29. Misión Angelical

1K 122 17
                                    

Narra Amber...

La noche junto a Dean pasa lenta. Lo observo dormir y siento como mi corazón prestado late acelerado. Acaricio su mejilla varias veces, tratando de no despertarlo, pero inconscientemente y en el fondo, quiero ver sus ojos, sus labios besando los míos, sus manos tocándome otra vez. 

Nunca antes me había sentido así. Y odio que todo esto me haya pasado después de muerta.

No es justo. 

Las suaves y tenues luces del amanecer van haciéndose cada vez más fuertes e intensas en la habitación. Intento cerrar los ojos tratando de quedarme dormida al menos unos minutos pero es imposible, simplemente ya no siento la necesidad de descansar.

Me acurruco junto al tibio cuerpo de Dean y un ya conocido y desagradable aleteo de alas me hace mirar hacia los pies de la cama.

Castiel está aquí y por su cara confundida sé lo que piensa.

-Tú y Dean...  -frunce el ceño.

-No -susurro y niego con la cabeza. Antes de seguir haciendo ruido, me hago invisible para Dean y me acerco a Castiel. Él me mira se pies a cabeza y luego vuelve a concentrar su vista en mi rostro.

-Antes de que pienses cualquier cosa que pueda pasar por esa inocente cabeza tuya, -toco su frente y se pone turnio mirando mi dedo. -Debo aclarar que entre Dean y yo nada ha pasado. Así que no salgas corriendo de aquí a contarle a tu papi que me he estado portando mal.

-¿De qué hablas Amber? -frunce el ceño y me mira indiferente.

-Sé lo que piensas -entrecierro mis ojos.

-Iba a decir que tú y Dean deben levantarse. Sam está en problemas y no puedo interferir.

-¿Qué? -abro mis ojos y no espero a escuchar más para correr hacia la cama donde está Dean. -Pecas, despierta -lo muevo y él gruñe. -¡Dean!

-¿¡Que!? ¿¡Que!? -me mira sobreexaltado y reprimo mis ganas de reír. La situación no lo amerita.

-Sam está en problemas -digo seria y por poco sale disparado de la cama empujandome a un lado. 

-¿¡Qué!? ¿A que te refieres? -me mira confundido mientras busca su ropa por todas partes y comienza a desvestirse y vestirse dando saltos mientras se pone sus jeans.

-Un chico más grande lo golpeo a él y a su amigo anoche mientras jugaban afuera de la casa -me dice Castiel.

Miro a Cass mientras junto mis cejas y no entiendo por qué rayos esperó hasta ahora para avisarnos.

-Amber, no me ignores, -gruñe Dean. -¿¡Qué rayos le pasó a Sam!?

-Un chico, lo golpeó a él y a Mike anoche mientras jugaban afuera -titubeo aún intrigada por la irresponsabilidad de Castiel.

-¿¡Qué!? ¿¡Y por qué rayos no me despertaste antes!? -me mira asustado y termina de ponerse su camiseta.

-Lo mismo me pregunto yo -digo disimuladamente volviéndome hacia donde está Castiel.

-No pude hacer nada, -dice él encogiendose de hombros. -El chico los golpeó y luego ellos se fueron a dormir. No fue algo muy grave, solo un bravucón como escuché decir a Sam, aunque no sé que sea uno.

Ruedo los ojos y vuelvo a prestar atención a Dean quien sigue arreglandose como si fuera el fin del mundo.

-Dean, no fue nada grave, -intento calmarlo. -Solo...

-No me digas que no es grave si acaban de golpear a mi hermano -me fulmina con la mirada dejándome helada y sale rápido de la habitación mientras guarda su arma en la parte de atrás de su pantalón.

Chuck... ¿Dónde rayos estás cuando te necesitan?

-¡Dean! -digo corriendo detrás de él. -¿A dónde crees que vas con esa arma? Te dije que fue un chico un poco más grande el que golpeó a Sam y a su amigo. ¿Piensas matarlo? ¿¡A un niño!?

-Una vez le di un puñetazo a papá porque le levantó la mano a Sam. No sabes de lo que soy capaz por Sam, Amber -me mira serio y luego sale del departamento.

Castiel y yo nos quedamos mirando la escena sin saber que hacer. Somos un par de ángeles inútiles.

-Chuck nos va a sacar las alas pluma por pluma -bufo cabreada y Castiel me mira con una expresión asustada que por poco me hacer reír.

-Debes impedir que ese chico mate a otro por no pensar claramente. Es tu deber proteger a Dean.

-Mierda Cas -gruño. -Dean no ha pensado claramente desde que lo conozco -me quejo y camino hacia la habitación para poder vestirme.

No puedo andar por la vida en pijama.

-Amber...

-Espera un momento, me visto y vamos a la misión rescate angelical -bromeo irónica y cierro la puerta.

¿Espera, estoy siendo irónica? Al parecer mis emociones están volviendo otra vez.

Mal momento para que vuelvan. Todo lo bello de anoche quedó en el pasado.
Ahora solo espero que el pequeño alce en realidad esté bien.

Save him [Dean Winchester]Where stories live. Discover now