Mi mascota; JJK (en edición)

Capítulo 19 - Me gustas.

Ya se imaginan donde estoy, pues sí, en presión como siempre. Bueno, acepto que está prisión es divertida gracias a que tengo a cinco carismáticos chicos a mí lado, un perro y un alíen. Desde ayer, todos estan actuando un poco extraño, menos Tae Hyung y Jung Kook. No comprendo muy bien, pero supongo que estarán ocupados en cosas de hombres, ¿no?

***

Al fín finalizó la jornada de clases y yo, estaba preparándome para encontrarme con Jung Kook después de el instituto. Admito que estaba emocionada, sí, muy emocionada, ¿por qué? Porque al fín saldríamos a solas con Jung Kook. Pero, luego pensaba aquello y entraba en un gran transe, pues, ¿por qué me emocionaba tanto estar con él a solas?

Salí de aquél lugar y me encontré con todos los chicos afuera, esperándome. ¿Qué rayos pasaba aquí?

—Oh, es ____. —dijo Ji Min y fué a mí lado, pasando su brazo alrededor de mí hombro.

—Vamos. —dijo Jung Kook.

Por alguna razón, me disolucione. Pensé que solo saldríamos Jung Kook y yo. Ahg, nisiquiera sé en lo que pienso.

En todo el camino, no presté atención alguna, solo dejé que me guiarán. Estaba demasiado perdida en mis pensamientos de como sería salir a solas con Jung Kook. La verdad, no sé lo que me sucedía ese día.

—Llegamos. —anunció Ji Min.

Miré a mí alrededor, prestando atención al fin a mí entorno. Estábamos en el centro comercial, ¿qué diablos hacíamos allí?

—Bueno, vayamos a unos juegos y esas cosas. Ahg, lo que sea. —dijo Yoon Gi en un intento de ser enérgico, pero todos sabemos que no funcionó bien.

Así fué toda nuestra tarde, jugando, comiendo helado, haciendo cosas divertidas y cosas por el estilo. No niego que me divertí, y pretendía seguir haciéndolo, así que borré todos esos pensamientos de la cita a solas con Jung Kook para pasarla bien, hasta que, de la nada, todos los chicos desaparecieron, excepto Jung Kook.

—¿Y los chicos? —pregunté frunciendo el seño.

Jung Kook se encogió de hombros y comenzó a caminar. Ahora sí que me había puesto nerviosa, cuando al fín sacaba estos pensamientos de estar a solas con él, desaparecían esos estúpidos. Ahg, idiotas.

—Vamos a buscarlos. —mé ordenó Jung Kook y yo frunci el seño, pero termine por seguirlo.

Estuvimos buscando por un buen rato a los chicos, ya el sol había desaparecido en su totalidad y las luces del centro comercial comenzaban a entrar en acción.

Caminamos sin rumbo, hasta llegar a una pileta que había en las afueras del centro comercial, era realmente hermosa y lanzaba agua hacia muchos lugares; tenía luces de decoración que hacían una armonía perfecta con el agua, eran de colores, me encantaba.

Había gente por todos lados y en el centro de la pileta, un chico tocando la guitarra. Kook se le acercó y se quedó frente a él, escuchándolo tranquilamente. Pronto la gente se comenzó a amontonar a escucharlo y en cuando terminó la canción, todos aplaudieron.

—Toca muy bien, ¿no? —mé murmuró Kook y yo asentí.

Entonces, se acercó a él, sacando algo de su bolsillo, quizás le daría una moneda o algo, pero el chico le entregó la guitarra, Jung Kook se sentó al borde de la pileta y me hizo una seña con sus manos para que me acercara.