Dieciséis.

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Harry finalmente volvió a clase y también a las tutorías con Louis, él no quería hacerlo pero no le quedó más remedio pues la cara de decepción de éste, mientras lo miraba desde la puerta, en la casa de Zayn, había sido muy duro.

El ojiverde sabía que Louis tenía toda la razón, él se había comprometido con la escuela para ayudarlo, no tenía porque hacerlo, era voluntario y sin embargo se había molestado en ayudarle y en explicarle todo lo que necesitaba.

Además cuando no fue, incluso lo buscó hasta su casa y el día anterior había estado buscándolo hasta dar con él en casa de Zayn, Louis realmente se preocupaba por él y eso le gustaba, aunque jamás lo admitiría.

Esa tarde el ojiazul abrió la puerta a las seis como cada día y frente a él vio a Harry qué con ojos brillantes le mostraba un paquete envuelto en papel de regalo.

- Es para ti Louis, perdóname.

- No necesito un regalo tuyo Harry, yo solo quiero que te comprometas. No quiero que tires tu futuro por la borda, quiero que apruebes el curso y puedes acceder a una carrera. Que cuando decidas irte de aquí, te labres un futuro y no acabes siendo un gilipollas como tu padre. Pero me temo que en eso te convertirás como sigas siendo así y pasando de todo. Haciendo daño a la gente que se compromete contigo terminarás mal. Estoy muy molesto y aunque hayas venido hoy, me has decepcionado mucho y estos dos días es tiempo perdido y necesitas todo el tiempo Harry, estoy cansado de decírtelo.-le dijo muy molesto a la puerta de su casa.

El rizado volvió a acercarle más el regalo a la cara para que parase de hablar y lo abriese de una vez, que lo perdonase y poder seguir con las malditas clases.

- Ábrelo Louis, por favor no lo rechaces.

El ojiazul chasqueó la lengua y cogió el paquete que Harry le traía finalmente y se le iluminó la cara cuando al abrirlo vio lo que era.

- Supuse que te gustaría, el dependiente de la librería me dijo qué es lo último grito entre vosotros los frik..., bueno entre los que os apasiona leer, ¿No lo tienes verdad?

-Wow no, no lo tengo...es...es fantástico Harry-dijo emocionado.

-¿Eso significa que me perdonas y vas a seguir siendo mi tutor?-dijo Harry haciendo un puchero.

Louis no pudo negarse ante lo tierno que se veía el rizado, así que se apartó y lo dejó pasar hasta su salón para continuar con las clases.

-Está bien, te daré una última oportunidad, no la malgastes.

Cuando ya llevaban una hora, Harry paró de repente el ejercicio que su tutor le había puesto y lo miró mientras éste seguía embobado mirando el libro que le había traído.

- No he dejado de pensar en ti, estos dos días-soltó el rizado, sorprendiendo al ojiazul.

Éste se quedó un rato en shock mirando a Harry, que no paraba de mirarlo fijamente mientras no cesaba de morderse el labio inferior.

-¿Sabes por qué no vine en estos dos días?-preguntó Harry.

- No, no lo sé pero a ver sorpréndeme con tu escusa.-le dijo Louis saliendo de su trance.

- No quería que volviese a pasar lo de la última vez pues no estoy seguro de poder parar.

- ¿Y qué pasó hoy?, ya estás seguro entonces.-Preguntó Louis sin creerse una palabra.

- No, pero no soportaba recordar tu cara de decepción, me rompió por dentro. No sé qué es lo que me has hecho pero jamás había sentido esto por ninguna chica y me da miedo. Estoy aterrado y no sé cómo afrontarlo.-confesó el rizado.

Louis sonrió y con mano temblorosa le acarició la mejilla y Harry cerró los ojos y se le escapó un suspiró, ante el suave tacto.

- No sé por qué tratas siempre de parecer un capullo, porque en realidad eres muy tierno Harry, aparte de terriblemente guapo-dijo sonriendo el mayor.

El rizado sonrió y se le acercó a la cara, entonces comenzó a dejarle pequeños besos en la mejilla y luego enel cuello, después continúo por su frente y su nariz y finalmente terminó besándolo en la boca.

Louis estaba rojo como un tomate, su piel ardía y no dejaba de suspirar por el cosquilleo que sentía en su interior con cada beso que Harry le daba, que era cómo estar tocando el cielo.

De repente el rizado se levantó y cogió a Louis en brazos y lo sentó en la mesa, apartando rápidamente los libros para seguir besándose cada vez más intensamente y entonces lo dijo.

-Quiero follarte, Louis.

14. El tutor - (Larry Stylinson)-Terminada.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora