5- Primer beso, Jay.

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El rugido del motor de la inconfundible camioneta Bieber me hizo saltar como un resorte de la cama, cheque brevemente por la ventana confirmando mis sospechas.

Quite el pijama del cuerpo dejándola volar por toda la habitación y en ropa interior para nada tentativa, rebusque entre el armario la ropa más sexy que pudiera encontrar.

En el fondo de este encontré una camisa sin estrenar que me había regalado la abuela, creo que un regalo de la abuela no puede ser provocador, pero qué más da.

Saque sobre mi cabeza el sostén y tome del cajón un top deportivo negro, me lo puse y sobre este la camisa de cuadros blancos, gris y negro arremangando las mangas hasta los codos y dejando los primeros tres botones abiertos.

Di brincos por toda la habitación subiendo los pantalones que ya tendría que dejar de usar- ah -el pie había pasado de largo por uno de los agujeros en las rodillas, estos crujieron abriendo un poco más la abertura- perfecto ¿que sigue ahora? - hable para Destiny, el enredo en mis muslos con los pantalones me hizo caer al suelo- ¿otra vez? Mira destiny -me pare mirando al techo de mi habitación apuntando a cualquier lado -no entiendo tu afán por no querer que me case con Thiago, pero vas a tener que superarlo y ayudarme- suspire cuando logre cerrar el botón, me senté en suelo colocándome los tacones que por lo general nunca usaba.

Esparcí bastante perfumo en mi después de cepillarme brevemente el cabello.

-Hola -hable no más se terminó de abrir la puerta de la cocina, mi madre, nana y otras empleadas estaban preparando la comida para los obreros.

-tu no dijiste que ibas a pasar todo el día en tu habitación, además para dónde vas tan arreglada

-arreglada madre? Si me puse lo primero que encontré

-esto no tendrá nada que ver con la llegada de Thiago, ¿verdad?

-claro que no mama

-Faih te he dicho muchas veces que ese chico es muy mayor para ti

-pero si yo no he dicho nada

-no hay necesidad de que lo digas

Rodé los ojos tomando una manzana para mordisquearla. Mi madre estaba constantemente recordándome lo mayor que era Thiago y lo mucho que no quiere verme sufrir por una desilusión amorosa tan joven por aferrarme a un amor imposible.

La fresca brisa de la mañana me pego en el rostro haciéndome cerrar los ojos, cuando los abrí una de las empleadas caminaba frente a mí, pero a unos metros de distancia- Oye -grite llamando su atención, pero no me escucha, los tacones no me dejaban correr lo suficientemente rápido para alcanzarla, aunque no se encontraba muy lejos- oye -chille otra vez, esta paro de golpe con la bandeja en sus manos y giro.

-dígame señorita

-ehh ¿para dónde llevas esa bandeja? - lance el corazón de la manzana a algún lado cercano.

- su madre me pidió que se lo llevara a sus hermanos que están en el jardín.

-no te preocupes yo lo hare - busque quitarle la bandeja, pero esta movía las manos para no entregármela.

-pero...-en un descuido le arrebaté la bandeja y seguí el camino triunfante que anteriormente ella tenía.

Con las piernas algo tambaleantes, no sé si por los nervios o los tacones, llegue al lugar donde mis seis chicos favoritos se encontraban reunidos conversando de algo trivial.

Todos voltearon en mi dirección cuando los zapatos hicieron su característico ruido de "estoy aquí mírenme", Dudley con expresión divertido elevo una ceja.

Primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora