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Luego de tal acción. Harry decidió no sentarse de frente ante Malfoy.
Se había propuesto seriamente ir a la enfermería, y así lo hizo unos días más tarde.

Por ello luego de finalizar las clases se encontraba con una sonrisa incrédula, sentado en la camilla en la sala de curación. Pero la seriedad en el rostro de Madame Pomfrey le decía que las palabras eran en serio.
Hermione pareció soltar un grito ahogado. Totalmente asombrada.
Aunque la cara de Ron no contenía asombro, parecía tener indignación ante otras cosas, la mala reputación del chico sin nombre parecía estar aumentando.

—¡No puede ser posible! —Exclamó con miedo Harry.

—Claro que es posible que los no magos no lo sepan, es otra cosa. —Bufo Madame Pomfrey. — Pero ahora no me pregunté como pasó, porque estoy segura que usted sabe muy bien como ocurrió.

—Es que... No puede ser. —Susurró Harry totalmente desconcertado.

—Debe admitir lo que ya es evidente. Deberá venir a consulta constantemente. No querrá que le pase algo al bebé, ni mucho menos a usted. Si me disculpa, es esencial informarle al director de este asunto, un asunto que será exclusivo por supuesto, hasta que usted decida hacer algo.

Los tres chicos quedaron en la enfermería. Mientras Madame Pomfrey se encargaría de informar tamaña noticia al director.

—Ahora seré un padre soltero. —Susurró Harry.

—Y luchón. —Añadió Ron, a lo que recibió miradas acusadoras. — Solo intento alivianar el ambiente.

—Realmente ¿No sabes quién es? —Alzó una ceja Hermione. —Digo, no sé. Debe de hacerse cargo. En algo, ¿no?

—No, Hermione. No sé quien fue. Además... —Tragó saliva. —Hubiese sido más lógico haber sabido su nombre pero en lugar de... ¡Por Merlín! Hermione deseaba que fuera Malfoy, por esa razón dije su nombre toda la noche. —Cerro los ojos.

La habitación quedó en silencio. Ni Ron, ni Hermione esperaban esa respuesta. Ni siquiera pensaban que eso era posible.

—¿Qué clase de persona no se enoja en esa situación cuando gritan el nombre de alguien más? —Preguntó para si misma Hermione.

—Alguien estúpido... A no ser que la persona se llame así. —Dijo Ron. Cuando de repente sus ojos se abrieron llenos de sorpresa. — ¡Es Malfoy! ¡Mierda que ahora sí vera ese Hurón!

Sin esperar a que los otros dos analizarán las palabras dichas Weasley salió por la puerta. Totalmente enfurecido.

Rápidamente Harry y Hermione salieron tras el chico. Para tomarlo cada uno de un brazo y tratar de detenerlo. No era completamente seguro que fuera Draco y si lo era, ¿Qué se podría esperar?

—Ron. Hay que calmarse. Mira. No es algo que se deba tomar a la ligera, puede que  nos equivoquemos.

—¡O puede que no! —Gruño.

—Si fuera él. —Dijo Harry algo pensativo. — Significa que dejarás huérfano a la pobre criatura. Matando a su padre.

—Ay no... No puede ser. —Bufo, dejando de hacer fuerza.
Así ambos chicos lo soltaron cuando pudieron notar que no haría una locura.

Pero cabe la casualidad de que cierta Slytherin escuchó lo suficiente. Estaba totalmente desconcertada pero camino lo más rápido que pudo hasta la sala común.

Donde Draco leía un libro y Blaise se encontraba tenido en el piso.

—¡Draco a la habitación ahora! ¡Es urgente! —Exclamó con un toque de enojo.

Crabbe, Goyle y Zabini miraron extraño a la chica, quien aparentemente después de la guerra había bajado del pedestal a Draco, y su enamoramiento junto a los celos infantiles se habían esfumado.  Malfoy alzó amabas cejas, sin embargo, decidió seguirla.

Una vez los dos en la habitación del chico, que era la que estaba más cerca. Pansy habló.

—¡Draco Lucius Malfoy Black! ¡¿Cómo se te fue a olvidar usar protección?!

—¿Qué? Yo si use... —Su ceño se suavizó. — Mierda.

—¡Exactamente! Mierda. Oh Draco te has metido en un lío demasiado grande. ¿Por qué no me dijiste que fue a Harry estúpido Potter al que le enterraste la varita?

—¿De qué hablas Pansy? Fue con una chica, lo hice con una chica. Estoy seguro... Seguro. Seguro. —Se repitió tratando de recordar.

—Por Salazar, Draco. —Suspiró. — Primero que nada... —Suspiró por segunda vez. Tratando de calmarse. — Felicidades por ser padre. —Draco abrió los ojos. — Segundo, Potter no sabe quien lo dejo lleno. Tercero... ¿Qué vas a hacer?

—Lanzarme un Avada Kedavra. —Dijo casi sin voz mientras se tiraba en la cama. — No puede ser posible. Era una chica... ¿Por qué no fue una chica? —Preguntó frustrado. — Padre... Padre, Potter embarazado. ¿Embarazado?

—Eso escuche.

—¡Mi padre no debe de enterarse de esto! —Se levantó de la cama para comenzar a dar vueltas por la habitación.

—Puedes fingir demencia. Potter no está seguro si eres tú o no. Pero mi intuición esta completamente segura de que eres tú. —sus ojos lo miraron un instante fijamente—, porque eso fue lo que hiciste esa noche, ¿No?

Draco se planteó muy seriamente no acercarse a Potter. Aunque primero, necesitaba calmarse.
Pero el rubio analizó un poco la situación. No era justo dar la espalda en un momento así. Si durante la guerra no tuvo opción, esta vez haría lo correcto. Pues tenía la opción de fingir que no sabía nada, y dejarle todo a Harry. O ayudarlo y estar presente en cada momento.

—Mierda... —Susurró mientras caminaba hacia las afueras de su sala común.

Por Merlín y quien fuera, que esto no lo metiera en más problemas.

Serpiente En Apuros. |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora