Mi mascota; JJK (en edición)

Capítulo 13 - Mía.

Bien, hoy estoy muchísimo peor que ayer, me choco con absolutamente todo, literalmente, parezco una estúpida.

Ayer me divertí muchísimo con Tae Hyung, pero no pude tener mí cabeza en ningún momento despejada, estaba llena de pensamientos sobre: Jung Kook y Tae Hyung, luego Tae Hyung y Jung Kook. Estoy loca, ya no sé que pasa conmigo.

Ah, y ayer no pasó nada extraño con Tae Hyung, solo fuimos normales como siempre, supongo.

—¿A qué no sabes qué me ocurrió después de qué nos fuimos? —comenzó a contarme Tae Hyung, con emoción, como siempre.

Me había sacado completamente de mis pensamientos, entonces, formule una respuesta.

—¿Te raptaron los aliens? —él negó con la cabeza—. ¿otra chica te dijo que eras guapo y le dijiste que eras un dinosurio? —nuevamente lo hizo—. ¿Te violó un hámster? —río.

—No, no es nada de eso, si no, algo más oscuro y extraño.

Entonces fué allí, cuando me acomodé mejor en el pasto, apoyando mí espalda en el arbol de cerezo en el qué, mayor tiempo pasábamos con Tae Hyung.

—Cuéntame, soy todo oídos.

—Bueno, pero, necesito que te acerques un poco.

Ladee la cabeza, y sin más, me acerqué un poco más a él.

—Es muy privado, un poco más.

Obedeci, y ese fué mí error, porque Tae Hyung me atrapó entre sus brazos y me jaló hacía él, haciendo que de alguna forma mágica, cayera sobre él. Puso sus manos en mi cintura, haciendo mucha presión en esta. En definitiva, no podía pararme.

—Tae Hyung, ¿qué haces? Déjame. —intenté desaflojar su agarré.

—No quiero.

—Sí quieres. —afirmé.

—Que no.

—Que sí.

—No.

—¡Sí!

—¡Pepino!

—¿Qué? —estaba riéndome, sin razón alguna.

—No.

Me quedé en silencio, rindiendome. Mhn, maldito Tae Hyung.

—Una chica se me acercó y me dijo que me observaba desde hace muchísimo. —soltó derrepente.

—¿Una acosadora? —arquee una ceja, no sé porque.

—No lo sé, solo me asustó. Pienso que podría estar observándonos ahora.

—Así como yo lo hago. —la profunda voz de Jung Kook, nos interrumpió.

Mí corazón dió un vuelco. No sé porque. Últimamente, no sé nada.

—Suéltala, la tienes todo el jodido día, yo quiero a mí ama. —dijo Kook, tomando mi muñeca y jalando de ella.

Tae Hyung no planeaba soltarme y Jung Kook tampoco, que incómoda situación.

—No quiero, y no es tuya, es mía.

Espera, ¿qué?

—¿Qué dijiste? —la expresión de Jung Kook pareció cambiar, ya no se veía amigable.

—Que es mía. —repitió Tae Hyung, sonriente.

—No lo es, te lo recuerdo, es mí ama, MÍA.

Bueno, esto era muy extraño, y lo peor de todo era que no sabía como detener esa inmadura discucion, no sabía que decir, menos que hacer.

—En ese caso, ¿podría ser tú gato y llamarte ama también? —me miró de reojo.

No contesté. Más bien, podría ser mí alíen.

—¿Quieres pelear? —propuso Jung Kook.

Tae Hyung sonrió y me soltó, me levanté y el se puso de pié.

—No tengo problema. —se pusó en posición de combate.

Jung Kook, también lo hizo y yo, entré en desesperación. Entonces, Tae Hyung dirigió su mano a su bolsillo y de allí sacó una, ¿carta?

—Charmander, ¡yo te elijo! —gritó enérgico.

—Squirtle, ¡yo te elijo! —Jung Kook también tenía una en su mano.

Yo, me quedé boquiabierta ante la situación, entonces, alguien rodeo mis hombros con su brazo.

—No te preocupes, es normal en ellos. —miré al dueño de la voz, encontrándome con Min Yoon Gi.

—Por un momento pensé que realmente pelearían. —murmuró un chico a mí lado.

—Pero era de esperarse que algo así pasara viniendo de esos dos. —murmuró otro chico más a mis espaldas. No podía verlo.

—Sí, tienes razón. —dijo otro chico.

Bien, no conocía a ninguno de ellos, excepto Yoon Gi. Pues, sé que son amigos de Jung Kook y Tae Hyung, pero jamás me había tomado el tiempo de conocerlos, tampoco me interesaba.

—Bueno, dejémoslos con sus batallas frikis solos, ____, ¿vamos por un helado o algo? —propuso Yoon Gi.

Y así fué como todos nos fuímos a la cafetería de la escuela y allí, compramos unos helados. Me sentía mal por haberlos dejado solos, pero, quizás cuantas horas duraría su batalla pokémon.

—Y, ____, ¿puedes explicarnos lo qué pasó? —dijo uno de los chicos. No lo miré, no miré a ninguno, solo a Yoon Gi.

—Larga historia. —ahora sí alce la mirada analizándolos uno por uno, encontrando un rostro conocido—. Oh, tú.

Él chico me sonrió y lamió sus labios con levedad.

—Jamás le conté de nuestro secreto a nadie. —reveló delante de todos y yo, sonreí.

—Nunca me dijiste tú nombre.

Los demás chicos parecían confundidos, en especial Yoon Gi.

—¿Ya se conocían? —preguntó el recién nombrado.

—Algo así. —ahora, se dirigió a mí—. Soy Park Ji Min.

Así que Park Ji Min era su nombre. Era el mismo chico que me ayudó a salir de la escuela ese día en el que, ya saben.

—Ji Min, eh. Pues, gracias Ji Min. —le sonreí y él hizo lo mismo.

Después de eso, seguimos hablando un buen rato, se presentaron y pues, son increíblemente agradables. Y, de esos dos estúpidos, no supimos nada hasta que salimos de clases.