No quiero ser perfecta, ni si quiera para ti. Es un deseo nada difícil de cumplir, de hecho, se podría decir que es real. Simplemente tenía la necesidad de recordártelo, porque a pesar de que lo repito a menudo, parece que ya se te ha olvidado. Has ignorado que no voy cumplir tus expectativas, ya no; que no quiero moldearme a tu idea, no de nuevo; que detesto que pienses que me conoces, si a penas sabes quien soy y que detesto que te creas capaz de dictar las palabras, si ni siquiera reconoces mi caligrafía.
No quiero ser perfecta, ni siquiera para mi. Sé que te lo recordaba a ti pero a veces también necesitó recordármelo a mi misma. No quiero ser perfecta, conlleva demasiada oscuridad y de eso yo ya tengo de sobra; no quiero ser perfecta, al fin y al cabo es el adjetivo que mas odio; no quiero ser perfecta, ya he perseguido demasiadas cosas inalcanzables y no hay hueco en la la lista para aumentarla.
Que NO QUIERO SER PERFECTA para nadie, ni para mi, ni para la imperfección. Lo que quiero es ser etérea y no necesitar tener que recordármelo para resguardarme de las estúpidas palabras, que salidas de mi bolígrafo me salvan pero salidas de la boca de los demás me matan.
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Palabras de una negra flor.
שיריםLe agradezco a mi demonio, ese que me arrastró al infierno. A él, mi ángel que nos [me] dejó demasiado pronto. A ella, la rosa roja que oscurece mis pétalos. Y, por supuesto, al invisible que siempre estuvo ahí aunque nunca lo vi. Los c...
