Ayer lloré

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Ayer te lloré, lloré, lloré como siempre, como nunca, lloré a mares. Hasta que llegó a casa. Ahogé mi ejercito de lágrimas y luego las eché del territorio de mis mejillas, corrí al baño y me mojé la cara. Me miré al espejo, mis ojos, en ellos no había nada, nada, absolutamente nada, estaban enteramente llenos de nada. Cambié mi expresión, intenté trazar una sonrisa, una sonrisa alegre, llena de felicidad falsa, una sonrisa amarga que esconde tristeza, pero al fin y al cabo, una sonrisa. Pero soy mala dibujando y mi pulso tiembla, así que salió una mueca. La borré, volví a trazar la sonrisa pero no lo conseguí, así que me conformé con unos ojos sin lágrimas y mi boca sin mueca, total, es suficiente para que se lo trague. Bajé las escaleras, obligándote a salir por la puerta de mis pensamientos, aunque tú siempre fuiste mas fuerte y por eso te quedaste en el marco. Entré al salón mientras me llamaba, saludé con un abrazo. Lo demás es como siempre, me pregunta que tal estoy, y sin novedad respondí que estoy genial, que estoy perfectamente, perfectamente destrozada, rota, perfectamente muerta junto a mi alma, mintiendo perfectamente, pero te lo crees. Vuelvo a mentir a medias al decir que leía una historia de ficción, ya que en realidad leía esperanzas que en verdad están muertas, y eso es realmente ficción. Acabo huyendo con la escusa de estudiar, aunque estemos en verano, pero no parece importar, pues pasa de largo, ya que como vino se va, por "cuestiones de trabajo". Y otra vez vuelvo a mi santuario, un santuario que esconde tristeza , dolor, que ha sido destrozado miles de veces y que no guarda nada de paz, pero, un santuario. Y te lloro, te lloro de nuevo, por primera vez, te lloro con amor, te lloro con dolor, te lloro echándote de menos y deseando no haberte conocido, pero lloro.

Para que todo se repita de nuevo, mi rutina, día a día. Hasta que llegué otro, venga, que avance la fila, que se presente la siguiente persona a la que le toca ganarme y después destrozarme, para luego irse, puede que no como tú, que no irremediablemente, que no contra su voluntad, ese se irá porque quiere, como todos los demás, pero se irá. Me gustaría que llegase ya. ¡Venga! que avance la fila. Termina de destrozarme, si es que acaso queda algo que romper, porque te digo ya que nada se ha arreglado. Que vengan todos de golpe, todas las personas que quedan por dañarme, y así sufriré un momento y el resto de mi vida no sentir nada, estoy segura de que es mejor que sufrir y antes de recuperarme chocar de nuevo.

Palabras de una negra flor. जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें