Harry es un chico de dieciseis años que cursa primero de bachillerato pero tiene malas notas .
Louis Tomlinson tiene dieciocho años y cursa tercero de bachillerato en su mismo colegio.
Una tutoría pondrá a uno en el camino del otro.
Graves motivos l...
La vida de Harry cambio totalmente, pasando de ser un chico reservado por su condición sexual y por los constantes maltratos de su padre, el cual estaba deseando cumplir los dieciocho para poder irse, a ser un huérfano adolescente traumatizado y encerrado en un Correccional, rodeado de numerosos delincuentes y asesinos en potencia.
La vida allí le resultó muy dura pues todos los días había peleas, abusos e incluso muertes por cualquier motivo, debiendo estar aún mucho más precavido que cuando vivía en su casa.
Zayn, Niall y por supuesto Louis quisieron visitarlo, el ojiazul lo intentó muchas veces pero el rizado nunca se lo permitió, este tan solo aceptó la visita de su abogado.
La verdad era que el rizado casi siempre estaba golpeado o castigado por pelearse con otros chicos y no quiso que lo viesen así, por lo que poco a poco fue perdiendo contacto con su anterior vida.
Durante esos dos años en el Correccional, Harry pasó por muchas fases, en un comienzo vivió asustado soportando palizas, luego aprendió a canalizar su rabia y a defenderse, convirtiéndose finalmente en un joven de dieciocho años, fuerte y temible.
Con la mayoría cumplida, este fue trasladado a la cárcel del Estado y allí la cosa fue mucho peor pues definitivamente ya no quedó ni rastro del adorable y tierno chico que Louis había destapado bajo su caparazón.
Con los años entre rejas, Harry se volvió todavía más frío, soberbio y desconfiado de todo y de todos, ganándose una reputación entre los presos.
Su cuerpo además sufrió muchos cambios pues además de que Harry se hizo múltiples tatuajes, fue modelandolo gracias a las horas de ejercicio que hacía.
Paso de ser un blanquecino y esbelto adolescente a convertirse en un hombre alto, fuerte, musculoso y terriblemente sexy.
Casi todos los presos lo temían y lo deseaban a la vez, aunque siempre había algún valiente que acababa magullado porque quería medirse con él.
Fuera de esas paredes, la vida siguió su curso y Niall y Zayn a pesar de extrañarlo mucho, aprendieron a vivir sabiendo que Harry no quería saber nada de ellos y que los había apartando.
Entre ellos siguieron siendo amigos, el moreno finalmente salió del armario y tras pasar una época de insultos y miradas acusatorias, consiguió terminar el Instituto y empezar la universidad con una nueva ilusión.
Allí Zayn se encontró con Liam de nuevo y poco a poco estrecharon su relación de vecinos y conocidos, comenzando una relación estable como novios.
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Niall conoció a una hermosa chica llamada Sara de la que se enamoró perdidamente y tras quedarse embarazada muy rápidamente, decidieron casarse y pocos meses después nació su preciosa y rubia bebé a la que pusieron el nombre de Zoe.
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Louis por su parte estuvo resentido con Harry durante mucho más tiempo y eso afectó a su nivel académico, ya que le costó mucho seguir con su vida y con su carrera de magisterio.
El amor para él fue inexistente pues a pesar de todo siguió teniendo a Harry metido en su corazón y eso no dio cabida para ningún otro hombre o mujer.
Tras años de estudio, el ojiazul por fin terminó su carrera y entró al mundo laboral, entonces buscó varias ofertas e hizo múltiples entrevistas pero a parte de un par de sustituciones y de enviar su currículum a varios colegios, no tuvo suerte y no consiguió plaza en ningún colegio.
Finalmente, un día se enteró por casualidad, se enteró que en las cárceles estaban buscando profesores, que no había mucha oferta de titulados que se atrevieran a dar clases a los presos.
No quería morirse de hambre ni trabajar repartiendo pizzas o sirviendo copas, así que sin pensárselo dos veces, Louis mandó su currículum a todas ellas.
Fue contratado y por esas casualidades de la vida, el destino lo llevó a la cárcel del Estado, dónde estaba recluido Harry.
El ojiazul acudió con mucha ilusión pues tras siete largos años volvería a ver a su amor y este ya no podría negarse a verlo.
Estaba nervioso pues había cambiado y ahora era un hombre de veinticinco años, fumador, con algo de barba y lentillas, aunque en el fondo seguía siendo el chico con gafas, sonrojado y amante de los libros, que impartía tutorías en el salón de su casa.
