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Narrador Omnisciente

– Esto no podría estar peor. – exclamó Amelia mientras se sentaba sola en un pasillo dejando caer sus libros junto a ella y tapando su rostro con ambas manos.

Desde su primera clase de DCLAO habían pasado dos días, el ambiente entre leones y serpiente estaba mas tenso que nunca por la sola idea de tener que compartir algo mucho mas que oxigeno durante todo el año. Lucius se habían enterado y como era de esperarse llego al colegió para reclamar la táctica.

Salió mas enojado de lo que entro.

Amelia y Blaise habían tenido un acalorado intercambio de palabras, fue sin duda alguna la discusión mas fuerte que habían tenido desde que se conocieron. Las ultimas palabras de Blaise la lastimaron tanto que lo ultimo que este pudo ver fue como unas lagrimas se deslizaron por su mejilla. Tan pronto las palabras salieron de la boca de Blaise se arrepintió, la observo alejarse corriendo por los pasillos ya vacíos y por primera vez desde que conoce a Amelia sintió la gran necesidad de pedirle disculpas. Estaba consciente de que había cruzado una linea que jamás debió tocar.

Hoy, un día después de lo que sucedió se encontraba caminando por los pasillos buscando a la chica. No sabía como lo haría o que diría, unas simples disculpas no bastarían. La sensación que sintió al ver sus ojos llenos de lagrimas no fue agradable y no esperaba volverla a sentir nunca, sentía arrepentimiento. No quería que ella lo volviera a observar de esa forma nunca mas.

La encontró sentada en uno de los pasillos vacíos del séptimo piso, se encontraba sentada viendo fijamente la pared que se encontraba frente a ella. Se mantuvo un momento en silencio, observándola, asegurando en su cabeza que todo lo que diría estaba bien.

─ Amelia. ─ la llamo, la castaña se giro a verlo y la mirada que le ofreció no era nada amigable. ─ Tengo algo que decirte

─ Y yo no quiero escucharte.

Blaise rodó los ojos llenándose de exasperación, todo lo que había pensado que le diría simplemente desapareció en suspiro. Mientras la buscaba por los pasillos había repasado el gran discurso que había preparado, ahora no había nada, se había quedado en blanco y con la extraña necesidad querer disculparse. Aun no lograba comprender el porqué de tal necesidad, en el pasado eso no le hubiera importado en lo absoluto y ahora, bueno, ahora parece haber cambiado de opinión.

─ Lo siento.

Amelia lo miro fijamente durante unos segundos que para Blaise resultaron eternos. Negó, se encontraba muy molesta y no lograba entenderlo, no entendía el porque de todo esto.

─ No acepto tus disculpas.

Melia.

─ Perdiste el derecho de llamarme de esa manera hace mucho tiempo Blaise. ─ el dolor era latente en sus palabras. ─ Vete, déjame sola.

No lo debatió, el simplemente se alejo muy en contra de que no era lo que quería, estaba dispuesto a luchar por ese perdón pero este momento no era el correcto.

Amelia observo como se alejaba, volvió a su postura inicial mientras negaba y nuevamente se adentro en sus pensamientos, no quería estar con sus amigos y tampoco quería encontrarse con su primo. Su gran dilema de no querer estar con ninguno de ellos es que tampoco quería encontrarse sola, su sentir resultaba ser complicado. Si su hermana se encontrara cerca contaría con ella, Dora le hubiera dicho que perdonara al moreno luego de propinarle un gran golpe en la nariz y tal vez lo hubiera hecho, Amelia siempre hacia lo que Dora le decía.

Pero aun le dolía mucho pensar en las palabras del moreno, meterse con ella era una cosa pero hacerlo con su familia era muy diferente y con algo que él bien sabia que la aterraba.

─ Es un maldito, un idiota.


•••


Unos días después...

Gryffindor y Slytherin se encontraban en la clase de posiciones donde Snape se encontraba entregando la nota de su ultimo trabajo. Amelia rodo los ojos al ver el puntaje, ese trabajo era perfecto pero eso Snape nunca lo aceptaría, nunca le pondría un excelente. La jodían, en ese día todos la jodían.

─ Vamos a ver si así lograr esforzarse mucho mas la próxima vez, Tonks.

─ Lo hare.

Tomo asiento junto a Hermione la cual no se encontraba muy contenta con su calificación. Por un momento su mirada se desvió hacia Blaise el cual se encontraba mirándola. No pelaban entre ellos, no había tan siquiera un intercambio de palabras tontas. Amelia aun se encontraba muy dolida y no le costaba nada demostrándoselo, ignorándolo.

─ Cambia esa cara. ─ Sebastián era un compañero de casa, era muy lindo, se encontraba sentado frente a ellas y se había girado para hablarle. ─ No te vez muy linda con esa expresión.

─ Te equivocas. ─ hizo el intento de sonreírle. ─ Yo siempre soy linda.

─ ¡Tonks! ¡Simmons! ¿Dónde creen que se encuentran? Diez puntos menos a cada uno por creer que mi aula es una plaza de recreación.

Entre ellos se miraron divertidos a pesar de los puntos menos, Blaise que se encontraba unos asientos mas atrás bufo molesto. Se encontraba mas que insoportable los últimos días y volvía cada vez mas cuando cualquier presencia masculina alrededor de Amelia la cual no formara parte del circulo de sus amigos. El mismo se encontraba abrumado del porqué se comportaba de esa manera aun cuando la respuesta se encontraba clara frente a sus narices, él no lo quiso aceptar.

Protegida | Blaise ZabiniKde žijí příběhy. Začni objevovat