Nueve.

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Louis se despertó con un fuerte dolor de cabeza por haber estado llorando casi toda la noche, lo sucedido con Harry en la tarde lo había martirizado hasta bien entrada la madrugada.

El ojiazul era un chico que desde hacía unos dos años había descubierto que era bisexual, había tenido varias novias pero muchos chicos le llamaban la atención e incluso había ido con su amigo Liam a un bar de ambiente.

Sólo había acudido para acompañarlo y había sido horroroso, fingir que aquellos cuerpo fornidos y esos culos prietos le habían sido indiferentes, lo tuvieron días muy mal mentalmente.

Lo mantenía en secreto pues sabía lo mal que lo pasaba su amigo con las burlas y las miradas acosadoras desde que lo había desvelado y aunque fue lo mejor para él, ya que Liam había estado a punto de suicidarse dos veces, por tener que vivir en esa gran mentira, ahora a su manera era feliz.

Él no quería ser así, no por sus padres, ni por su hermana, ni siquiera por la gente del Instituto, Louis simplemente odiaba ser diferente y por eso decidió olvidarse de su corazón y centrarse en alimentar su mente con conocimientos y trabajar duro para labrarse un buen futuro.

Durante dos años lo había conseguido pero ahora todo se había ido a la mierda, ya que el rizado de hermosos ojos verdes, le contaría a todos que lo había besado y todo habría acabado.

Se regañaba a si mismo por no haber tenido paciencia y esperar a que lo hubiese soltado pero el tener tan próximos los gruesos y rosados labios de Harry, lo hicieron perder la cabeza por un instante.

Solo tenía el consuelo de que en unos meses se iría a la Universidad y entonces se alejaría de todo aquello, empezaría una nueva vida en California, ya que era a donde siempre había soñado ir a estudiar y a vivir.

No sabía si tendría consecuencias y no tenía ni idea de como iba a explicar lo de Harry, estaba muy preocupado pues sería una mancha en su expediente, ya que seguro lo interpretarían mal y pensarían que Harry dejó las tutorías porque él lo acosó o cualquier otra patraña, el era el mayor y estaba en un buen lío.

Finalmente se tomó algo para la cabeza, se duchó y se vistió, comió algo y se fue al instituto dispuesto a defender su postura e intentar que repercutiese lo menos posible en su futuro académico.

Al llegar al instituto se encontró a Harry en la puerta de su aula, los de primero, jamás subían allí con los de tercero, a menos que saliesen con alguno o quisiesen desprestigiarlo como seguro había hecho el rizado.

-Louis... tengo que hablar contigo-dijo de repente el ojiverde acercándose.

-Hola Harry, ¿qué pasa?-dijo con desgana el ojiazul teniendose los reproches y acusaciones.

-¿Podemos hablar?...tengo que decirte algo.

Louis frunció el ceño muy extrañado.

-Oye, tienes que venir a cenar esta noche a mi casa.—soltó de repente el ojiverde.

-¿Qué dices Harry?, ¿por qué habría de hacerlo?, además yo ya no soy tu tutor, ¿Ya olvidaste lo de ayer?-dijo Louis muy molesto.

-Por favor Louis, yo no he dicho nada ni pienso decirlo, hacemos como que no pasó y vienes esta noche a cenar a mi casa-dijo desesperado el ojiverde.

Louis no entendía una mierda de lo que estaba pasando pero si Harry no había abierto la boca, no todo estaba perdido.

-Vale, vale, búscame en el descanso, y hablamos, ahora vuelve a clase Harry, no necesitas que te pongan una falta más.

-Si voy, gracias Louis gra-cias.-dijo el rizado escaleras abajo.

Durante las clases Louis le dio vueltas a porque Harry podía haberse callado y porqué era tan importante que fuese a cenar a su casa, parecía angustiado y desesperado, la verdad no sabía ese lado del ojiverde, tenía curiosidad y la espera se le estaba haciendo eterna.

14. El tutor - (Larry Stylinson)-Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora