03. El dinero lo vale.

1.8K 205 68
                                    

Narra Amber...

Luego de ver a Dean desaparecer en su auto, me quedé pensando en cómo iba a saber a donde iba y en cómo iba a seguirlo a pie. Eso fue hasta que volví a desaparecer y aparecer justo donde estoy ahora, parada como idiota afuera de un viejo galpón cerca de un puerto -o algo así- y donde nadie con dos dedos de frente vendría de noche.

Me encantaría sentir miedo en estos momentos, pero no lo siento, ni en lo más mínimo. Supongo que eso es debido a mi falta de tontas emociones, o al simple hecho de que ya estoy muerta y nada debería pasarme ahora... Se supone.

Miro a mi alrededor tratando de saber mejor en dónde estoy pero todo es oscuridad. ¿Por qué aparecí aquí? ¿Cómo lo hice? Aunque no niego que es algo genial poder teletransportarme mágicamente.

Me giro al escuchar el sonido de un motor acercándose y luego el sordo sonido de la noche.

Camino unos pasos hacia una de las viejas y gastadas paredes del galpón y me oculto detrás de ésta para ver lo que está pasando.

A lo lejos, veo a Dean bajando del auto negro en el que se fue del bar, con las manos en los bolsillos de su chaqueta y caminando algo tenso. Él da unos cuantos pasos más hacia una de las entradas del viejo y abandonado galpón y se detiene unos momentos para mirar el cielo un tanto perdido.

Él está a solo unos metros de mi y hasta puedo escuchar su acelerada respiración. Su perfil es bastante bonito, parece un chico malo y bueno a la vez. ¿Ya mencioné que tiene pecas? Adorable.

-Dios... si existes, ayúdame en esto... -dice despacio y baja su vista hacia sus pies.

Frunzo mi ceño extrañada y luego una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro.

Puede que Dean parezca un chico malo y rudo, pero al parecer el tipo tiene un alma buena, tal como dijo mi nuevo jefe... bueno, por algo ahora soy su maldito ángel guardián ¿No?

No creo que a alguien malo le envíen el super servicio especial de guardaespaldas celestiales.

Ahora la pregunta es... ¿Qué se supone que viene a hacer un chico de 18 años a un lugar como este? ¿Traficar drogas? ¿Meditar? ¿A buscar a una prostituta? 

Me asomo un poco más para ver mejor y retrocedo un paso al ver lo que está pasando.

Un grupo de hombres que no sé de dónde rayos salieron, se reúnen con Dean y lo saludan afectuosamente. Todos lucen mayores que él, y tienen muy mal aspecto. Al parecer son pertenecientes a una pandilla o algo, parecen matones o narcotraficantes.

Desde donde estoy, no alcanzo a escuchar su conversación por completo, y luego de un rato todos entran al lugar y desaparecen por la puerta.

Ruedo los ojos sintiéndome molesta al no saber que rayos hacer -otra vez- y casi pego un jodido grito de sorpresa cuando veo a Dios justo frente a mi.

-Oh por... -me cubro la boca antes de hacer un alboroto aún mayor.

-Lo siento, no debí aparecer así -sonríe. -Pero de algo sirvió, al parecer sentiste miedo ¿O me equivoco? -bromea.

-Más bien sorpresa -lo miro confundida. -¿Tú también puedes devolverme mis emociones? -arqueo una ceja y Dios asiente.

-Fui yo quien te las quitó, supongo que también puedo devolvértelas, dah -dice irónico.

Vaya, Dios es sarcástico, quien lo diría.

-En fin, -tose aclarando su garganta. -Vine porque te vi bastante confundida. ¿No sabes que hacer verdad?

Save him [Dean Winchester]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ