4-Esa debería ser yo.

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Cada día iba a visitar a Jay a su casa para tener la simple excusa de mirar a Thiago mientras se encargaba del trabajo o verlo merodear por la casa sin ningún motivo en particular.

Solo mirarlo e imaginar que algún día podríamos estar juntos, sueños estúpidos que nunca ocurrirán.

Como era de costumbre a las 3 de la tarde Thiago se deshacía de su camisa para pasarla por todo su rostro y cuello por el calor, se refregaba el rostro con el agua de un pequeño manantial artificial para refrescarse, había memorizado toda su rutina, la rutina que hacía de forma involuntaria.

Relamí mis labios mirando través de la ventana del cuarto de Jay, como sacudía su cabeza y luego despeinaba su cabello con los dedos. - ¿qué miras?

Se acercó por detrás sorprendiéndome-Nada –cerré las cortinas de golpe nerviosa, gire mi cuerpo mirándolo con una sonrisa- a estudiar se ha dicho –achico lo ojos sin creerme mucho.

Salte a la cama removiendo sus almohadas- Deja de desordenar mi cama –hice una pausa y luego lo mire elevando los hombros porque no me importaba. - Capital de Alemania- doblo una pierna bajo su cuerpo y se sentó en la esquina de la cama con el libro entre los dedos.

-Pero yo no quiero estudiar eso –golpee mi pierna en un berrinche.

El libro cayo en la cama, cruzo los brazos y me miro serio como solían hacerlo mis hermanos. -Mañana tienes examen de las capitales del mundo, si quieres salir mal, entonces recoge tus cosas y te llevo a casa.

La batalla silenciosa había comenzado y debo aceptar que siempre perdía contra el- bien –gruñí con fatiga.

- ¿Capital de Alemania?

Mastique mis labios pensando desinteresada– ¿Brúcelas?

-Faraih –me regaño- llevamos días estudiando esto, como es posible que no sepas aun –agarro un cojín que estaba a su alcance y me lo tiro dándome justo en la cara en el impacto golpee la parte de atrás de mi cabeza con el respaldo de madera de la cama.

-deja la agresividad – acaricie mi cabeza, no busque lanzarle el cojín de nuevo por dos opciones, o se iba a enojar mucho por no terminar de estudiar o me lo iba devolver con más fuerza, mejor prevenir que lamentar.

-Capital de Alemania –casi grito, salte sobre el colchón, sus pupilas relampaguearon.

-Berlín –le respondí de la misma manera.

-aleluya –mira al cielo en forma de alabanza elevando- ¿Grecia?

-Atenas –me acosté de forma horizontal en la cama dejando caer los pies al vacío mirando los posters pegados en el techo- ¿Venezuela?

- eh eh –tartamudeo tratando de encontrar la palabra, me senté quedando de frente a la puerta buscando la inspiración o sabiduría en ella – ya va, no me apures que soy de lento pensar –inhale y exhale- una pista.

Rodo los ojos agotado- empieza por C.

-no es Canberra porque esa es Australia- enumere pensando en los países cuyas capitales había con la letra "C"- mucho menos Copenhague porque todo el mundo sabe que es la capital de Dinamarca- hable más para mí que para Jay, despejando la mente de posibles opciones erróneas- Lo tengo –troné los dedos –Caracas –después de despejar mi mente nombrando las otras capitales recordé cual era, ya que existen muy pocas capitales del mundo por esa letra.

Jay no paraba de hablar.

Así estuvimos por aproximadamente dos horas, capitales, capitales y más capitales, mi pequeño iba a colapsar mañana de tanta información adquirida.

Primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora