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La mayoría de los chicos y chicas estaban en el mar, Neftalí tenía mucho miedo al mar y para que entrara en confianza Chanyeol la estuvo ayudando y al final terminaron muy juntos dentro del agua.

Los chicos empezaron a murmurar y poco despúes las chicas, solo que estas a criticar. Había llegado ________. Y no precisamente como ella hubiera querido. Llevaba un traje de baño blanco de una sola pieza, remarcando su figura. Llevaba el cabello suelto y el viento lo hacía resaltar. Baekhyun quedó boquiabierto. Cuando Chanyeol y Neftalí salieron del mar también quedaron sorprendidos.
Ella no podía dejar de mirarlos, a ambos.

                          Juntos.

Sabía que eso pasaría, sabía que no tenía oportunidad, pero aún así quizó soñar alto, pensando que Chanyeol se fijaría en ella. Por un momento quizó hacer lo que su corazón dictaba.

      Quería llorar y salir corriendo.

Pero solo paso de largo de ambos y se metió al mar. Ella sabía nadar, así que no le fue problema meterse sola. Dentro del agua se le olvidaba lo del mundo exterior, pero al salir para tomar aire regresaban las imagenes de Chanyeol y Neftalí a su mente. Sin darse cuenta se le escaparon unas lágrimas. Levantó su mirada al cielo que se veía muy bello, junto con un sol deslumbrante. Volvió a sumergirse y a disfrutar la sensación del agua en su piel. Fue cuando algo llegó a su mente. Recordó las palabras de su profesor y abrió los ojos aún sumergida en el agua.

       Había tomado una decisión.

Salió del mar, escurriendo su cabello y despúes a agarrar su toalla para secarse. Se fue a sentar a una banca y pidió algo de comer. Disfrutaba de su comida mientras se secaba. Recibió muchos elogios de su nado y de su belleza al salir del mar. Lo agradeció.
Pero se sentía lastimada. Vió a Chanyeol que moría de risa junto con sus amigos y a un lado de él se encontraba su hermana sonriendo y tomandolo del brazo.

Ella se enojó. Era la primera vez que experimentaba celos. Sin darse cuenta rompió un vaso de vidrio provocando que se incrustaran varios pedazos de este material en su mano. Su sangre se estaba esparciendo en la mesa y ella seguía tan enojada que ni si quiera sintió dolor. Los chicos que estaban a un lado comiendo se dieron cuenta y la llevaron a urgencias.
Le tocó un doctor muy tranquilo y le tuvo que quitar todos los pedazos de vidrio, desinfectar la herida y vendarla. Por suerte había sido su mano izquierda. Recibió indicaciones, unas pastillas para el dolor y una pomada para el ardor. Regresó a la playa, era un bello atardecer. Nadie de sus compañeros estaba afuera, todos seguro estaban bañandose para la fiesta nocturna. Se acercó a la horilla para que sus pies se mojaran con el agua ahora fría. Veía el sol ocultarse y sonrió. Cualquiera hubiera creido que estaba loca, pero la verdad era que ella amaba la playa pero amaba más los atardeceres solitarios.

Ella no es lo que parece. Where stories live. Discover now