Me arrojaste al vacío

23 5 0
                                    

Fue mi propio instinto el que me llevó a este precipicio y que ahora me sugiere que acabe con lo sufrido. Lo que me lleva a dudar de mi sentido común, el cual es de todo menos coherente, de mi racionalidad, la cual es inexistente y de mi misma, de mi razón, que sin ser nada razonable, hace caso a mis caprichos. Pero aún así seguí ahí, mirando el vacío, sabiendo que si doy un paso en falso caeré y no tendré forma de salir de ese oscuro sitio. Y ¿sabes?, al final lo que me llevó a la oscuridad no fue mi equivocado sentido común, ni mi instinto atontado. Fuiste tú, quien me empujó, mientras empezaba a darme la vuelta para alejarme de allí intentando salvarme a mi misma, ya que nadie más lo haría. Pero tú, en vez de alegrarte y seguirme, me tiraste para después lanzarte tú mismo, cayendo al vacío, acabando así los dos en la oscura habitación de nuestras sombras las cuales ahora nos consumen.

Nunca te lo podré perdonar. Eras mi salvador. Se supone que si caía, tu recuerdo me ayudaría a salir. Ni siquiera tenías que mover un músculo, bastaba con la idea de que seguías ahí, de que seguías allí arriba, nada más, solo eso, no pedía tanto. Pero no solo me fallaste en esto, sino, que además, tu mismo me arrojaste, me empujaste al vacío contigo. Quisiste caer pero no solo, no quisiste andar solo ese camino, y me obligaste a coger ese desvío para que yo lo caminase contigo.


Palabras de una negra flor. Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu