24. Supervisor.

1K 143 32
                                    

Un día entero... un estúpido día entero sentada en el estúpido auto del estúpido Dean. Mi trasero ya no da más, quedará cuadrado si no estiro las piernas luego.

Les dije a los chicos que teletransportarnos a Lawrence sería mucho más práctico, simple y rápido, pero el pecoso que conduce a mi lado dijo, "No hay como un buen viaje largo y caminos que recorrer escuchando rock and roll".

Hemos parado solo un par de veces para comer... bueno, Sam y Dean comen, yo me "divierto" mirando los menús y deseando poder apreciar la comida como lo hacía antes. Ahora solo sabe a... nada. También hemos parado para ir al baño, otra cosa que ya no necesito. O sea en conclusión... mi idea era mucho mejor que la de Dean.

-¿Por qué tan callada? -pregunta el susodicho mirándome unos segundos y luego volviendo su vista al camino.

Ya es de noche, y según Dean ya queda menos. Aunque eso lo ha venido diciendo hace varios kilómetros atrás.

-Solo pienso en que debí teletransportarnos y ya. No sé porqué te hago caso -bufo cruzándome de brazos.

Escucho la risita de Dean a mi lado pero no lo miro. Trato de concentrar mi vista en el monótono camino oscuro bajo la luz de la luna.

La extraña tensión entre nosotros luego del casi beso de anoche ha estado muy latente las últimas horas. Mis ganas de sentir otra vez algo similar al amor o al placer no han disminuído, y al estar conectada con las emociones de Dean se que él está igual de ansioso que yo por concretar lo de anoche.

Es un milagro que Chuck no me haya llamado a una reunión urgente en su oficina... De seguro debe estar haciéndose cargo de algo más.

-¿No has disfrutado el camino? -pregunta Dean otra vez sacándole de mis pensamientos.

¿Que puedo decir ante eso? Definitivamente el viaje se me ha hecho tedioso y cansado, pero tener a Dean a mi lado por tantas horas y escuchar sus chistes malos o su linda voz al cantar las canciones que se repiten una y otra vez de sus preciados cassetes, ha sido genial. Me gusta estar junto a él, me he acostumbrado en este tiempo.

Pero sé que debo luchar contra mis deseos humanos. Ya no lo soy. Morí, soy su ángel y no debo ilusionarlo con mis tontos caprichos de querer sentir otra vez.

-Me duele el trasero, Sammy ronca fuerte y tú no dejas de preguntar cosas tontas -lo miro cabreada y él arquea una ceja gracioso.

-Alguien anda en sus días de ángel -bromea y ahora quiero estrangularlo.

Se supone que debo salvar a Dean, no matarlo yo. Jamás tendré mi ascenso.

-Dean... tengo hambre -se queja Sam desde el asiento de atrás y Dean rueda los ojos suspirando.

-Paramos hace un rato para comer Sam...

-No es cierto.

-Claro que si -dice Dean mirando el espejo retrovisor para ver a un molesto y cansado Sammy.

-Paramos hace 4 horas Dean -digo interviniendo.

-¿También tienes hambre? -me mira confundido y en vez de responder como quisiera, vuelvo a girar mi rostro para ver por la ventanilla.

Ahora empiezo a pensar que si estoy en mis días de ángel.

-Deaan...

-Sam, ya queda poco.

-Deaaaannn -se queja más fuerte y aprieto el puente de mi nariz esperando que algo de resultado para calmar mi falta de paciencia.

-¡Dean! -chilla Sammy otra vez y Dean se hace el sordo.

Save him [Dean Winchester]Where stories live. Discover now