas notas .
Louis Tomlinson tiene dieciocho años y cursa tercero de bachillerato en su mismo colegio.
Una tutoría pondrá a uno en el camino del otro.
Graves motivos l...
Harry y Louis vivían flotando en una nube, sus sonrisas eran perpetuas y estaban muy felices.
Todos los días en el Instituto se buscaban y ocultos de las miradas se besaban y pasaban todos los momentos juntos que podían.
Las tutorías se hicieron más interesantes para Harry pues tras aquella tarde en la que lo hicieron por primera vez, vinieron muchas más y mejores.
Día a día, la pareja dedicaba un momento a sus deseos y luego seguían con los estudios y poco a poco con esos encuentros, esas risas, los besos, las miradas, fotos y todo lo demás, lo suyo se hizo más serio, llevándolos a sentir el uno por el otro, un gran amor sincero y hermoso.
Finalmente tras casi tres semanas de intensas tutorías, ambos descubrieron que estaban total, profunda e irremediablemente enamorados el uno del otro.
Sin embargo, la última tutoría llegó y fue muy duro para los dos chicos pues se acababan las mejores horas de su vida, dónde ocultos al mundo habían dado rienda suelta a su amor.
Los exámenes finales llegaron también, Louis pasó muchos nervios mientras Harry los hacía, ya que quería que esté aprobarse todo y pudiese pasar al siguiente curso, aunque sería triste ya que él no estaría.
Desde días atrás a Louis le preocupaba mucho el momento de irse a la universidad pues aunque antaño estaba deseando hacerlo, en ese momento presente, tendría que dejar al amor de su vida.
El rizado aprobó todos los exámenes por lo que pasaría sin problema al siguiente, a parte de un tutor muy orgulloso de él, sus padres también estuvieron muy contentos.
Su padre de hecho, no esperó a su cumpleaños y le compró el coche que le había prometido.
Louis y Harry no querían que las vacaciones se terminasen nunca pues sabían que tras ellas llegaba el momento de separarse y el ojiazul comenzaría una nueva vida lejos.
Este estaba aterrado de que Harry conociese a otro y lo olvidara aunque nunca se lo confesó y por su parte, al rizado le daba mucho miedo que su padre descubriese todo lo habían hecho durante aquellas tres semanas de tutorías y durante los meses de vacaciones, para lo que tuvo que aprender a fingir y mentir mucho mejor.
El nuevo curso llegó y Harry estaba como un alma en pena, su padre empezó pensar que algo le sucedía y no sabía lo que era, así que un día que no fue a trabajar decidió registrar su cuarto y bajo el colchón de su hijo encontró la revista que Harry tenía guardada.
Muy extrañado la ojeó y comprobó que en ella había fotos de hombres en ropa interior y hablaba de la homosexualidad.
Siguió registrando la habitación ya bastante furioso y entonces encontró las fotos donde Harry y Louis se besaban muy contentos y otras en las que estaban haciendo el payaso en calzoncillos.
Además halló las cartas que Louis le había mandado por correo y de las que él nunca supo nada pues llevaron mientras él aún estaba en el trabajo.
Comenzó a leerlas una por una y vio que en ellas, Louis le hablaba de lo mucho que lo extrañaba y de lo mucho que deseaba que estuviesen juntos de nuevo, luego este bajó con ellas en la mano y se las mostró a su mujer, la cual las miró aterrada.
Ese mismo día Des pegó una enorme paliza a Anne pues le hacía responsable de todo aquello, por ser la alcahueta de las acciones de su hijo pues ella sí lo sospechaba aunque no tenía ni idea de que Harry y Louis estuviesen tan juntos.
Ella sabía que se escribían pero nada más y Des fue tan bruto con ella que la mandó para el hospital y cuando Harry llegó a su casa se encontró a su padre sentado en el salón con sus puños llenos de sangre.
Asustado preguntó por su madre pero este no habló, su padre solo sonrió cínicamente y se abalanzó sobre él, empezando a golpearlo mientras le insultaba por su condición.
Le exigía que le explicase que era eso de que se estuviese acostando con un hombre, que él no quería maricones como hijos y que merecía una lección al igual que su madre.
Harry gritó y se defendió hasta que pudo zafarse finalmente de su agarre, entonces muerto de miedo y rabia, consiguió coger el atizador de la chimenea en su mano.
—No te acerques o no dudaré en usarlo papá.
Des se volvió y lo intentó agarrar nuevamente pero entonces el rizado comenzó a golpearlo y la rabia que se había guardado durante años y años de maltrato salió con cada golpe, hasta que finalmente su padre cayó al suelo.
Harry no pudo parar y cegado lo siguió golpeando una y otra vez, hasta que Des dejó de moverse.
Cuando finalmente el rizado volvió en sí y se dio cuenta de lo que había hecho, soltó el hierro y se apartó horrorizado mientras contemplaba la sangre esparcida por todas partes del cuerpo desfigurado a sus pies.
Este se echó a llorar y se tiró al suelo de rodillas, quedándose allí frente a su macabra obra sin entender en que momento se había vuelto tan loco y arruinarse la vida.
Anne murió horas después por las terribles heridas que su marido le había causado, entonces la policía fue a su domicilio para detenerlo y comunicarle la noticia a Harry pero se encontraron con Des muerto y su hijo al lado de su cadáver, con las manos llenas de sangre ya su lado, el hierro de la chimenea ensangrentado.
Harry fue detenido y juzgado severamente, a pesar de que su abogado luchó todo lo que pudo, alegando los años de maltrato continuo, el que este actuara en defensa propia y además de que padeció una locura transitoria pero la brutalidad de el estado del cuerpo de su padre no dio opción.
El juez dictaminó que había sido con rabia y ensañamiento, además estaba el grado de parentesco con la víctima, así que el ojiverde fue condenado como un adulto.
Le cayeron diez años de condena pero como aún tenía los dieciséis, dos de ellos debía pasarlos en un correccional de menores y a continuación pasaría el resto del tiempo en la cárcel.
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