#25

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Describir como se sentía sería realmente difícil, una mezcla de sentimientos llenaban su cuerpo y claro que acompañado de un dolor en su culo. Lo primero que vio al abrir sus ojos fue que no estaba en su habitación, esta era más grande, toda la habitación era del tamaño de su departamento, estaba pintada de tonos negros y grisáceos, hermosos cuadros abstractos utilizando solo colores negro, blanco y rojo, la cama era muy cómoda y al igual que la habitación completa esta estaba cubierta por un hermoso cubrecama color negro, no tenia que pensarlo mucho para saber a quién le pertenecía aquella habitación, su aroma estaba por todo el lugar, incluso más en la cama, ese delicioso aroma a chocolate y tabaco mezclado con el perfume del chico, si, definitivamente esa era la habitación de Jungkook, pero ¿qué hacia allí? además ¿por qué Jungkook no estaba con el?, trató de pensar un poco mientras se acomodaba en la cama con algo de dificultad, pero realmente no tuvo que pensar mucho pues la persona en quién estaba pensando apareció frente a sus ojos, el pelinegro venía saliendo del baño de la habitación, su cabello mojado dejaba caer pequeñas gotas de agua que se deslizaban por su abdomen desnudo, lo único que cubría su cuerpo era una toalla blanca alrededor de su cintura, Jungkook al darse cuenta de la mirada sobre él sonrió por inercia levantando su mirada encontrándose con la del rubio.

—Supongo que no te gustaría dormir en una cama manchada con semen -habló el pelinegro mientras se encaminaba al guardarropas sacando de allí un traje negro y una camisa del mismo color-

El rubio entendía ahora el porque no estaba en su habitación, pero entonces ¿por qué lo trajo precisamente a su habitación si en esa enorme casa deberían haber más habitaciones? ¿fue para estar con el? no...no podía pensar eso, no podía crearse cuentos en su cabeza que no eran ciertos, era mejor no preguntar al respecto. Jimin salió de su ensoñación al darse cuenta como el pelinegro lo miraba, sus miradas unidas una con la otra sin ser apartadas, los ojos del rubio se abrieron de la sorpresa al ver como Jungkook dejaba caer la toalla que envolvía su torso, sus mejillas ardían, solo reacciono a cubrir sus ojos con sus manos al tiempo que soltaba un pequeño grito, después solo pudo escuchar la risa del pelinegro inundando toda la habitación, con algo de miedo fue descubriendo sus ojos avergonzándose aún más al darse cuenta que Jungkook llevaba su bóxer puesto.

—No puedo creer que te avergüence verme si antes ya me viste desnudo -rió el pelinegro-

—Pero e-es diferente... -respondió completamente absorto en la sonrisa de Jungkook, era algo hermoso de ver-

— Si claro, como digas kitten -se burlo mientras terminaba de vestirse-

—¿Te iras...? -su voz sonó triste, ambos lo notaron, Jimin se sonrojo y Jungkook prefirió ignorarlo-

—Si -respondió sin más una vez listo- ya sabes, no salgas de la casa, puedes regresar a tu habitación ya esta todo como antes, te das un baño y bajas, nana te dará de comer

—¿Puedo explorar la casa? -su voz sonó como la se un niño pequeño-

—Puedes... pero no debes -sonrió al ver como los labios del rubio formaban un tierno puchero-

—Bueno...pero... -no pudo seguir hablando pues un estornudo salió de él haciendo que sus ojos se humedecieran-

—Te resfriaste -afirmó el pelinegro mientras arreglaba el cuello de su camisa observando al rubio-

—No... -respondió mientras quitaba unas cuantas lágrimas que se le habían escapado por el estornudo-

—No fue una pregunta kitten, te dormiste con el cabello mojado, claro que te resfriarías -sonrió de lado caminando hacia la puerta, volteó a ver al rubio analizándolo por unos segundos y finalmente salió dejando a Jimin solo-

El rubio suspiró tristemente, tenía la leve esperanza de que Jungkook se quedara con el, que estúpido fue al pensar que eso sucedería.

Esperó unos minutos y se levantó con algo de dificultad por el dolor en su culo, aún así no se arrepentía de lo que sucedió, tomó prestada una sudadera del guardarropas de Jungkook, una que le quedaba bastante grande llegándole hasta los muslos, salió de la habitación después de arreglar la cama, una vez en su habitación efectivamente todo estaba como antes, sintió vergüenza al pensar que otra persona tuvo que limpiar todo el desastre que hicieron ellos, de seguro fue la señora Kim ¿con qué cara la iba a mirar ahora?. 

Suspiro con frustración y se dio un baño con agua caliente aunque admitía que no quería bañarse ya que el aroma del pelinegro desapareció de su cuerpo, una vez secó se colocó nuevamente la sudadera que le había sacado a Jungkook, era como tenerlo a él cerca, además de que era cómoda, su estómago rugió en señal de hambre pero aún así prefirió volver a recostarse, su cuerpo aún dolía y se sentía extrañamente cansado, se arropó bien en la cama pues comenzaba a tener frío y tan solo bastó eso para que se quedara dormido.


***


Una cálida sensación se apoderó de su cuerpo, fue abriendo lentamente sus ojos encontrándose con el tierno rostro de su conejito de felpa junto a el ¿como había llegado Cooky allí?, fue aclarando su vista viendo ahora también como alguien lo observaba de pié al orilla de la cama, su corazón latió con fuerza al darse cuenta de quién era ¿estaba soñando? ¿enserio estaba él allí?

—Jungkook...

— No es la primera vez que desobedezco a Nam -respondió acercándose al rubio inclinandose para quedar a su altura, juntando su frente con la de Jimin- quiero pensar que ese sonrojo es por mi y no porque tu fiebre haya vuelto a subir

—¿Eh?

El rubio recién allí se daba cuenta de que en la mesita de noche habían unos paños con agua fría, junto a unas medicinas y vitaminas ¿Jungkook había hecho eso por él? ¿Jungkook lo estuvo cuidando mientras dormía?.

—Tu hiciste esto... ¿por mi? -sus ojos brillaron por la emoción-

Jungkook por su parte se perdió en los ojos del chico, era demasiado hermoso para ser real, y verlo allí vistiendo algo que era de él lo hacia increíblemente más atractivo, pero no podía darle falsas esperanzas al rubio, tampoco quería lástimarlo, ya no más.

—Debo cuidarte, si empeoras serás una molestia mayor, eres de utilidad -respondió con su voz seca, con esa voz que lo caracterizaba-

El rubio no respondió nada, pero Jungkook pudo darse cuenta como sus ojos entristecían a pesar de la sonrisa que tenía, la culpa lo invadió obligándolo a decir algo más.

—Eres la primera persona a quién cuido de esta manera -se inclinó acariciando la mejilla del rubio para después depositar un casto beso en sus labios- debes sentirte honrado

—Gracias... -sonrió mientras se acurrucaba tomando al conejo de felpa entre sus brazos, escondió su rostro entre el peluche unos segundos y finalmente levantó tímidamente su mirada observando al pelinegro- te-tengo frío...

Jungkook sabía que eso era mentira, Jimin ya no tenia fiebre por lo que eso no era creíble, aún así se recostó junto a él atrayéndolo a sus brazos junto con el conejito de felpa, Jimin sonrió al conseguir lo quería e inhaló el aroma del pelinegro que tanto le encantaba. 

Mr. Bunny Killer 《KookMin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora