4.Perturbada

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Cuando todos los sujetos se fueron, pensé en mis opciones, puedo huir de estas cuatro paredes gritando mi renuncia o solo darle explicaciones a él por mi inadecuado y curioso comportamiento, claro que con la segunda opción mi orgullo quedaría pisoteado, pero con la primer opción tendría que buscar otro empleo, quizás como camarera en algún café o restaurante...¡ni en sueños!

-Se divertía viendo lo que no es suyo,¿verdad?-dice Trew mientras acomoda algunos papeles que le han dado, movía mi pie con rapidez de arriba a abajo casi como un conejo.

Piensa en una respuesta Taylor.

-Solo quería hacer exacto lo que usted ahora hace, limpiar-digo de espaldas a él y con los ojos cerrados, según los ruidos que podía oír, él seguía revolviendo algunos papeles

-Para eso tengo a un personal especializado en limpieza, no es su trabajo.

¿Está bromeando verdad? apreté mis puños y mis uñas contra mi piel, respiré con velocidad, seré camarera pero al menos tendré mi puto orgullo.

-Exactamente,no es mi trabajo ni el área en el que me especializo, yo soy recepcionista no soy secretaria-digo con un tono furia hacia él, quien seguía en lo suyo sin ni siquiera verme a la cara-lo siento pero me parece ¡patético! que deba madrugar solo para anotar unas estúpidas cifras Trew...y si me disculpa me retiraré,¡y no me importa si sus guardaespaldas me miran entera!

Salí casi corriendo de allí, sin importar que el vestido se me estuviera cayendo hasta poder llegar al ascensor y solo antes de que las puertas de éste se cerraron,pude ver por la ventana que comunica al pasillo con la oficina de Trew como él arrojaba al suelo todo lo que había limpiado y organizado hace tan solo unos segundos.

Adiós a mi nuevo empleo como recepcionista.

-¡Taylor!-grita mi nueva amiga Kate con preocupación al ver como corría hacia la salida, no me detuve hasta llegar al bus.


No, no era consciente de las cosas que le dije a una figura de autoridad como Trew y era mejor no hacerlo nunca, por eso tomé una cerveza del paquete que Cristian había traído del bar y me la bebí hasta el fondo,acostada en el sofá y solo con la luz que emitía la televisión y la luz de la Luna a través de las ventanas.Muchas preguntas se venían a mi cabeza,¿por que un empresario como Trew tenía expedientes de mujeres en su oficina? ¿por que de todos los empleados que hay en el hotel elige a la inexperta recepcionista? al pensar en eso tomé otra de las cervezas,¿por que siento preocupación por su violento comportamiento cuando me iba por el ascensor? ¿por que no puedo sacarmelo de la cabeza aunque sea un maldito día? me estresa.

-¡Swaf!-oigo una voz masculina gritar desde afuera de la puerta y jugar con la manija de esta, me acerqué y con rapidez tomé la gas pimienta, miré por el agujero de la cerradura, pero no pude ver nada.Veía todo borroso y me comenzó a doler la cabeza.

Sin pensarlo abrí la puerta, solo era Cristian, pero con los cabellos despeinados en todo su rostro, el torso desnudo dejando sus músculos al descubierto y un olor fuerte a alcohol.

-Diablos C, te fuiste al diablo con el alcohol-digo y lo atajo cuando sufre un minúsculo tambaleo, pero terminamos tambaleándonos ambos, esas cervezas si que me pegaron.

-Un idiota...me  desafió...vaya Taylor no tienes idea de lo sexi que te ves ahora mismo-dice mirándome a los ojos, puse una expresión incomprensible, luego me miró de arriba a abajo-diablos tú, estás buenísima.

Se acercó a mí,y retrocedí al instante ¿está jugando?

-Bebiste demasiado Christian, iré por agua-digo retrocediendo, pero él se acerca con rapidez hacia mi-¡basta, quédate quieto!

Por fin me obedeció y se sentó en el suelo junto a la puerta,fui por agua bastante tambaleante, me llevé puesta la pequeña isla de la cocina vaya que eso si dejará una marca en mi muslo.

-Quiero darle una paliza a ese idiota...era un idiota...quiero que se desmaye de los golpes que quiero darle...grandísimo idiota-decía con lentitud levantando la voz, abrí el refrigerador para buscar la jarra de agua, todo era borroso, me refregué los ojos con fuerza- un gran idiota.

Ahora busqué un vaso y mientras llenaba este con agua tirando más afuera que adentro, volteé hacia la puerta, él no estaba allí, miré a mi alrededor, pero la oscuridad no me permitía ver con claridad, había un ebrio en mi departamento y no podía verlo.Mi respiración se aceleró y con rapidez intenté ir hasta la ventana en busca de luz, pero antes de que llegara mis muñecas fueron sujetadas y mi cuerpo fue empujado contra la pared más cercana, y con mi espalda encendí la lámpara que estaba a pasos mío,pero no me permitió ver nada ,la respiración de Cristian golpeaba mi rostro.

-Suéltame, soy tu maldita prima, soy Taylor, no puedes hacer esto-digo con temblor, él sonrió de lado antes de besarme y morder mi labio.

-¿Hablas de eso?-preguntó con picardía.

-¡Sí, detente estás ebrio!-grité intentando zafarme de su agarre, pero él tenía muchos músculos y yo solo era frágil, volvió a besarme sin control y esos besos bajaron a mi cuello-¡Cristian ya basta!

-Los ebrios no mienten-dice señalándose a si mismo y luego a mí ¡esta loco! antes de volver a besarme esta vez soltó mis muñecas y puso una de mis manos en su cuello y la otra en su torso musculoso.Por alguna extraña razon no las moví.

Entonces algo alocado al extremo sucedió, le correspondí el beso, había perdido por completo el control con sus labios provocativos.

Entonces algo alocado al extremo sucedió, le correspondí el beso, había perdido por completo el control con sus labios provocativos

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Un secreto con mi jefe [CORRIGIENDO]Where stories live. Discover now