Mi mascota; JJK (en edición)

Capítulo 8 pt.2

Hace unos minutos que había quedado en pleno silencio ante las palabras e Yoon Gi, no sabía muy bien que responder. Yoon Gi, al notar mi confusión, me sonrió, si mostrar los dientes.

—No es lo que creés, sólo, Tae Hyung habla mucho de tí, Jung Kook también. No hay quién los pare cuando se menciona tú nombre. —respondió, mirando las teclas del piano.

Sólo lo miré con asombro, permaneciendo en silencio. No sabía muy bien que decir, aunque, la curiosidad me invadía; necesitaba saber que decía Jung Kook de mí, aunque lo que decía tae Hyung también me importaba.

—Aunque no sé muy bien si creerles todas las maravillas que me cuentan de tí. Pareces ser la chica perfecta según dicen. —continuó.

—Puedes creer lo que quieras. -contesté de golpe.

—¿Hasta lo qué se está diciendo de tí ahora?

—Lo que quieras. Va en tú criterio lo que quieras crees o no.

Entonces, me levanté del pequeño banco que había frente al piano y me preparé para irme, entonces Yoon Gi me agarró de la muñeca impediendo que me fuera. Me quedé inmóvil, sin mirarlo.

—Jung Kook dijo que tenías éste carácter, simulas ser fuerte y que nada te afecta, cuando realmente estas muriendo por dentro. —dijo, de la nada.

—¿Eso importa?

—Pude notarlo, por tú manera de tocar. No estas bien y intentas tratar de desahogarte con la música. Interesante. —dijo, ignorando por completo mis palabras.

—Deberías aprender a escuchar cuando alguien te habla.

—Tae Hyung dijo que eres muy espontánea y que siempre andas con una gran sonrisa en el rostro. Dijo que era cautivadora.

—Te acabo de decir qu-...

—Ambos hablan muy bien de tí. Tienes fuego en tus manos, ____, ten cuidado con quemarte.

Abrí los ojos par a par comprendiendo recientemente lo que había querido decir antes. Tragué saliva, tratando de formular una respuesta pero entonces Yoon Gi me soltó.

—Una pregunta, ¿cómo se llama la canción qué estabas tocando?

—R-river Flows In You de Yiruma. —contesté.

—Gracias.

Dicho esto, se levantó de el banco y pasando por mi lado se retiró del lugar, entonces, cuando escuché la puerta sonar a mis espaldas, suspiré y caí al suelo, devastada.