1

59.7K 5K 4.5K
                                    

Sus ojos se encontraban algo pesados pero sabía muy bien que aún no era tan tarde. Bostezo mientras intentaba sentarse en la cama, fallando, pues un pequeño quejido salio de sus labios. Volvió a acostarse mirando el techo, recordando lo que parecía haber pasado.

Harry se tiró de los cabellos. No podía creer que había bajado todas sus defensas, aunque a estas alturas ya parecía tonto negarlo. Suspiró con fuerza, ojalá y el hombre de anoche no haga un escándalo.

Eso le pasaba por querer simplemente pasar un buen rato.

Abrió sus ojos llenó de terror, había gritado "Draco", toda la noche mientras tenía sexo con alguien que podría haber sido cualquiera. No podía ser cierto, tan estúpido no podía ser, se había expuesto ante un chico del cuál no se acordaba muy bien. Lo último que necesitaba era que ahora todos supieran que había guardado un enamoramiento por Draco Malfoy.

Se levantó con cuidado buscando sus prendas. Salió de esa habitación con lentitud, el dolor en su trasero era un recordatorio claro de lo que había hecho durante la noche.
Caminando de una forma extraña y sin quejarse tan alto logró llegar a su habitación, donde para su suerte, sus compañeros dormían. Eso lo calmó un poco.
Se metió a la ducha, para transformarse en una persona normal, y no una masa de cabello demasiado alborotado y una pequeña marca de saliva seca en su barbilla, contando además el hecho de que sentía cierto líquido en su zona baja, justo entre sus muslos.

No podía dejar de pensar en lo que había hecho, es decir, no había que malinterpretarlo, Harry realmente se había sentido muy bien pero le daba mucha pena pensar que el chico fue llamado por un nombre que ni siquiera era el suyo. Que mata pasiones había sido.

—¿Harry? —Dijo Ron desde su cama, con una voz ronca por el reciente sueño.

Al pelirrojo le sorprendió ver a su amigo de pie tan temprano, con ocurrencia Harry se quedaba durmiendo y costaba algo levantarlo de la cama.

—¿Si? —Preguntó dándose la vuelta. Ya se encontraba totalmente vestido, sin embargo, nunca en su vida pensó que estaría tan expuesto.

—Tan temprano despierto. Espera... ¿Eso es una bufanda? Pero si estamos en verano. —Alzó una ceja.

—Me a dado algo de frío. Y no podía dormir.

—Claro. Creo que yo tampoco podré dormir. Iré a cambiarme.

Así lo hizo. Ya durante unas horas el trío de oro caminaba hacia el gran comedor para desayunar. Aunque Harry realmente no caminaba.
Cojeaba a momentos, y a otros daba pasos realmente pequeños.

—¿Te sientes bien? —Preguntó por quinta vez Hermione. Mientras se sentaba para desayunar.

—Perfectamente. —Sonrió, casi con dolor mientras se sentaba.

Ron alzó una ceja no muy convencido pero pronto se le olvidó tras probar el primer pedazo de pan.
Hermione por su parte no se iba a quedar quieta, pronto volvería a insistirle a Harry.

En la mesa de Slytherin Draco parecía no tomar atención a lo que Blaise decía. Aunque en estos momentos no le importaba mucho, de pronto su mirada gris se posó en el detestable chico que todo le salía genial. Lo miró, sorprendiendose al verlo tan angustiado o así lo veía él. Además se encontraba usado bufanda en época de verano, vaya idiota había salido San Potter.
Lo siguió mirando un momento más, soltó un bufido mientras dirigía su mirada a su desayuno.

La primera hora de clases pasó de prisa. Una prisa que sorprendió a Harry. Al menos ya no le dolía tanto su trasero.

—¡Y a sido genial! —Exclamó, Ron.— ¿Me están escuchando?

—Si. —Mintió, Harry. Su amiga lo miró un momento.

—Ahora más te vale decir la verdad, ¿Qué te sucede, Harry? —Preguntó Hermione.

—¿La verdad? —Preguntó.

Tenía algo de vergüenza, es decir, a sus amigos siempre les había contado cualquier clase de angustia sentimental que le ocurriera, quizás había omitido la parte en la que tenía que decirle: “¡Hey, lo mío son los chicos ardiente y no las chicas!", no sabía como decirles, después de todo sus prioridades le habían hecho entender que su sexualidad no eran un tema importante.

—Vamos compañero. Sabes que puedes confiar en nosotros. —Le dio una palmada en la espalda.

Harry suspiró. Agachó su mirada.

—Bueno, acabo de confimar que estoy enamorado de la misma persona, durante muchos años, aquella que es un muchacho...Y quizás tuve sexo con un chico...

Hermione lo miró desconcertada, y Ron aterrado. El silencio se había tornado. Ron soltó una carcajada, una muy mal fingida.

—Ah mierda. —Dijo el pelirrojo. — Ya no es puro.

—Eso explica tu caminata. —Concluyó Hermione, entrecerrando los ojos para evaluarlo.

—¿No les...Parece raro? —Preguntó elevando su mirada.

—Tal vez... Tal vez te tardaste muchos años en decírmelo, oh por Merlín, aquella vez que tuvimos la conversación sobre chicas, debió ser súper incómodo para ti ¡Como sea! —Sonrió Ron.— Eres mi compañero y así te quiero, desde ahora solo hablaré de chicos contigo. Aunque eso no quita el hecho de que no asesine al que te quito lo inocente, dime, ¿Esa persona fue aquel chico del cuál estás enamorado?

Hermione también quiso saber la respuesta a esa pregunta, mirando de manera curiosa.

—No. Realmente no sé quien fue. —Confesó, dando una sonrisa diminuta. — Pero el lado bueno, es que sé quién me hubiese gustado que fuera.

—Interesante. —Dijo Hermione. — Espera, ¿Cómo explicas la bufanda?

—Digamos que... Fue una noche muy alocada.

—¡Cuando me enteré quien fue lo voy a castrar! —Exclamó Ron molesto. En realidad no le gustaba para nada el asunto, está bien que su amigo estaba viviendo su sexualidad pero, Harry era como su hermanito menor.

—Ron. Calmante. —Dijo Hermione.— Yo también debo darle su merecido. —Susurró, con una aura llena de convicción.

Harry lamentó un poco haberles dicho, es decir, qué feo final para aquel pobrecito muchacho, pero esos eran sus amigos, su familia y los quería mucho. Aunque el único consuelo que tenía, era que ellos nunca jamás sabrían con quién se acostó la noche anterior, y las cosas así simplemente seguirían su curso. Lamentablemente en ese instante un Draco Malfoy, totalmente ajeno a lo que ocurría, soltaba un estornudo en alguna parte lejana del castillo. Goyle le diría algo como: Parece que alguien está hablando de ti.
Pero bueno, ¿Cómo pueden hablar de ti, cuándo ni siquiera han pronunciado tu nombre?

Ni Draco ni Harry Potter tenían el conocimiento de ciertas cosas, pero es un alivio agradable el que tú y yo si sepamos cosas.

Serpiente En Apuros. |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora